Los Comunistas y su Especial Concepción de la "Democracia"
2006-04-12
El siglo XX parió dos grandes engendros: La “peste parda” y… la “peste
roja”. Sobre la primera enfermedad del intelecto – su forma de
raciocinio y actividad social- no caben dudas a la inmensa mayoría de
los cronistas y público en general; sin embargo; sobre la segunda
patología social se tiende un manto de invisibilidad, similar al que las
tradiciones irlandesas atribuyen al dios Angus. Sólo que a diferencia de
la deidad Celta, el manto no se utiliza para proteger a los desvalidos,
sino para timarlos y por supuesto no es amor lo que identifica a esta
tendencia.
Elucubraciones “teóricas” aparte – créanme, la inmensa mayoría de los
dirigentes comunistas han sido y son verdaderos analfabetos de la
“teoría científica” que dicen defender- la práctica social, la Historia
con mayúsculas, demuestran que la similitud entre fascismo y comunismo
es algo más que una mera semejanza entre estructuras de dominación social.
Ambos sistemas parten de supuestas “premisas científicas”, ignorando a
voluntad que el pensamiento filosófico –incluso sin aberraciones- es de
hecho una forma de pensamiento especulativo, tan válido como forma de
análisis como lo puedan ser el pensamiento religioso o el propio
conocimiento científico… sólo que no se le deben atribuir a los
resultados del pensamiento filosófico la calidad de pruebas que suelen
identificar a las verdaderas conclusiones científicas.
Los científicos someten a la experimentación sus hipótesis y sólo
después de múltiples verificaciones las elevan a la calidad de tesis;
los políticos devenidos en filósofos suelen ejecutar monstruosos
experimentos sociales sólo para “demostrar” tesis conclusas antes de
iniciar el experimento, de hecho utilizan lo que en la forma de
pensamiento religioso se suele identificar como dogmas, es decir,
verdades aceptadas a priori y cuyo valor probatorio radica en la propia
existencia del emisor. En ese sentido los políticos totalitarios juegan
al rol de Dios.
Poco importa que las concepciones de cada tipo de peste difieran
formalmente entre sí, poco importa si la exclusión que implantan es de
tipo racial, nacional o clasista; los resultados son los mismos,
penalidades, miserias, sufrimiento y muertes.
Ahí están los datos, los hechos que deberían ser inobjetables si el
manto de Angus no se extendiera sobre ellos para proteger los intereses
de una clase política que se hace acompañar de una inmensa legión de
tontos útiles.
El régimen estalinista generó muchos más muertos en el territorio de la
extinta URSS que los provocados por el propio horror de la invasión
Nazi; es más, el tantas veces negado oficialmente pacto secreto
Ribentroph – Molotov, sigue siendo un “pecado” oculto bajo la alfombra,
a pesar de los algo más de cinco millones de víctimas que generó el
reparto de Polonia entre la Alemania de Hitler y la Unión Soviética de
Stalin. Por suerte el nuevo miembro de la UE no olvida; ¡sería criminal
pedirle olvido al pueblo polaco!
No ha existido ningún estado comunista que haya aplicado en los
territorios bajo su control un régimen democrático. Todos parten de un
silogismo originado en un dogma filosófico; “democracia” significa
“poder o gobierno del pueblo” y según la teoría que suelen alegar, el
“pueblo” es el “proletariado” es decir una parte de la sociedad, pero
por arte de birlibirloque ese pueblo está representado en una élite que
todo lo sabe y que en el mejor de los casos acude a “elecciones” propias
con candidatos únicos predeterminados y a los que constituye una “acción
enemiga” no apoyar.
Poca memoria demuestra Europa al olvidar la historia reciente, entre la
enseñanza de una Historia Antigua o Medieval –privilegiada en los
planes de estudios- y la enseñanza de la Historia Contemporánea
–prácticamente inexistente fuera del ámbito de la Historia nacional-
existe un espacio, el mismo espacio que existe entre los orígenes y el
desenlace de una civilización; el espacio entre la Gens germana y el
Auschwitz nazi, entre la Rus de Kiev y el Gulag soviético, entre
Atapuerca y la Cruz de los Caídos.
