Verdades en los centros laborales cubanos

Verdades en los centros laborales cubanos

Por Aurelio Bachiller Álvarez

Bitácora Cubana, 17 de noviembre de 2006 – La Habana

Cuba, única nación no democrática del continente americano, donde los
trabajadores son excluidos, acosados y hostigados por el sistema
totalitario que impera en la isla, siendo el gobierno el único dueño,
patrón y "defensor" del destino laboral de nuestros conciudadanos,
organizando este sistema una gigantesca campaña a nivel nacional de
acoso moral, ideológico y político en todos los centros laborales del
país con el propósito de mantener un poder absoluto y dominante dentro
del pensamiento independiente y libre de nuestros trabajadores.

Las instituciones del estado utilizan una burda violencia laboral
resultando en una seria persecución a los que trabajan y sobre todo, a
los que tienen diferencias políticas o ideológicas con la sociedad
socialista. En cualquiera de los casos y con independencia de algún que
otro matiz, todos los términos laborales del gobierno hacen referencia
generalmente a los siguientes aspectos: fidelidad, revolución y socialismo.

En Cuba los medios de comunicación, todos oficiales, lanzan una
constante campaña a los trabajadores y trabajadoras muy nocivas para
vivir y reclamar sus libertades, estos mensajes y propaganda oficialista
inundan al trabajador en sus casas, calles y centros laborales
incitándoles a las libertades, la independencia y la revolución. Se la
hace creer a los hombres y mujeres que son los dueños de los medios de
producción y de los centros laborales.

Esta campaña se contradice desde principio a fin, es una torpe mentira.
No podemos olvidar que estas paradójicas mentiras se distinguen en la
contradicción absurda sobre todo, por ser un proceso de seducción para
captar las voluntades de los que trabajan. Cuando llaman a la
independencia se refieren a convertir a nuestros ciudadanos en objetos
dependientes del estado. Los medios de producción y centros laborales
son de propiedad de un hombre o grupos de hombres que se hacen llamar
estado, que dictan leyes y a su vez son dueños del sistema judicial. Los
sindicatos oficiales, únicos permitidos por el gobierno, también son
propiedad del estado que deben, según lo establecido, defender a las
masas trabajadoras pero que su función real es salvaguardar las
conquistas del socialismo como si fueran otra institución militar más.

Al trabajador cubano le hacen creer que la defensa de la sociedad
socialista es su única oportunidad de supervivencia y camino para le
bienestar colectivo e individual. El obrero se siente atrapado en la
red del totalitarismo, sin libertades políticas, ni económicas ni
derecho a pensar ni ser informado si un trabajador cuestiona o difiere
de lo establecido por el gobierno es catalogado como traídos o
contrarrevolucionario siendo en ambos casos muy peligroso para su
seguridad y manutención de su puesto de trabajo si un obrero es afectado
moral o económicamente por algunas de las medidas revolucionarias en su
centro laboral nunca podrá entablar demanda al exigir sus derechos
porque contra la revolución nada

Me tomé la libertad de escribir este artículo después de la detención de
la que fui objeto el pasado día tres de noviembre. Después de más de dos
horas de amenazas y preguntas por parte de dos oficiales de la Seguridad
del Estado entre los que se encontraba el conocido capitán Moisés, me
sentí como si yo fuera culpable de algo macabro, como si molestara o
obstaculizara el desenvolvimiento de las libertades sindicales en mi
país, siendo todo lo contrario. El movimiento laboral cubano se siente
atrapado en las buenas intenciones del estado que responde sólo a sus
intereses ideológicos, olvidando el derecho a las libertades que nos
pertenecen y con que nacimos todos. El movimiento sindical independiente
dentro de Cuba nace y ha producido frutos gracias a estas y otras graves
violaciones del estado para con los trabajadores de la isla y no le
rinde culto a ideas ni personas alguna que ignore los acuerdos y
convenios firmados por Cuba dentro de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) y las libertades sindicales, celebramos la exclusión de
nuestro país de la Confederación Sindical Internacional (CSI) estando
seguros todos de que muy pronto nuestra nación volverá a estar al frente
de las libertades y derechos del hombre en el continente americano.

http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=3327