Reportan avances de Radio y TV Martí
WASHINGTON
PABLO BACHELET / The Miami Herald
La programación de Radio y TV Martí, frecuentemente criticada por
algunos como un desperdicio del dinero de los contribuyentes, ha
mejorado y existen pruebas anecdóticas de que está llegando a una mayor
audiencia en Cuba, según un nuevo informe del gobierno de EEUU
conseguido por The Miami Herald.
El informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de
Estado también dice que la estación debería hacer planes para competir
con una emisora del gobierno venezolano y critica la falta de un plan
estratégico para una Cuba post Castro y por ''viejas e insistentes
preocupaciones sobre la moral de los empleados''. Pero califica al
director de la estación, Pedro V. Roig, como ``el más efectivo de la
historia reciente''.
El reporte, que se estaba distribuyendo en Washington esta semana,
también afirma que la estación está planeando poner otro avión en el
aire a breve plazo, sumándose al que despegó en octubre.
En los últimos meses, Radio y TV Martí han confrontado una campaña de
críticas de los medios de comunicación y de algunos legisladores que
dicen que una combinación de interferencia gubernamental, dudosos
estándares periodísticos y débil supervisión administrativa han socavado
la credibilidad y la audiencia de la emisora.
El representante Jeff Flake, demócrata por Arizona, frecuentemente
ridiculiza a Radio y TV Martí, que ha costado más de $250 millones
durante la última década, como ``un programa de empleos en Miami''.
Pero el reporte, que está rotulado como ''sensible pero no
clasificado'', ofrece una evaluación generalmente positiva y optimista
de la Oficina de Trasmisión a Cuba (OCB), la agencia matriz de TV y
Radio Martí.
Dice que la OCB está ''en una coyuntura crítica de su historia'' en
momentos en que el gobierno de Bush acelera sus esfuerzos para una
transición a la democracia tras la era de Castro.
Sugiere que la OCB debería pensar más allá de las 48 horas tras la
muerte de Castro y competir ''a corto plazo'' con las transmisiones
comerciales y ''contrarrestar las trasmisiones cada vez más exitosas''
de Telesur, un canal controlado en gran medida por el presidente de
Venezuela Hugo Chávez.
El reporte de 43 páginas dice que hay pruebas ''anecdóticas'' de que más
cubanos ven TV Martí desde que un avión bimotor --conocido como Aero
Martí-- empezó a transmitir durante períodos de cinco horas seis días a
la semana.
Se supone que las transmisiones del avión pueden alcanzar partes de Cuba
alejadas de las estaciones de interferencia del gobierno, la mayoría de
las cuales están en los alrededores de La Habana.
La operación del avión Aero Martí cuesta $5.9 millones anuales, según el
informe.
Pero, a diferencia de un anterior informe del 2003, el Inspector General
no da información detallada de la cantidad de personas que escucha o ve
las programaciones. Dice que una encuesta de enero del 2007 entre
cubanos recién llegados, comisionada por Spanish Radio Productions en
cooperación con el Miami Dade College, encontró que los ``índices de
audiencia dentro de Cuba eran significativamente mayores que los
anteriormente reportados, especialmente para TV Martí''.
Alberto Mascaró, el jefe de personal de la estación, dijo que la
encuesta entre los recién llegados revelaba que 17 por ciento de ellos
había visto TV Martí. Anteriormente, las cifras de televidentes eran
''poco significativas''. Joseph O'Connell, un portavoz de la OCB, dijo
que Radio y TV Martí estaban recibiendo más llamadas por teléfono de
oyentes y televidentes en Cuba que dicen estar viendo los programas a
pesar de la interferencia.
Un informe de febrero del 2007 del International Broadcasting Bureau, la
agencia federal que provee servicios a las emisoras del gobierno,
recomendó ulteriores mejoras en los estándares de la programación de la
OCB pero observó que había habido ''una sustancial mejoría'' en el
cumplimiento por TV Martí de las orientaciones del gobierno de EEUU.
Sin embargo, el informe del Inspector General dice que ''en algunas
ocasiones se violan las orientaciones''. El anfitrión de un programa de
panel ''monopolizaba la conversación al mismo tiempo que
editorializaba'', dejando poco tiempo para que el invitado pudiera
responder. El reporte recomienda cursos para que los periodistas eviten
''los monólogos y editorializar'', descartando los temas con fuentes
insuficientemente investigadas y creando mecanismos para el control
editorial.
El informe asegura que la información obtenida por los disidentes y
periodistas independientes, aunque importante, era ''una amenaza'' para
la credibilidad de Radio y TV Martí porque algunos disidentes pudieran
''tratar de promover sus propias causas'' mientras que otros pudieran
ser agentes del gobierno cubano posando como disidentes.
''La OCB está muy consciente de ese reto'', dice el reporte.
Un panel de la Cámara de Representantes ha asignado $34 millones para
Radio y TV Martí en el año fiscal del 2008, lo mismo que en el 2007.
Radio y TV Martí también se trasmiten por la señal de TV Azteca de
Miami, que es llevada por TV satélite, y por Radio Mambí, aunque el
reporte recomienda revisar esos contratos para ``evaluar si consiguen
público adicional y justifican su costo''.
El informe califica a Roig, que se hizo cargo de la emisora en el 2003,
de ''líder dinámico e inspirador''. Sin embargo, también observa que
algunos empleados critican a la administración por comunicarse mal y por
un presunto favoritismo, en el que unos ''pocos escogidos'' obtienen la
mayoría de las promociones y de los aumentos salariales. El reporte dice
que algunos pudieran estar cuestionando el énfasis de Roig en las
operaciones de TV a posible expensas de la radio.
Las inspecciones que condujeron al informe, encabezadas por Franklin
Huddle, un antiguo embajador a Tajikistán, tuvieron lugar en Washington
entre el 5 de enero y el 2 de marzo, y en Miami entre el 5 y el 20 de
marzo de este año. Huddle también visitó la Oficina de Intereses de EEUU
en la Habana.
pbachelet@MiamiHerald.com
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