2007-04-08.
Asdrúbal Caner Camejo
Tengo un querido amigo argentino, David, que me hace autor de una frase
que no recordaba: "Fidel Castro se montó en un tigre y, no sabe como
bajarse". Quizá sea mía o quizá de David, un perspicaz e inteligente
analista de Cuba (los argentinos que me lean en la tierra de Gardel
dirán: "¡Decir que es inteligente es es una redundancia, che!").
Lo cierto es que la frase retrata la situación de F. Castro desde 1959
hasta ahora. No es posible liderear a un pueblo para lograr el paraíso
y, en vez de ello, llevarlo a las galeras del infierno, sin consecuencias.
En otros artículos míos, he abordado el tema de la propiedad estatal en
Cuba. Comencé este estudio en los años setenta y lo resumí en un trabajo
de 1988, inédito y clándestino, que se llama Las treinta paradojas del
Castrismo y que pude sacar del país, vía España.
En la Introducción de ese trabajo, puse esta cita:
"El gobernante que intentare dirigir a los particulares respecto de la
forma de emplear sus respectivos capitales, tomaría a su cargo una
empresa imposible y se arrogaría una autoridad que no puede confiarse
prudentemente ni a una sóla persona, ni a un senado o consejo, y nunca
sería más peligroso ese empeño que en manos de una persona lo
suficientemente presuntuosa e insensata como para considerarse capáz de
realizar tal cometido" (La Riqueza de las Naciones, pág 402, Adam Smith,
1776).
Ayer, se publicó en BBCMundo un reporte de su corresponsal en La Habana,
que dice: "El Gobierno cubano, encabezado de forma temporal por el
General Raúl Castro, ordenó una investigación científica sobre el tema
de la propiedad con el fin de lograr la eficiencia económica y evitar la
corrupción".
"Economistas, filósofos, antropólogos y otros especialistas se dieron
cita en el Centro de Estudios de la Economía y Planificación", informó
el periódico Juventud Rebelde aclarando que ya hay trabajos realizados
sobre el tema que servirán de punto de partida.
Jesús García, investigador del Instituto de Filosofía, explicó que "este
encuentro puede catalogarse de inédito. No recuerdo antes que se unieran
tantos investigadores de distintas especialidades para analizar con
profundidad el tema de la propiedad en Cuba".
Realmente este punto fue hasta ahora casi incuestionable, la propiedad
estatal sobre la absoluta mayoría de los medios de producción era un
precepto, casi un principio heredado del estalinismo económico soviético.
No sé cuántos economistas, filósofos y otros especialistas vieron
destrozada sus vidas, por tener la audacia y la valentía suficiente para
alertar, hace muchos años, sobre las graves insuficiencias de la
propiedad estatal en Cuba. No sé cuántos, como yo, fuimos expulsados de
los Departamento de Economía Política de las Universidades y tuvimos que
tomar el camino del exilio.
La insensatez, la presuntuosa arrogancia, el dogmátismo talibán y el
terror de los comunistas, a cambiar su concepción sobre la propiedad
"social" fue la causa esencial de la caída estrepitosa del comunismo en
todo el mundo. Sólo la sabiduría china, comprendió desde 1978, que había
que hacer cambios fundamentales. Y tuvieron el valor para comenzar por
la agricultura. En pocos años, China comenzó a exportar arroz y otras
decenas de productos agrícolas. Hace unas dos semanas, China le dio luz
verde a la propiedad privada y, el Dragón confusiano está invadiendo al
mundo, con un empuje inaguantable. El mismo camino fue tomado por Vietnam.
Para los regímenes totalitarios comunistas, la base del poder absoluto
es la propiedad estatal. Es parte – como he explicado en La Utopía
Siniestra: Las Piezas del Poder Total"– del control absoluto sobre la
sociedad y, el fundamento monolítico de la más aberrante impunidad del
poder contra los ciudadanos. En toda la Europa socialista del Este se
cometieron abominables crímenes contra el pueblo que debían proteger,
pero Cuba y Corea del Norte son las joyas cavernícolas de esta historía,
aún desconocida, pero que poco a poco está saliendo a la palestra pública.
Un insensato, arrogante e ignorante F. Castro, junto a otro arrogante y
atorrante argentino –que no tiene absolutamente nada que ver con mi
amigo David– y un miembro de la KGB soviética, en los tabernáculos
sangrientos de La Cabaña, decidieron fríamente, el fin de la propiedad
privada en Cuba.
He explicado también las absurdas y contínuas mutaciones de las
propiedades de F. Castro y los desastrosos y caóticos resultados de
estas transformaciones, para el manejo de lo realmente inmanejable.
El caos guerrillero en la dirección económica produjo un indescriptible
caos estadístico, económico, financiero, productivo y social, que han
puesto a nuestro país de rodillas frente a las enormes pretensiones de
las grandes potencias. Estamos en una absoluta vulnerabilidad económica,
financiera, alimenticia y social. El colapso de la vida de cada cubano.
Y ahora, despues de casi medio siglo, los demiurgos del Apocalipsis, en
un brote de delirium tremens, quieren "investigar" los nuevos caminos de
la propiedad. Me viene a la memoria, aquel largo y vacío discurso del
incompetente Capataz de la Isla, en el III Congreso del Partido,
celebrado en 1986, en Santiago de Cuba, donde lo más importante y nuevo
que dijo fue "¡Nos hace falta tiempo…nos hace falta tiempo!"
Pero, ya es muy tarde para bajarse del lomo del tigre, so pena de que el
tigre se los coma. El pueblo de Cuba, ese heróico tigre, está al dar sus
primeros zarpazos.
Asdrúbal Caner Camejo, Representante del Partido Socialdemócrata
de Cuba en Canadá.
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