2007-03-01.
Roberto Miranda Díaz, Vice Presidente del MLC
Las artes plásticas en Cuba arribaron a su madurez, como resultado de la
culminación del proceso de formación nacional. La década del 20 del
siglo anterior fue prodiga en figuras, ópticas pictóricas y aprehensión
del entorno nacional.
La coincidencia con la época del nacimiento de la cubanía y de su
expresión plástica generó un compromiso que a la larga resultó difícil
de trascender para la hija artística de la joven nación.
La convulsión de los 30 y la monotonía de los 40 se reflejaron en la
creación. Pero el Golpe de Estado del 53, además de conmocionar a la
nación, echó a andar los vuelos pictóricos nacionales y la clarinada por
la libertad y la democracia fue lanzada por el "grupo de los once".
Desde posiciones estéticas nuevas en el panorama nacional y con un
manifiesto que abogaba por la libertad, se lanzaron a la vorágine
nacional de una manera sorprendente. Los siguió otro notable movimiento,
el de los "Diez pintores concretos".
En otra gran década creacional, la plástica cubana demostraba tener un
caudal infinito de fuerzas. Pero la noche dictatorial se extendió mas
allá del 31 de 1958 y los nuevos cesares decidieron ordenar a su imagen
y semejanza el mundo que construían sobre la demagogia y el terror. Un
mundo predecible e incoloro.
La implementación del "Realismo socialista", camisa de fuerza destinada
a ahogar las capacidades creativas de pueblos cubano (según Jardiel
Poncela", la dictadura es el sistema en el cual lo que no es
obligatorio, está prohibido), fue el primer paso del ordenamiento.
El ostracismo, los exilios interiores y exteriores, la cárcel y la
agresión a la integridad moral de los creadores que se oponían a
participar en la conformación del rebaño antiartístico, fueron el pan
diario de la nueva dictadura.
Muchos creadores valiosos fueron frustrados y otros tuvieron que pasar
al mundo underground o exilarse. El marasmo fue difícil de vencer pero
la corriente de oposición se fue articulando y hoy es un pujante
movimiento que se exhibe en galerías no oficiales (proscriptas muchas
veces).
Esta larga noche que vivimos está llegando a su fin y en este final la
plástica cubana también habrá puesto su cuota de héroes y represaliados,
marginados y contestatarios.
Los pinceles que reflejarán la aurora de libertad del pueblo cubano, por
suerte, ya están listos.
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