Olivera Entre Tres y Dos

Olivera Entre Tres y Dos
2006-04-06

Abril 5 del 2006

Según noticias recibidas por distintos medios alternativos, la
sistemática ofensiva de las autoridades cubanas contra el periodista
independiente Jorge Olivera Castillo, perteneciente al Grupo de los 75,
raya lo indecible.

Por enfermedad le conceden la estrambótica Licencia Extrapenal, el
diciembre del 2004. Como adivinaba lo que sería su vida desde entonces,
comenzó a arreglar los papeles para abandonar el País.

Mientras, y como Director de la Agencia Independiente HabanaPress,
transmitía y trasmite noticias y comentarios sobre la realidad cubana.

Hasta ahí, todo iba bien, en la espera de su momento de salida. Pero el
cuello de botella se tupió, cuando Inmigración (recuérdese que ese
departamento pertenece al Ministerio del Interior de Cuba), le tiene
retenida al documento conocido como la Tarjeta blanca, con la cual,
obtiene el permiso para poder irse. Lógico, Olivera Castillo protestó
por todos los medios posibles para conocimiento de esta acción que iba
en contra de sus derechos como establece las leyes cubanas.

Y por supuesto, esta indocilidad, motivó que fuese citado por la
Dirección Municipal de Salud, donde para rematar el clavo, le
comunicaban que: si no se integraba a la sociedad a través de un
trabajo, peligraba su libertad extrapenal.

Pero este comentarista, que no entendía muy bien la situación de la tal
comunicación, se auto preguntaba el por qué, cuando es sabido por todos
que una persona se presenta para abandonar el país, lo primero que le
ocurre, es separarlo de su centro laboral. A excepción de los médicos,
que son trasladados de sus hogares durante tres años como castigo.

Por lo tanto, no le dan a Olivera la dichosa Tarjeta. Ahora tiene que
trabajar para el Estado. Y suponemos que el mal que le aqueja, una
gastritis producida por el estrés en que ha vivido desde que optó por el
camino de la oposición al régimen y que se acentuó desde que entró el
prisión en abril del 2003, los resultados para su salud serán todavía
mayores.

Por eso, ateniéndome al título de este comentario, Jorge Olivera
Castillo, se encuentra entre tres y dos, que de seguro, el que saldrá
más perjudicado, será él y nadie más.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5123