El circo judicial en Cuba revolucionaria
Mercedes Soler tiene razón en todo lo que dice en su nota en Perspectiva
del 14 de octubre, Caso de Elián a la inversa. Pero como ella misma ha
sentenciado, nosotros, los cubanos de dentro, no tenemos la libertad ni
el derecho a reclamar nada. Ni siquiera podemos contratar a un abogado
para que nos defienda. Aquí hay un solo poder, el de nuestro gobierno, y
el famoso ''poder judicial'' se subordina a él.
Ningún abogado está lo suficientemente loco para defender a nadie en
contra del gobierno. Es imposible pues ni lo escucharán. Pero si insiste
y pretende rebelarse, inmediatamente perderá su licencia y será tildado
de contrarrevolucionario, traidor, gusano, vendido y recibirá un trato
de escoria humana.
Por eso nuestro gobierno no mata y arroja a las cunetas como hacía el
dictador Batista. En aquella época existía una sociedad civil y un poder
judicial separado de los poderes ejecutivo y legislativo.
Si un acusado caía en manos de la justicia, recibía un trato justo y
todo el derecho a defenderse. La prueba más contundente es la del propio
Fidel Castro, quien se pudo defender, recibió 15 años y lo soltaron por
una amnistía a los 2 años y medio. ¡Y todo eso por asaltar un cuartel
militar y matar decenas de personas inocentes! ¿Qué no le haría el
humano gobierno revolucionario hoy día a alguien que ose asaltar un
cuartel, si hace varios años fusilaron a un joven de 19 por tratar de
robarse una lancha para huir a Estados Unidos y hace varias semanas
sentenciaron a 25 años a varios jóvenes reclutas por intentar secuestrar
un avión en su desesperación por huir de Cuba?
Aquí todo es más fácil: montan el circo del juicio, te asignan un
''defensor'' que te acusa tanto como el fiscal, y desde antes de
comenzar el juicio ya todos conocen la sentencia que viene desde arriba.
Entonces, Mercedes, ¿cómo pretendes que hagamos algo?
Elsa Beltrán
La Habana, Cuba
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/columnas_de_opinion/story/105716.html
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