Wednesday, July 05, 2006

Vision de la pesadilla cubana

Visión de la pesadilla cubana

Obsérvese como el caso de Cuba se ha ido convirtiendo en un negocio de
viejos. Varias generaciones han desaparecido en los cementerios sin pena
ni gloria. Los que quedan son supervivientes. Me refiero a Miami, que es
un vasto almacén de ilusiones. Los ochenta es la edad promedio. Lo
admirable es que no han cedido, no han dejado de hablar, se mantienen
firmes en sus convicciones. No importa lo disparatadas que puedan ser.
Hablan de exilio cubano como si fuera una fuerza, sin darse cuenta de
que el enemigo principal ya no es Fidel sino la edad, los fracasos, los
achaques. Uno oye las voces temblorosas de los cubanos viejos que salen
por la radio y no puede contener la angustia. Hay un cubano viejo que
todos los lunes planifica el futuro con una precisión asombrosa.
Sospecho que el hombre hasta ya ha redactado una nueva Constitución para
implantarla tan pronto tome el poder. No le falta un solo detalle. No
comprendo porque Dios (en el caso de que realmente exista) no se ha
apiadado de los cubanos que llevan ya tantos años soñando con la libertad.

Pero no se trata de un fenómeno exclusivo del destierro. Yo tengo la
experiencia de Cuba. Fidel Castro, que dentro de poco llegará a los
ochenta años, es también un loco que sigue soñando con poder eterno e
intransferible. Se está cayendo a pedazos. La voz es de ultratumba. Pero
sigue soñando con un liderazgo universal. O, mejor, con un poder que
abarque toda la América. Es el sueño de Bolívar. A Fidel no le importa
que el pueblo de Cuba se esté hundiendo en la miseria y la soledad. Lo
que le interesa es lo que puedan pensar los latinoamericanos. Cuba es
hoy una isla de fantasmas. Los que gobiernan con Fidel (suponiendo que
eso pueda llamar gobierno) son como fantasmas. Algunas veces Fidel los
reúne a todos y entonces el que habla es Fidel. Los demás escuchan con
temor. Tal vez temen que se les vea el rostro lo que están pensando. En
el gobierno de Castro, sus servidores tienen que pensar lo mismo que
piensa el amo, es decir, Fidel. No solamente tienen que obedecer sino,
además, tienen, que pensar lo mismo que el superior. Es algo que le
viene a Fidel de su educación en el Colegio de Belén. Fidel ha llegado a
convertirse en un San Ignacio criollo. La revolución no es un ideario
sino una cartilla. Lo mas importante en el régimen de Cuba es la
obediencia. No se trata de comunismo. Eso quedó en el pasado. Lo que
importa es la lealtad al postulado del dueño de la pobre isla.

Hace años, muchos ya, cuando yo vivía y trabajaba en la isla, llegué a
tener una visión profunda de la vida cubana. Tuve muchas experiencias y
penetré bastante en las esferas del poder. Había algo de magia en el
poder de aquellos tiempos. El poder eran tan corrupto, tan insensible,
tan ajeno a la realidad del país, que yo me decía a mi mismo que algo
tenía que pasar alguna vez para que el país se arreglara. Alguna
catástrofe, algo imposible de pensar. Cuando yo tuve que abandonar la
isla en el año 1953, a los pocos días del asalto al Moncada, yo me sentí
liberado de un gran peso. No sentí el destierro como una tragedia sino
como un alivio de la conciencia. Cuba, ya en 1953, era opresiva. No fue
algo consciente. Fue un impulso de fuga un anhelo de liberarme del peso
de ser cubano. Mi intuición me estaba alertando sobre el futuro terrible
que iba a tener aquel país. Casi adiviné la barbarie. Fidel apareció en
1953 como un castigo para el país. Esos 47 años (hasta ahora) han sido
como una limpieza para el pueblo de Cuba. Como un castigo. Una fuerza
extraña y misteriosa empujó al pueblo de Cuba a los brazos del hombre
que iba ser el agente del castigo. Todo lo que ha ocurrido en Cuba,
desde 1953, es misterioso, y alucinante.

Es absurdo que todavía, a estas alturas, el pueblo de Cuba se vea
amenazando por un hombre de casi ochenta años y otro, su hermano, de
setenta y cinco. Es como una maldición. Los dioses, si existen, debieran
entender que ese pueblo ya ha sufrido demasiado y merece un descanso.

http://www.eldiariony.com/noticias/columnistasdetail.aspx?sectionid=48&txtid=1441438

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