Miriam Leiva
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - El VIII Pleno del Comité
Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas efectuado a comienzos de
noviembre abordó la difícil situación de la educación en Cuba, con la
participación de altos dirigentes, según publicó la prensa nacional.
El sistema educacional ha acusado un deterioro progresivo desde
comienzos de la década de 1990, bajo la influencia de la crisis
económica resultante del fin de las subvenciones del bloque soviético,
por la disminución de los recursos materiales y el traslado masivo de
maestros y profesores a otras profesiones, fundamentalmente el turismo
para alcanzar mejores salarios y reconocimiento social. En tanto, se
intensificó su envió a Venezuela y otros países, como exportación de
servicios.
La respuesta gubernamental no fue procurar mejores condiciones para la
permanencia de personas capacitadas y la captación de nuevos ingresos,
sino la instrucción masiva en pocos meses de miles de ¨maestros
emergentes¨ con jóvenes a partir de noveno grado. Para incentivarlos se
facilitó la continuación de estudios universitarios, sin suficiente
base, y mientras debían continuar su formación docente, preparar
clases, impartir todas las materias y adaptarse a vivir en albergues a
cientos de kilómetros de sus hogares.
El resultado ha sido superficialidad en la instrucción, la falta de
disciplina y respeto entre maestros y alumnos con edades y madurez
similares, falta de estímulos para continuar estudios superiores, con
especial rechazo a la pedagogía. Estos problemas, entre otros, fueron
alertados tempranamente por pedagogos y periodistas independientes,
llevados a prisión en marzo de 2003 y condenados hasta 28 años de cárcel.
Pero en el transcurso del presente año, respondiendo al llamado de Raúl
Castro a expresar criterios, uno de los asuntos abordados con mayor
fuerza ha sido la crisis en la educación. No era cuestión sencilla, pues
se conoce que esta esfera y sus planes fueron personalmente guiados
por Fidel Castro. El VII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas
de Cuba (UNEAC) efectuado en abril, escuchó crudas opiniones, como la de
Alfredo Guevara: ¿Puede la escuela primaria y secundaria y el
preuniversitario tal cual han llegado a ser regentados por criterios
descabellados e ignorantes de principios pedagógicos, psicológicos,
elementales y violadores de derechos familiares, ser formadora de niños
y adolescentes, y por tanto fundar futuro?
La sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular realizada
en junio abordó el tema. Estuvieron los criterios de la Presidenta de
la Asociación de Pedagogos de Cuba, Nidia González, de que "a los
jóvenes maestros les falta capacitación y experiencia, y en algunos
casos carecen de la adecuada comunicación con sus estudiantes para
garantizar la disciplina correcta".
Para tratar de paliar los graves problemas planteados, el General Raúl
Castro aprobó el Decreto-Ley 260 sobre el tratamiento laboral y salarial
a maestros y profesores jubilados, para que reanudaran la docencia en el
curso que se iniciaría en septiembre. A pesar del cobro de la pensión y
el salario correspondiente, en La Habana sólo se han reincorporado 658.
El Pleno de la UJC, con la presencia del Primer Vicepresidente Machado
Ventura, el Vicepresidente José Ramón Fernández, los ministros de
Educación y Educación Superior, abordó el déficit de maestros, la
orientación vocacional y el papel de la UJC para revertir la actual
situación. Se trató especialmente la situación en la capital, donde a
pesar del traslado de alrededor de 5 mil jóvenes de las otras 13
provincias del país, se necesitan 8 mil 576 maestros; de ellos 2 mil
054 en la enseñanza primaria, 4 mil 396 en secundaria, 927 en la
enseñanza técnica profesional (ETP) y el resto en preuniversitario. En
la actualidad, ocupan sus puestos profesores en formación, por contrato
y otros docentes. Se señalan mayores dificultades aún en inglés,
educación física y de profesores generales integrales (PGI) en los
institutos preuniversitarios vocacionales de Ciencias Exactas (IPVCE) y
en dos centros de ETP.
De acuerdo a las mismas fuentes de periódicos nacionales, la Dirección
Provincial de Educación atribuye las causas al éxodo, la inactividad y
los bajos niveles de ingreso a la formación pedagógica. Se planificó el
ingreso de 575 estudiantes a los institutos superiores pedagógicos este
año y sólo se incorporaron 488. Se explica la baja incorporación a ese
nivel y a los institutos preuniversitarios vocacionales de ciencias
pedagógicas por desmotivación vocacional debido a la carencia de calidad
de las clases recibidas, desconcierto al elegir carreras e
insatisfacciones laborales. Hay jóvenes que optan por carreras
pedagógicas como un escape, pues el servicio militar obligatorio se
reduce a 14 meses, pero luego no hacen efectiva la matricula.
El primer secretario de la UJC señaló que ¨la formación del maestro
tenemos que asumirla, no como una cuestión emergente, sino con
proyecciones permanentes, incentivando y despertando interés.¨ La
debacle en el sector más divulgado como uno de los mayores logros de la
revolución, parece finalmente llevar al reconocimiento de que los
formadores de los técnicos, científicos, intelectuales obreros
calificados y ciudadanos en general no pueden crearse a capricho y con
precipitación.
Desde hace años se deteriora la impartición de conocimientos, la
formación de valores, la disciplina y el respeto que crean las bases
para el desarrollo de la sociedad.
Pero superar los problemas requiere motivaciones diversas, en primer
lugar el reconocimiento social del maestro, salarios dignos, condiciones
laborales adecuadas con planes docentes modernos y recursos materiales,
así como la eliminación del condicionamiento y las reuniones políticas.
Igualmente debe recuperarse el papel de la familia en la decisión de la
educación e instrucción de niños y adolescentes, muchísimos separados
arbitrariamente en escuelas internas.
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