2007-04-10.
Asdrúbal Caner Camejo
He abordado el tema de las relaciones de Canadá y Cuba en numerosas
ocasiones. No sÓlo en la prensa escrita, sino también en las
oportunidades que me ha dado el Gobierno de Canadá para hacerlo. Me he
entrevistado con numerosas personalidades del gobierno en este país,
exponiendo la visión de los cubanos sobre esas relaciones. He
participadp en las Consultas Anuales del Ministerio de Relaciones
Exteriones sobre la situación de los Derechos Humanos en el Mundo,
presentando el caso de Cuba.
El 5 de abril de 2005, fui invitado a participar en el debate sobre Cuba
en el Comité de Relaciones Internacionales del Parlamento Canadiense.
Allí dije:
"Up to now, the policy of the Canadian government has been that of
constructive engagement, designed to help solve some of the problems
Cuba has had. In 1994 Mr. Chrétien presented his policy in Cuba. What
they wanted, or what he wanted, was to help solve some of the human
rights issues in the country.
Since then, the Liberal government in Canada has tried to help;
however, the actions have been denied. I think the intention was there.
They wanted to help, but the efforts failed, given Castro's obstinate
blocking of help from any governmental or international association.
Castro and the whole regime denied entrance to Christine Chanet,
the Special Commissioner for the UN High Commission for Human Rights.
Before her, others were denied entry as well. During the last five years
they have denied her access along with the International Red Cross,
Human Rights Watch, and Amnesty International. They will never be
allowed to enter the country.
I think the Canadian government is limited in its policy. The
Canadian policy right now has been a complete failure in regard to human
rights and political issues. It's good in the economic sense; given the
fact that Canada's the second country in investments in Cuba, and it was
the second trade partner for Cuba as well."
Creo también ahora, que la política del "Constructive Engagement" ha
sido un fracaso desde el punto de vista político y de Derechos Humanos,
aunque ha sido un éxito para el Gobierno de Cuba y los empresarios y
trabajadores de Canadá. No puedo decir que ha sido un éxito para los
trabajadores y el pueblo de Cuba, que no ven los frutos de esas relaciones.
El affair Cuba en Canadá es un asunto particularmente sensible, tanto
para la sociedad canadiense como para el Gobierno y sus Partidos
Políticos. Son muchas las razones nacionales, económicas y políticas que
explican el comportamiento de esta política hacia Cuba. Pero ellas no
son objeto de estas líneas.
Desde que dije que Canadá era el segundo en el comercio e inversiones
con Cuba, las cosas han cambiado. Ahora, China, Venezuela y España
ocupan los primeros lugares. Canadá tiene un primer plano, en el envío
de turistas, pero ha caído en el comercio, aunque mantiene una fuerte
presencia en las inversiones y continúa su avance en diversas esferas de
la economía cubana.
El incremento de las ventas de alimentos de Estados Unidos a Cuba y la
posible presencia de empresas estadounidenses en los sectores económicos
de la isla, tienen procupados a muchos en este país. Canadá teme perder
sus excelentes ventajas en Cuba, dada la cercanía de EE:UU a las costas
cubanas y la agresividad comercial e inversionista de las corporaciones
de aquel país.
La elección del Sr. Stephen Harper, del Partido Conservador –alejado del
poder por mas de 12 años por el Partido Liberal– creó expectativas entre
los cubanos y canadienses que apoyan nuestra causa, sobre un cambio en
esa política. Sin embargo, nada ha ocurrido. Y tengo muy bajas
expectativas de que se produzcan esos cambios.
El Partido Conservador tiene un Gobierno minoritario y cualquier moción
de cambio en esa política, puede traer alianzas de los Liberales, el
Partido Nuevo Democrático y el Partido de Quebec, todos de izquierda,
para derrocar al Partido Conservador.
Sé que, en la estrategia del Gobierno Conservador pesan, en la
actualidad, varios elementos muy importantes, a la hora de planear un
cambio con respecto a la isla.
En primer lugar, la situación de incertidumbre con la salida de F.
Castro del poder y su traspaso a Raúl Castro. Si Canadá apuesta por
Raúl, creyéndolo un reformista, capaz de abrirse al mundo, entonces sus
intereses en Cuba estarían a salvo y Canadá podría jugar un papel de
puente entre las relaciones USA-Cuba, sin interferir en la rápida
expasión de los intereses económicos, comerciales y de inversión de
Canadá. This is a Real Politik.
Otro aspecto importante en la balanza, son los enormes descubrimientos
de petróleo y gas en las costas de Cuba, donde las canadienses Sherrit
International y Pebercan, tienen una fuerte posición y cuya explotación
inyectaría cientos de millones de dólares a la economía de este país en
un corto plazo.
En la mirilla está también las próximas elecciones en Canadá, donde el
Partido Conservador piensa ganar una mayoría, para crear un gobierno sin
las manos atadas como ahora. Si esto ocurre, quizá se pudieran esperar
algunos cambios hacía Cuba. Pero… hay un último factor en esa evaluación
estratégica, que puede impedir esos cambios.
Me refiero al proceso electoral en EE:UU. Si – como se espera – los
Demócratas ganan esas elecciones, se producirán inesperados cambios de
la política estadounidense hacia Cuba. Hay, en este momento, una extrema
presión en el Congreso, para que las empresas norteamericanas no se
queden fuera del pastel, que representa el petróleo y la apertura al
hambriento mercado cubano para la venta de miles millones de dólares en
alimentos, manufacturas, y otras mercancías del poderoso mercado
americano. Canadá no quiere quedarse fuera de esa piñata.
Soy Cubano-canadiense. Quiero a Canadá como mi segunda patria. Aquí he
sido, por primera vez en mi vida, un ciudadano con derechos y
libertades. Tengo la profunda esperanza de que Canada juegue un
relevante papel en el futuro democrático de Cuba.
Esa esperanza no sólo responde a mi condición de ciudadano de este país,
sino a la perentoria necesidad del equilibrio de Cuba en su comercio, su
economía y sus inversiones, con países que constituyan un contrapeso a
la cercanía y potencia de EE.UU. No quiero a otro F. Castro para mi
nieto o mis bisnietos en los próximos cien años.
Es por eso que – a diferencia del exilio cubano, radical y duro, en
Estados Unidos u otros países – aplaudo la futura presencia de Canadá,
España, Italia, China, India, Brasi, México junto a los EE.UU. y otros
países y, principalmente, junto a los cubanos, dueños exclusivos del
futuro de nuestro país.
Las declaraciones de los congresistas cubano-americanos, que amenazan
constantemente a Canadá, a España y a otros países, le hacen muy poco
favor a la posibilidad de cambios, sobre todo, en Canadá. Al contrario,
puede fortalecer la creencia en el Gobierno canadiense, que no tiene
futuro en Cuba. No creo que estas desafortunadas declaraciones,
representen a la mayoría de los cubanos en el exilio.
Para mí, la presencia de esos países, es una fuerte garantía para el
balance de nuestro futuro.
Debo recordarles a ellos, que si hay un país en el mundo sustentando en
la Real Politik, ese país es Estados Unidos de América. Como dijo un
personaje norteamericano: "El negocio de Estados Unidos, es hacer
negocios" y, ese es un principio básico de las relaciones exteriores de
ese país. Otros también lo tienen. Y no hay nada que cambie esta
realidad. Ni las amenazas.
Asdrúbal Caner Camejo, Representante del PSC en Canadá
No comments:
Post a Comment