2007-08-03.
Silvio Benítez Márquez, Coordinador para las provincias occidentales del
Partido Liberal Nacional Cubano
En las afueras de la ciudad, colindante con las provincias habaneras, se
encuentra el poblado de Punta Brava, próspero antaño y oscuro y pobre en
el presente, sujetando en la memoria el crepúsculo de aquel entorno por
familias y vecinos, que conservan el recuerdo de aquel tiempo
floreciente, vestigio de tradiciones e historias provenientes desde la
época colonial, fuente contribuidora de empleo, comunicación y tierra
fértil, hospedando una fortificada infraestructura habitacional,
verdadera joya de la arquitectura de aquella época, truncada con la
entrada de los barbudos el 1 de enero de 1959.
Ahora, media centuria después, todo lo contrario de lo que fue, gracias
al saqueo, resquebrajamiento, centralización y populismo racionalizado e
igualitarista que impuso el régimen desde sus inicios, postrando aquella
localidad en un sitio de rastros cochambrosos y sórdidos, con una
atmósfera de insalubridad y pobreza radical ante la indiferencia y el
desinterés de la clase dirigente (pejes gordos), amen de poder y riqueza
y no podía faltar de mencionar el alto índice de emigrantes en busca de
la libertad robada, desde aquella fecha que ensombreció de por vida
todo el horizonte cubano y la esperanza de un futuro mejor.
Solo restaría esperar a pobladores y vecinos de la localidad de Punta
Brava, un verdadero milagro que de golpe gire el contexto actual del
régimen castrense, por un camino reconciliador y benefactor del cambio
hacia la democracia y así se concretaría aquellos sueños y recuerdos que
por obra y gracia de la tiranía se evaporaron sin retorno.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11030
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