Monday, March 26, 2007

NADA NI NADIE VA A CAMBIAR MI MODO DE LUCHAR PACÍFICAMENTE

"NADA NI NADIE VA A CAMBIAR MI MODO DE LUCHAR PACÍFICAMENTE"...
ENTREVISTA AL EX PRISIONERO DE CONCIENCIA JULIO CÉSAR LÓPEZ
2007-03-26.
Juan Mario Rodríguez, Corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba

El pasado 3 de febrero fue excarcelado por las autoridades cubanas el
prisionero de conciencia Julio César López Rodríguez, después de 18
meses de encierro injusto, período en el que no se le instruyó de cargos
y sufrió la agudización de los problemas de salud que padece.

El prisionero fue detenido el 22 de Julio del 2005 en su domicilio y
trasladado con brutalidad hasta la unidad de la Policía Nacional
Revolucionaria (PNR) ubicada en 7ma y 62, municipio Playa."Con mala
forma me dijo el oficial de la Seguridad que no tenía derecho a hablar",
fueron las primeras declaraciones del prisionero de conciencia, quien
accedió a entrevistarse con éste reportero.

Periodista: ¿Qué condiciones carcelarias sufrió?

Julio César López: Estuve en 7ma y 62 un promedio de quince días bajo
unas pésimas condiciones de vida. Había un solo turco (hueco en el piso
donde se realizan las funciones vitales) para más de cien detenidos. Fui
trasladado a 100 y Aldabó posteriormente, donde permanecí hasta el 18 de
enero del 2006.

Allí me encerraron en una celda con tres reclusos, dos de ellos
delincuentes muy peligrosos acusados por homicidio y por robo a mano
armada en una casa. Una celda de 2x3, sin ventilación ni higiene, con
filtraciones de excrementos y orina desde el techo, provenientes del
baño de la celda de arriba. Fui torturado sicológicamente al igual que
mi familia, amenazado con ser condenado por la ley 88 (mordaza).

El día 15 de enero del 2006 me declaré en huelga de hambre, y el día 18
de enero me trasladaron a la prisión Canaleta en la provincia Matanzas,
por rebeldía. Allí me recibieron el teniente coronel Tápanez y el mayor
Brito. Tápanez es el jefe de esa prisión llamada "el monstruo blanco"
por ser una de las más represivas de Cuba.

Me dijeron que yo no podía tener contacto con ningún preso, que todos
los presos que yo tratara de capacitar y de atraer hacia mi iban a ser
sancionados también. En el penal me pusieron en una compañía de
"pendientes", donde no acepté el alimento porque estaba junto a presos
comunes de alta peligrosidad, personas a las que les estaban pidiendo 30
años por homicidio, por asesinatos, por violaciones.

Allí llegué con severos problemas de salud, problemas de la vesícula, de
úlceras, sarna y hemorroides muy severos.

A las tres semanas me llevaron al hospital del municipio Colón, una sala
conocida como la salita C, que parecía un establo. Me negué a quedarme
allí y fui devuelto sin recibir atención médica al penal.

Los abusos y los atropellos contra los presos son constantes. Golpizas,
mala alimentación y atención médica, falta de medicamentos, baños
tupidos, agua insalubre, brotes de diarrea y leptospirosis son las cosas
que allí vi diariamente.

P: Usted protagonizó varias huelgas de hambre.

JCL: Como le dije la primera fue el 15 de enero del 2006.Al cumplirse el
primer aniversario del Congreso de la Asamblea para Promover la Sociedad
Civil me declaré en huelga de hambre los días 20 y 21 de mayo del
2006.También en ese año en el mes de septiembre durante la celebración
en Cuba de la Cumbre de Países No Alineados. La última la realicé a
partir del 11 de enero del 2007 por espacio de ocho o nueve días
exigiendo que se nos hiciera juicio y que el gobierno aclarara nuestra
situación. Me fui a ver el oficial de la Seguridad, Orlando, y me dijo
que teníamos que esperar que el Consejo de Estado determinara, que no
había ningún tipo de acusación contra mi.

P: ¿Recibió muestras de solidaridad? ¿Por qué piensa usted que fue
excarcelado?

JCL: Tenemos que agradecerles a muchos hermanos de la oposición,
activistas, periodistas que siempre estuvieron preocupados por nuestra
situación dentro de las prisiones. A la Unión Europea y a los
congresistas de los Estados Unidos, principalmente a Lincoln Díaz
Balart, quienes exigieron al gobierno cubano nuestra liberación.

Nuestra liberación no fue un acto humanitario. Pienso que fue una
táctica del juego del gobierno buscando beneficios o acercamiento a la
Unión Europea que tanto se le ha distanciado.

P: ¿Cómo ve el panorama político y social de Cuba?

JCL: Es muy inestable. No se ve acercamiento del gobierno con el pueblo,
con la oposición. El pueblo cubano necesita que le muestren que ese
cambio que necesita es posible, y ese cambio tenemos que impulsarlo los
opositores.

P:¿Cómo marcha su recuperación?

JCL: Mi salud está muy deteriorada. Padezco hipertensión, problemas
circulatorios, estoy muy débil, sangramiento por úlceras. Me han visto
dos médicos y me han dicho que presento un cuadro clínico muy extraño.
Temo que me hayan inoculado algo en la prisión, alguna sustancia tóxica.

P: Planes futuros.

JCL: Continuar con la práctica de la desobediencia civil en las calles.
Además, como tarea primordial, rescatar la unidad de la oposición, unión
que existía en el 2004 y 2005.

P: Todo el trabajo que dio como resultado la celebración del Primer
Congreso de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil.

JCL: Efectivamente. Nosotros llevamos a cabo también el trabajo de
aseguramiento.

P: Comente sobre las políticas de los Estados Unidos y la Unión Europea
respecto a Cuba.

JCL: Creo que son muy acertadas. Debemos pedirles que traten de
conversar más con el gobierno exigiéndole que respete a la oposición, y
que divulguen por el mundo todo lo que está pasando en Cuba.

P: Alguna última consideración.

JCL: Exhortar a la oposición cubana, en nombre de todos los presos
políticos y del pueblo cubano, que se unan. Vamos a mirar hacia un
futuro mejor, sin odios, sin rencores ni venganzas. Reiterar que nada ni
nadie va a cambiar mi modo de pensar, mi modo de luchar pacíficamente
por este pueblo que admiro, quiero y al que me debo.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=9504

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