Poca memoria para un territorio que hace apenas 17 años vivía temeroso
de las concentraciones de blindados enemigos en sus fronteras
orientales. Muy poca memoria para un continente que ha tenido tantos
altos y bajos en su devenir histórico y que ha aportado tanto bueno
–cultura, avance tecnológico- y malo –destrucción y muerte- a eso
que solemos llamar Civilización.
Ningún sistema social o estado de bienestar económico es irreversible,
se le ha de cuidar, mimar, pero sobre todo se le ha de entender. Ignorar
que existen fuerzas que desde dentro de la cultura occidental siempre
han trabajado para destruirlas basándose en supuestas supremacías
ideológicas, es ceder un terreno que quizás no se logre recuperar nunca.
Los cubanos lo tenemos claro; otro tanto lo tienen los pueblos del
antiguo “campo socialista”. Los partidos comunistas simulan entrar al
juego democrático, pero sólo en su provecho. Son además maestros de la
propaganda política y la simulación, capaces de hacer ver a un tirano
como héroe, a un asesino como mártir, a un país empobrecido, despojado
de su libertad y decoro como un ejemplo a seguir, a un aliado como enemigo.
La situación de los Derechos Humanos en Cuba debiera ser sobradamente
conocida, al menos para los integrantes de un parlamento democrático; al
menos para la totalidad de un parlamento que como al español le sobran
vínculos de todo tipo con la nación cubana. Sin embargo hemos visto con
horror, aunque no con extrañeza que el voto de los comunistas y los
verdes –estos últimos no parecen haberse enterado de los disparates
ecológicos del “campo socialista”, Cuba entre ellos- repito, hemos visto
como el voto de esta ínfima representación del pueblo español ha
paralizado una moción de condena a la violación de los derechos de los
cubanos.
Según las notas aparecidas en la prensa española: “Durante el debate de
la iniciativa, la diputada de IU Isaura Navarro reconoció que el sistema
cubano 'es mejorable' pero apostó por colaborar en la modernización de
Cuba 'sin injerencias', al tiempo que acusó al PP de no estar preocupado
por los derechos humanos sino 'por el socialismo', 'defendiendo los
intereses mesiánicos de EEUU'. … “Apoyó esta postura el diputado del BNG
Francisco Rodríguez, quien destacó 'el silencio' del PP hacia la
violación de derechos humanos en Guantánamo”.
Es decir más de lo mismo, la estrategia de apoyo a la dictadura cubana
pasa por reconocer que “existen problemas”, “que es mejorable” etc, para
inmediatamente tirar de argumentos hartamente utilizados, a saber;
antiamericanismo, desvío de la realidad cubana hacia estados
comparativos - reales o supuestos- con otros problemas
internacionales, identificar la cruel tiranía de la Isla con un simple
problema de “modernización” del estado y por último desviar la atención
hacia el enfrentamiento interno entre partidos políticos españoles. Y
ahí queda todo.
Nada más se puede esperar de quienes refrendan en sus manuales la
utilización del estado de derecho democrático como una forma de alcanzar
el poder para luego “transformar” la sociedad, es decir para luego
implantar la “dictadura del proletariado”, la abolición de la propiedad
privada “sobre los medios de producción”, pero que termina siendo la
abolición de la propiedad hasta del cepillo de dientes, terminando por
abolir absolutamente todos los derechos de la población, por cierto al
que están acostumbrados los ilustres votantes simpatizantes de Castro,
no en balde algunos de ellos recibieron educación en Cuba.
Si algún día el pueblo español dejara llegar al poder a esa izquierda
trasnochada se enteraría del verdadero significado de la palabra
“dictadura”. Esperemos que no suceda, mientras tanto sólo se nos ocurre
pedirles a los ilustres políticos que se vayan una temporada a vivir en
Cuba, sin euros, claro y sin becas ni recibimientos oficiales del
gobierno de la Isla, como un cubano de a pie, va y a lo mejor les gusta.
Sólo les daría un consejo, para sobrevivir allí, ¡punto en boca!, decir
lo que se piensa es un feo hábito burgués ¿o no?. Mientras tanto los
demócratas cubanos tomamos nota y no precisamente en una tabla de hielo.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5174
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