2007-04-10.
Roberto Santana Rodríguez, Periodista Independiente
9 de abril de 2007. La Habana – Un operativo policial en contra de
antenas no autorizadas, usadas para captar señales satelitales
procedentes del extranjero, tuvo lugar el pasado 29 de marzo en la
localidad de Santiago de las Vegas, perteneciente al municipio
capitalino de Boyeros, con el saldo, según fuentes que pidieron el
anonimato, de cerca de 20 kilómetros de cable decomisado, además de una
antena, que se encontraba ubicada en un edificio en las proximidades de
la panadería de Mulgoba.
El operativo, dijeron las fuentes, estaba compuesto por carros
patrulleros de la policía y otros de ETECSA y LACETEL, entidades
estatales pertenecientes a las comunicaciones. "Los policías subían a
los techos de las casas buscando el cable, mientras la patrulla era
colocada en el centro de la calle para impedir el paso", dijo una fuente.
Otra fuente consultada dijo que los cables fueron encontrados sueltos,
siendo imposible de esta manera para las autoridades descubrir a quien
estaban siendo útiles en la recepción de la señal prohibida, conocida
popularmente en Cuba como "El Cable".
Al respecto la fuente aseguró que en todos los operativos efectuados por
la policía en Santiago de las Vegas nunca cogían a nadie, porque los
interesados eran avisados con antelación, "Los que ponen el cable le
pagan una comisión a algunos jefes de sector de la policía", aseguró.
Como reza nuestro titulo, esto de las antenas en Cuba es lo de nunca
acabar, por una parte, el gobierno empeñado en controlarlo todo en el
país, hasta lo que debe ver o escuchar cada persona en su propia casa,
que se reduce a la programación de la televisión y radio estatales,
calificada por el pueblo como aburrida, invasiva e insoportable, y por
otra la gente en sus aspiraciones de ver otra cosa, algo diferente:
novelas, películas, musicales, humorísticos, deportivos; todo lo que sea
alejado de la estricta censura oficial.
Estos operativos nada resuelven, a no ser fomentar el descontento en las
personas que ven perdidas de golpe y porrazo sus posibilidades de
acceder libremente a la información, además del "golpe" en el plano
económico que representan las altas multas ascendentes a miles de pesos
y el decomiso de los equipos que le costaron a saber cuantos esfuerzos y
grandes sumas de dinero.
Pienso que hay que ir a la raíz del problema: la prohibición, impuesta
por las autoridades de acceder libremente a señales provenientes del
extranjero, y aún, ¿Por qué no?, originadas en el país que no reflejen
necesariamente el punto de vista oficial. ¿Es justa tal restricción?
Por supuesto que no, creo, solamente los gobiernos de corte totalitario,
cerrados, la emplean, y sin éxito, como ha demostrado la vida, a la
postre, tarde o temprano la gente ha podido acceder libremente a la
información, recepcionar, procesar, razonar y sacar conclusiones propias
que les permita estar a tono con la realidad que les rodea.
Urge cambiar, respetar los derechos humanos, recordemos el Artículo 19
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la cual Cuba es
firmante, gestora, promotora y fundadora en 1948 en Naciones Unidas;
derogar estas leyes, por demás absurdas, incoherentes, abusivas y
permitir el libre flujo de la información; de esta forma no serán
necesarios los operativos policiales que en todo el país se llevan a
cabo en contra del llamado "cable" y se terminará, pienso, lo de nunca
acabar.
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