Trinidad Jiménez afirmó que Madrid no pretende 'marginar a la
disidencia' y que 'los contactos tienen su propio calendario'.
Agencias
lunes 28 de mayo de 2007 12:50:00
La oposición mira con atención la primera reunión esta semana en La
Habana de un diálogo entre los gobiernos de Cuba y España que tocará el
tema de los derechos humanos, pero reclama que también sea tratada la
situación de los presos políticos y mantiene divergencias en torno a sus
posibles resultados, informó AFP.
Un portavoz del ministerio español de Asuntos Exteriores dijo este
domingo a la AFP en Madrid que la reunión, la primera entre el gobierno
de la Isla y un país de la Unión Europea (UE) en materia de derechos
humanos, se realizará probablemente el 29 y 30 de mayo y "no va a tener
cobertura periodística".
La misma fuente indicó que si se produjera "cualquier tipo de acuerdo"
se informará a la prensa,
Según el diario español El País, la delegación española estará
encabezada por el director general de Política Exterior, Rafael
Dezcállar, y la cubana, por Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones
Exteriores para Asuntos Multilaterales.
La agenda de la reunión incluye temas como derechos humanos, presos
políticos y la concreción de un calendario para mantener dos encuentros
al año, reportó el rotativo.
"Hay un tema central que no se puede soslayar de ese encuentro y es el
de los presos políticos, y muy en particular de los 59 de los 75
condenados en 2003 que quedan en prisión", declaró el economista Oscar
Espinosa Chepe, miembro del grupo y excarcelado en 2004 por razones de
salud.
"Si ese tema no se toca, se perdería el sentido de la reunión", apuntó
Espinosa Chepe, quien dijo "estar cauteloso" ante las conversaciones.
Otros disidentes, como Martha Beatriz Roque, de la Asamblea para
Promover la Sociedad Civil (APSC), y Vladimiro Roca, de la concertación
Todos Unidos, se declararon pesimistas.
"De ahí no saldrá nada. Soy pesimista porque mecanismos similares
firmados con Canadá en 1996 no dieron resultados positivos por la
política cubana de negar la existencia de presos políticos", dijo Roca.
En contraste, el opositor moderado Manuel Cuesta Morúa dijo ver con
optimismo el diálogo. "Como todo lo que comienza puede empezar con
alguna dificultad, pero las dificultades se sobrepasan si hay
disposición por la parte cubana para garantizar su éxito", afirmó.
"Lo más importante es que se establezca el cauce del diálogo", añadió,
tras señalar que el tema de los presos políticos debe tener prioridad en
el encuentro.
El diálogo fue acordado en abril durante la visita a Cuba del ministro
español Miguel Ángel Moratinos, la primera de un canciller de España
desde 1998 y de uno europeo desde la crisis diplomática con la UE de
2003 a raíz de la ola represiva de marzo de 2003, cuando 75 disidentes
fueron condenados a penas de hasta 28 años de cárcel.
Según el último informe de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional (CCDHRN), en la Isla hay 270 presos políticos.
Cuando estuvo en La Habana, Moratinos señaló que en la agenda del
diálogo sobre derechos humanos "no se excluye absolutamente ningún tema".
Al ser consultado por la prensa sobre los presos políticos, el canciller
Felipe Pérez Roque dijo esa vez que el tema "no estaba en la agenda", y
que en Cuba nadie está preso "por pensar distinto", sino sólo
"mercenarios" financiados por Washington y que intentaron "subvertir el
orden" o cometieron "actos de terrorismo".
La iniciativa es vista con recelo por algunos países de la UE que
reclaman una política dura hacia La Habana, al considerar que no ha
hecho gestos en materia de derechos humanos.
Pero el gobierno de La Habana insiste en denunciar que Washington
presiona "desesperadamente" a la UE para que no adopte una "política
independiente" hacia la Isla, y hasta ahora no ha informado de la
reunión de esta semana.
Jiménez afirma que Madrid no pretende 'marginar a la disidencia'
Días atrás, la secretaria de Estado española para Iberoamérica, Trinidad
Jiménez, en un encuentro en Washington con su homólogo norteamericano,
el subsecretario de Estado para América Latina, Thomas Shannon, explicó
que la política española respecto a Cuba no es contradictoria con la de
Estados Unidos, y que Madrid está interesada igualmente en una
transición a la democracia en la Isla.
Jiménez explicó en Washington a Shannon que el gobierno español no
pretende "marginar a la disidencia", que "los contactos tienen su propio
calendario y los seguirá habiendo en el futuro", informó El País.
Añadió que estaba confiada en que sus entrevistas en Washington hayan
servido para "deshacer algunos malos entendidos" sobre esa visita de
Moratinos, duramente criticada también por la oposición cubana en Miami.
Trinidad Jiménez se reunió además en Washington con el senador Mel
Martínez y con el responsable de la sección europea en el Departamento
de Estado, Dan Fried.
En opinión de la funcionaria, España y EE UU pueden actuar "de forma
paralela" para ayudar a una transición pacífica en la Isla, debido a que
coinciden en la voluntad de democracia para Cuba y en el principio de
que "la decisión última sobre su futuro debe de estar en manos de los
cubanos".
A una semana de la llegada a España de Condoleezza Rice, secretaria de
Estado de Estados Unidos, la primera de un alto responsable del gobierno
de George W. Bush desde la llegada al poder de José Luis Rodríguez
Zapatero, El País aseguró en su edición de este domingo que "las
notorias diferencias sobre Cuba, se quieren dejar al margen" de la visita.
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