No hubo cubanos
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba - Agosto (www.cubanet.org) - En la ceremonia de clausura
de los recién concluidos Juegos Panamericanos, que tuvo lugar el 29 de
julio, no hubo atletas cubanos. Si hubo alguno, su presencia no se hizo
sentir. El caso es que por "razones de seguridad", a los atletas cubanos
los montaban en el avión de regreso inmediatamente después de que
concluyeran su actuación.
Nada de quedarse a disfrutar del resto de la fiesta deportiva. Los que
disfrutan de los festejos son los burócratas de la Seguridad del Estado,
los funcionarios del Partido Comunista y los dirigentes deportivos.
Ellos son los únicos en que el gobierno cubano confía. Para los atletas:
aplausos, medallas, diplomas y nada más.
Leía la última reflexión de Fidel Castro: "La repugnante compraventa de
atletas" y recordé las leyes esclavistas del siglo XIX. Estas acusaban
de robo al esclavo que mediante fuga privaba a su dueño 'legítimo' de su
fuerza de trabajo. De acuerdo con estas leyes, el fruto del trabajo de
estos hombres ya tenía dueño, y por supuesto, destino.
El paso del tiempo dio la razón a los esclavos que se robaron a si
mismos. Los que andan en apuros hoy día son los que tratan de privar a
los hombres de su libertad.
El gobierno cubano nutre sus arcas con el trabajo de los profesionales
que alquila a lo largo y ancho del mundo. El deporte, convertido en
herramienta política, es pieza de cambio ideológica para el régimen. La
formación de profesionales y de deportistas entra en el paquete de
oferta gratuita del régimen cubano. Pero no es así.
En la práctica no es más que la onerosa deuda que contrae el ciudadano
con el estado. La educación no es derecho; forma parte del contrato
leonino que impone una dictadura a su pueblo. En Cuba se educa para
servir el propósito político y económico del régimen.
Por eso no hubo visitantes o turistas cubanos en los Juegos
Panamericanos. Por eso los atletas no participaron en la ceremonia de
clausura. Los montaron de inmediato en los aviones de regreso, dicen que
por razones de seguridad.
Nadie le roba al régimen cubano sus peones atléticos o profesionales.
Ellos escapan seducidos por la perspectiva de una vida mejor, o
simplemente para ser libres.
Nadie emigra en Cuba por esnobismo. Se hace para vivir una vida plena
que garantice el ejercicio de los derechos fundamentales. Como puede ser
el derecho a la propiedad personal.
Nadie roba cerebros. Es el gobierno cubano quien roba trabajo, cerebros,
ilusiones y esperanzas. Es la maquinaria política de la dictadura la que
exige la entrega del automóvil viejo al que sale del país y se apropia
de las viviendas y de cada propiedad del ciudadano que marcha al destierro.
El estado roba la oportunidad de acceder a Internet a su pueblo y a la
telefonía móvil y a la televisión por satélite. Roba la aspiración a una
vida mejor y el derecho a leer sin censura. Roba en función de los más
espurios intereses políticos, el fruto de la inteligencia y el trabajo
de los científicos, los artistas y deportistas.
Es por esto que no hubo cubanos entre los turistas en los Juegos
Panamericanos de Río 2007, ni atletas cubanos en la ceremonia de
clausura de este evento. El gobierno cubano les robó la oportunidad de
estar presentes.
jgonzafeb@yahoo.com
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