TURISMO SOLIDARIO
Si vas a Cuba, ve bien
Por Ricardo Carreras Lario
Cartel editado por REPORTEROS SIN FRONTERAS (archivo).
La imagen que mucha gente ha comprado de Cuba es la de un paraíso
virgen, de playas limpias y aguas cristalinas, habitado por un pueblo
amable y simpático. Son las fotos y descripciones que aparecen en las
guías turísticas usuales de Cuba.
La Lonely Planet describe Cuba de la siguiente guisa:
"Playas bañadas por el sol, automóviles clásicos, música legendaria y
cigarros de fama mundial; Cuba no tiene parangón. El viajero disfrutará
de la animada vida nocturna de La Habana y de la tranquilidad de las
plazas de Holguín; además, se entusiasmará con los monumentos
revolucionarios de la isla. Esta incomparable guía permite entrar en
contacto con la auténtica Cuba".
Pero hay otra realidad más auténtica de la que se no hablan en esa guía
ni en otras. Es menos visible. Por supuesto, los guías turísticos
oficiales tampoco nos hablarán de ella. Es la de los cientos de presos
de conciencia que se hacinan en las mazmorras del castrismo por defender
la democracia; la de sus familias, que viven en condiciones deplorables
y pasan innumerables apuros para llegar a fin de mes; la de los
activistas de los Derechos Humanos que viven bajo el acoso del Gobierno;
la de la emergente sociedad civil cubana, que cobra vida en bibliotecas
independientes e iglesias apenas toleradas por el régimen.
Hablamos de miles de personas que sufren por el bienestar de su país,
por hacer valer los derechos que ya tenemos en los países democráticos y
por lograr una transición pacífica a la democracia. Miles de personas
que padecen represalias por sus ideas y que viven todavía peor que el
cubano medio.
Miles y miles de visitantes pasan cada año al lado de esta realidad,
pero no la ven. Esos cubanos son invisibles para la mayoría. No han
visto sus rostros.
Nuestro objetivo, al lanzar la primera guía turística y solidaria de un
país, es precisamente ese: que los viajeros que van a Cuba vean esa otra
realidad y se solidaricen con esas personas. De ahí el lema de nuestra
campaña de promoción: "Si vas a Cuba, ve bien". Ve bien y verás todo lo
que el Gobierno cubano trata de ocultar a los ojos del mundo. Ve bien y
solidarízate con esos otros cubanos. De esa forma, el viajero conseguirá
además ir bien.
La guía incluye algo de información turística sobre la Isla, con
curiosidades de cada provincia y, sobre todo, copiosa y detallada
información de contacto con los prisioneros políticos y sus familias,
los activistas por los Derechos Humanos, las iglesias y las bibliotecas
independientes. Una gran cantidad de información que el viajero
solidario puede usar para apoyar a algunas de estas personas y
enriquecerse como ser humano. Puede llevarles medicinas, libros,
alimentos o ropa. Puede llevarles una sonrisa comprensiva y el aliento
de saber que no están solos, que en España, a mucha distancia, hay gente
que sabe que están sufriendo.
Así podrá ejercer la verdadera solidaridad, la que denota una firme
adhesión a la causa digna y noble de otros. No la solidaridad mal
entendida, que se adhiere a causas que no la merecen. Esa es la de todos
aquellos que han sido o son solidarios con gobiernos dictatoriales como
el cubano. Ya sean solidarios "ilusos", que piensan que el Gobierno
cubano representa a los cubanos; "ideológicos", anclados nostálgicamente
en la Guerra Fría; "fascinados" con la personalidad del dictador, como
Steven Spielberg o García Márquez; "agradecidos" de estómago o de
silencios; o quienes se adhieren al Gobierno cubano por el
neocolonialismo de pensar que los cubanos no podrían gestionar una
democracia. A todos ellos les recordamos que se adhieren a un Gobierno
que reprime a los cubanos. Que se solidarizan con una pequeña élite de
jerarcas militares que viven en la abundancia mientras la inmensa
mayoría de sus compatriotas malviven en la extrema pobreza. Les decimos
que se han unido a una causa injusta.
No deseo que estos soldurios de esa dictadura militar se suiciden cuando
muera su caudillo, como hacían los soldurios ibéricos –los devoti– al
perder a su señor –clientela militar y religiosa conocida como la
devotio ibérica–. Lo que deseo es que vivan muchos años y se den pronto
cuenta de que sus buenas intenciones –los que todavía las tengan– son
dignas de mejor causa.
Quizás sean ellos los que se entusiasmen con los "monumentos
revolucionarios de la isla", como dice la guía de Lonely Planet, pero el
viajero verdaderamente solidario se entusiasmará al aliviar el
sufrimiento de los que luchan pacíficamente por una Cuba democrática, o
de los que tienen al esposo o al padre injustamente encarcelado por
querer lo mejor para su país. Todas estas personas son los monumentos
más valiosos de Cuba: obeliscos de dignidad, templos de decoro y
castillos de coraje.
Ricardo Carreras Lario, presidente de Solidaridad Española con Cuba.
NOTA: La guía puede descargarse gratis en la página de Solidaridad
Española con Cuba.
http://libros.libertaddigital.com/articulo.php/1276232072
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