Friday, November 24, 2006

Cruzando Palabras Con un Periodista Comprometido con la Libertad, Nathan Shachar

Cruzando Palabras Con un Periodista Comprometido con la Libertad, Nathan Shachar
2006-11-24
Alexis Gainza Solenzal

Hace tiempo que deseábamos conocer personalmente a Nathan Shachar, corresponsal para América Latina del Dagens Nyheter (Noticias del Día), el matutino más importante de Suecia. Con relativa frecuencia leemos, acompañados de la tempranera taza de café nordificado, sus noticias, crónicas y análisis, sobre disímiles sucesos acaecidos en el convulso "Nuevo Mundo". Cada vez, admirando más y más la objetividad, seriedad y pulcritud de sus escritos, labor que le ha granjeado el renombre de periodista respetable y respetado.

Ayer, (h)ojeando como de costumbre las páginas del diario al que nos subscribimos, nos topábamos con que el Sr. Shachar ofrecería una charla en la librería Hedengren, la mejor abastecida en Estocolmo -y probablemente en toda Escandinavia- de bibliografía forastera. La tertulia literaria no giraría empero en torno a los temas que Shachar ha acostumbrado a sus asiduos lectores; esto es, Ibero América y el Medio Oriente (el Sr. Shachar es sueco de procedencia hebrea, e incursiona con bastante regularidad en los entresijos del conflicto palestino-israelí).

La peña trataría más bien sobre Oscar Levertin (1862-1906), un poeta sueco-judío cuya vida, obra y tiempo su "heredero" recogiera en un libro recién sacado del horno linotípico: Fuego de sangre y añoranza nórdica. Oscar Levertin y su tiempo (en sueco: Blodseld och nordisk längtan. Oscar Levertin och hans tid). "Bienaventurado los que no tienen miedo de esconder aquello que no saben", ha plasmado el brasilero Coelho en alguna cuartilla del siempre recomendable El Zahir. Nosotros, siguiendo su sabio consejo, admitimos que poco o nada sabemos de poesía y tanto menos de la procreada en la adoptiva Tierra de Nobel. Así que, cual obedientes pupilos, con los entendimientos abiertos de par en par, escuchamos la plática del Sr. Shachar.

En uno de los estrechos pasillos de la laberíntica librería, además de sus adyacentes desagües, se agolparon unas cincuenta personas, la mayoría de la tercera, cuando no cuarta edad (el promedio de vida en Suecia es bien alto). Ellos y nosotros estuvimos meticulosamente atentos a accidentes e incidentes de la vida y obra de Levertin, entre otros, su repulsa a los cánones puritanos de la sociedad de sus días (por ejemplo, al hecho de que las féminas no pudieran tener relación libidinosa prematrimonial, algo que sufriera en carne propia durante un noviazgo de siete años, ¡sic!); su indiferencia casi total al "problema judío", materia que debía conocer al dedillo pues leía aplicadamente la prensa francesa y alemana de la época; su vaivén literario entre las corrientes romanticistas y naturalistas de la poesía, bajo las influencias de cofrades contemporáneos …

No faltó tampoco en el plato de Shachar el manjar picante. Como fuera, por acaso, su referencia al trato -primero de profunda admiración y luego de incurable odio- que el más famoso escritor vikingo, August Strindberg, le "confiriera" al colega de letras; o la enigmática defunción del enfermizo poeta por vía de envenenamiento, tragedia que incluso arrojaría una sombra tenebrosa sobre su entonces esposa… Agotadas las anotaciones que el orador traía para la tertulia, le cedió la palabra al "longevo" público. Suele ocurrir con bastante regularidad en reuniones de esta índole que quienes preguntan, o ya saben la respuesta o simplemente quieren certificarla con sello de agua. "Totalmente correcto", se le oída decir al escritor una y otra vez, aderezando no obstante la "réplica" con alguna anécdota pintoresca.

Así las cosas, llegó la hora de autografiar el libro reseñado; una fila "india" se dibujó automáticamente en la dependencia librera. Con total parsimonia, dedicándole tiempo a cada admirador, el Sr. Shachar, ora estrechaba manos pálidas, ora repartía besos silentes. Éramos los últimos en la cola y en cierta medida las voces discordantes, pues nos tocó cambiarle, como decimos en cubano, "de palo pa' rumba"; es decir, de los anales de la calmosa lírica escandinava, a la agitada contemporaneidad de nuestro continente, y en especial del terruño patrio. (Esto, sin contar que hablaríamos en lengua cervantina, idioma que por cierto el Sr. Shachar domina impecablemente).

Empezamos expresándole nuestro respeto por la manera franca y valiente con que afronta el muchas veces controvertido y controversial tema criollo. Rápidamente descubrimos en nuestro interlocutor a la persona cuyas ideas, sostenidas y proclamadas a la luz pública coinciden totalmente con las manifestadas en el orden privado (y viceversa). Hablamos, entre otros tópicos, de la difícil situación que hoy vive Cuba previo el inevitable desenlace falta del dictador Fidel Castro; de las trabas impuestas a periodistas extranjeros que desean cubrir noticias en el país; de la vitalidad de un hombre que ambos hemos tenido el privilegio de entrevistar: el legendario (ex) comandante de la revolución Huber Matos; de la frivolidad –fue su palabra; más precisa no podía ser- de ciudadanos de la democrática Suecia ante las ansias democráticas de los cubanos; de cierta organización procastrista de estos lares (cuyo nombre no quiero acordarme), que, en palabras de Shachar, constituyen la filial sueca de la KOMINTERN…

En ese ambiente de comunidad de inquietudes y aspiraciones, tuvimos a bien obsequiarle al Sr. Shachar las últimas cinco ediciones de la revista Misceláneas de Cuba (No. 5-6, septiembre – diciembre 2005, No. 1-4, enero-agosto, 2006). Además, le firmamos nuestro modesto libro Cuba vista desde el exilio (en sueco, Kuba sett ur exilen, Editorial SILC, 2004): "Para Nathan Shachar, un periodista ejemplar, con la esperanza de una lectura provechosa. Cordialmente, Alexis." Él, por su parte, nos subió la parada autografiándonos su más reciente obra: "A Alexis, un luchador por la libertad. Un abrazo, Nathan." Cuando casi nos despedíamos, luego de aceptarnos generosamente unas instantáneas, nos pidió cuidado con la rúbrica de nuestro escrito, pues el enemigo le acechaba en cualquier esquina. Esperamos la de esta humilde crónica no le provoque sobresalto alguno.

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Nota del autor: En este sitio puede encontrar algunas reseñas que se han hecho de los trabajos periodísticos de Nathan Shachar con respecto a Cuba, así como comentarios nuestros publicados en el Dagens Nyheter a raíz de escritos de nuestro colega. Solamente debe buscar por el nombre: Nathan Shachar.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=7911

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