Dijo que la región es "vital" para EE.UU.
Jueves 27 de marzo de 2008 | Publicado en la Edición impresa
WASHINGTON.- En su primer gran discurso sobre la relación de Estados
Unidos con el resto del mundo como candidato republicano a la Casa
Blanca, John McCain prometió ayer que buscará mejorar los vínculos de su
país con América latina y que dará nueva vida al multilateralismo, en
caso de convertirse en presidente.
McCain opinó que su país debe conducirse como un "ciudadano ejemplar"
para mejorar sus vínculos con la comunidad internacional. Expuso claras
diferencias con el presidente George W. Bush también sobre la prisión de
Guantánamo y las "torturas y el trato inhumano de detenidos", aún cuando
defendió la guerra en Irak.
América latina es cada vez "más vital" para Estados Unidos, destacó el
senador durante su discurso ante el Consejo de Asuntos Mundiales de
California, y las relaciones mutuas en el continente deben centrarse en
un diálogo más fluido y lejos de una confrontación entre "un impulso
imperialista o una demagogia antiestadounidense".
El senador, que fue prisionero de guerra en Vietnam durante cinco años,
calificó a los países de la región como "firmes y viejos aliados" y
"socios naturales" de su país. "Estamos unidos por la historia y la
experiencia y por nuestra determinación de avanzar los valores de la
civilización estadounidense", dijo.
"Las Américas pueden y deben" ser un modelo de relaciones diplomáticas,
añadió. "El nuestro puede ser el primer hemisferio completamente
democrático, en el que el comercio es libre, donde el Estado de Derecho
y el poder del libre mercado impulsan la seguridad y la prosperidad para
todos", estimó.
Su discurso incluyó, no obstante, dardos para Cuba y Venezuela, los dos
mayores desafíos para Washington en la región.
Adelantó que, de ganar la presidencia, mantendrá el embargo contra La
Habana hasta que se celebren elecciones democráticas y se excarcele a
los prisioneros políticos, e ironizó sobre el presidente Hugo Chávez.
"En el caso de Cuba, creo que no tenemos opciones muy buenas -estimó-.
Pero la mejor opción es mantener el embargo hasta el momento que haya
elecciones libres, que los presos políticos salgan del gulag en Cuba y
que las organizaciones de derechos humanos funcionen correctamente."
Su visión crítica sobre la isla también englobó a Raúl Castro, el
flamante presidente y hermano de Fidel. "Yo me preocupo mucho por Raúl,
que es mucho más duro que su hermano en algunos aspectos," dijo.
En cuanto a Venezuela, el actual senador por Arizona recordó que Chávez
aludió a él anteayer, al calificarlo como "el señor de la guerra" en un
encuentro con corresponsales extranjeros en Caracas. "El presidente
[venezolano] hizo varios comentarios descorteses sobre mí ayer y me
siento un poco adulado", dijo.
Multilateralismo e Irak
Pero si McCain reafirmó su sintonía con la administración Bush sobre las
políticas hacia Cuba y Venezuela, también expuso fuertes diferencias en
otras áreas. Desde su rechazo a la existencia de la controvertida cárcel
para "combatientes enemigos" en Guantánamo hasta la práctica unilateral
del actual presidente en política exterior.
"Nuestro gran poder no significa que podemos hacer lo que queremos
cuando queremos, ni debemos asumir que tenemos toda la sabiduría y el
conocimiento necesario para triunfar", dijo.
"Debemos escuchar otros puntos de vista y respetar la voluntad colectiva
de nuestros aliados democráticos", insistió el veterano senador.
Recién llegado de una gira que lo llevó a Irak y otros países de Medio
Oriente, y luego por Europa, McCain jamás mencionó por su nombre a Bush,
pero sí a dos mandatarios demócratas, Harry Truman y John F. Kennedy. Lo
hizo al recordar que su país no ganó sólo la Guerra Fría.
"Estados Unidos no puede liderar por la virtud de su poder solitario",
explicó.
McCain abogó por una refundación del multilateralismo, incluida la
eventual creación de nuevas instituciones internacionales que agrupen a
más de 100 países democráticos que comparten valores e intereses.
Pero también defendió la controvertida guerra en Irak, algo que lo une a
Bush y que ayer le deparó nuevas críticas de sus rivales demócratas,
Barack Obama y Hillary Rodham Clinton, que prometen ordenar la retirada
norteamericana si llegan a la Casa Blanca.
El candidato republicano recordó que su padre estuvo cuatro años ausente
de su casa mientras peleaba la Segunda Guerra Mundial, que su abuelo
murió al día siguiente de volver del frente y que él padeció 5 años de
torturas en Vietnam, para luego defender su visión sobre Irak.
"Defiendo mi posición porque odio la guerra y conozco muy bien y muy
personalmente cuán dolorosos son sus costos. Pero sé, también, que a
veces debemos pagar esos costos para evitar otros más elevados después",
señaló.
Por Hugo Alconada Mon
Corresponsal en EE.UU.
http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/exterior/nota.asp?nota_id=998931
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