Monday, January 29, 2007

Incursiones en la Castropatologia

Incursiones en la Castropatología
2007-01-29
Alejandro Tellería Díaz, MD, PhD*

El verdadero estado de salud de Fidel Castro sigue siendo una
"incógnita" después de seis meses del cese de sus actividades producto
de una "misteriosa enfermedad". El gobierno actual persiste en su
postura inicial de no ofrecer información objetiva sobre las dolencias
del "máximo líder", ni sobre su estado evolutivo.

De momento, sólo se dispone de "filtraciones" aparecidas en varios
artículos del diario español El País, y de algún que otro comentario
vago o aislado de familiares del tirano, o de personeros de la nomenklatura.

En las sociedades modernas, todo paciente está respaldado por el derecho
a la privacidad de la información sobre la salud, o sea, el enfermo
puede fijar "ciertos" límites acerca de quiénes pueden tener acceso a la
información personal sobre su salud. Con todo, es también una sana
costumbre de esas sociedades libres y democráticas, que sus mandatarios,
o figuras políticas prominentes, traten de manera pública y transparente
cualquiera de sus percances de salud. Ejemplos recientes de esta
conducta no han faltado en los últimos tiempos, así se sabe por ejemplo
que, Laura Bush sufre de una lesión maligna en la cara; que Colin Powell
fue operado de cáncer de próstata; o que Ariel Sharon sufrió hemorragias
intracerebrales recidivantes, así como de consecutivas intervenciones
quirúrgicas y complicaciones médicas.

Fidel Castro está en todo su derecho de no hacer públicas sus dolencias,
sin embargo, recurrir a la argucia del "secreto de estado" para
restringir la información sobre su salud ha sido todo un consecuente
acto de chapucería revolucionaria. A estas alturas, ni los mismos
personeros del régimen se creen el cuento de que esa información pueda
ser utilizada por el "enemigo externo" -como ellos sostienen- para poner
en peligro la seguridad nacional; hubiera sido más elegante si el
comandante hubiese expresado que, por una cuestión de deseo personal, no
haría público nada referente a sus padecimientos.

Los verdaderos motivos de tanto secretismo descansan muy probablemente
en algunos de los rasgos psicopáticos del "máximo líder" (Vg.,
megalomanía y narcisismo), y al final, tanta campaña de omisión de
información, o incluso de desinformación activa, ha producido un efecto
contrario al deseado; o sea, más descrédito del régimen por la manera
tan torpe en que han tratado este asunto, además de "munición" abundante
para el choteo masivo que han desplegado varios de los que se oponen a
ese Gobierno.

Sobre diagnósticos de diverticulosis, o un posible cáncer no voy a
comentar, puesto que no es para nada profesional emitir un diagnóstico
sobre un paciente que uno no ha visto ni examinado. En relación a los
artículos de El País hay algunas cosas que aclarar: lo primero es que no
existe una certeza absoluta de que esas revelaciones sean ciertas. No
obstante, en el caso de que lo sean, o se acerquen a la verdad, dejo
saber a los interesados en la castropatología que pueden saciar su
curiosidad si realizan una pesquisa en Google, Wikippedia, u otros
medios de búsqueda; para mejor provecho aconsejo los siguientes temas y
el siguiente orden:

1) Insuficiencia de la Anastomosis (empate intestinal) tras una
Colostomía, 2) Peritonitis y Abdomen Apertum, 3) Sepsis, Síndrome de
Respuesta Inflamatoria Sistémica (SIRS) y Síndrome de Disfunción de
Múltiples Órganos y Sistemas (o Falla Multiorgánica), y por último 4)
Complicaciones a largo plazo de la Alimentación Parenteral y de la
Ventilación "Mecánica" (Vg., por medio de una traqueostomía); a
propósito de uno de los artículos de "El País", la colecistitis
alitiásica es una de las manifestaciones de la falla multiorgánica (el
que tenga buenos oídos ......), ¿Son estas las razones de por qué el
dictador no se ha mostrado en pantalla recientemente, como tampoco se
quiere mostrar a sus amigos o personalidades que le han visitado
últimamente?

Adicionalmente, me gustaría dejar caer algunos temas más sobre el
tapete que creo han sido distorsionados. Después de las revelaciones de
El País algunos medios se apresuraron a señalar que la medicina en Cuba
es mala. Eso no es cierto, tradicionalmente Cuba ha producido muy buenos
médicos. Una cosa es que la atención primaria, secundaria y terciaria
del cubano de a pie sea actualmente una catástrofe, pero otro bien
distinto es el panorama en lo referente a la atención médica que reciben
los que detentan el poder en Cuba; Fidel Castro podrá ser loco, pero no
es idiota para estas cosas, ya lo dije en aun artículo previo, el
comandante se ha rodeado de los mejores médicos con que cuenta el país.

En el supuesto caso de que fuese cierto que se le produjo una
peritonitis por un fallo de la anastomosis, pues señalo que esa es una
complicación que le puede ocurrir al cirujano más diestro; en el
hospital donde trabajo acuden al salón de operaciones de una manera
relativamente frecuente casos con un "abdomen apertum" producto de esta
complicación para un "lavage" (lavado, un proceder que se suele repetir
varias veces en un mismo paciente) o cambio del drenaje. El fallo de la
anastomosis es una complicación que sucede incluso hasta en individuos
jóvenes con un sistema vascular impecable (una buena cicatrización
depende de un buen riego sanguíneo), que no esperar entonces en un
individuo con 80 años.

Hace algunos años Selman (el cirujano del comandante) declaraba a la CNN
que Fidel Castro podría vivir 120 años; creo que los hechos demuestran
que estaba bien descaminado, y si por casualidad la operación inicial, o
todas las operaciones del "máximo líder" fueron efectuadas por él o
consultadas con él, pues entonces el castigo ha sido doble. Si
contemplamos que ahora -después de la aparente evolución tortuosa del
comandante- se le debe considerar como una especie de apestado, más aun,
después de que llamaran a consultar a Don Cremallera (García Sabrido),
si se descuida a lo mejor los más paranoicos del régimen lo deben estar
considerando como sospechoso de ser agente de la CIA.

Por el otro lado, hace algunos meses, el fantoche de Chávez andaba
diciendo lo siguiente sobre su mentor: "sale de noche a recorrer campos,
villas y ciudades" (¿Villas en Cuba?); ciertamente, la imagen que me
viene a la cabeza es macabra. Si el comandante en realidad tuvo (o
tiene) una peritonitis y andaba con un abdomen apertum, no me imagino
como podía salir a recorrer campos, "villas" y ciudades, ¿Acaso con los
segurosos atrás sujetándole las tripas?

Recalco una vez más que con este artículo no estoy emitiendo
diagnósticos ni pronósticos, sino simplemente haciendo algunas
consideraciones con el fin de demostrar que lo mejor que se puede hacer
en casos como estos es decir la verdad; como bien señalara Pablo
Alfonso: no hay enfermedades humillantes, aunque todas son lamentables.
Por último, para los que nos leen incorrectamente, me gustaría
puntualizar que no me alegro de que una persona con nombre de Fidel
Castro esté gravemente enfermo, de lo que si me alegro es que con un
tirano apartado de la escena política, quizá comience pronto a
desaparecer lo que él representó para su pueblo, esto es: opresión,
engaños y sufrimientos. Casi toda Europa saltó de alegría el día que
supo de la muerte de Hitler y la capitulación de la Alemania nazi. Cómo
no bailar de júbilo el día en que desparecen los tiranos.

Alejandro Tellería, Neurólogo con entrenamiento en Anestesia y Cuidados
Intensivos.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=8584

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