Fernando Ravsberg
La Habana
El próximo domingo vence el plazo de cuatro meses que se auto impuso el
gobierno cubano para liberar a los 52 presos políticos detenidos en la
primavera del 2003, algunos condenados a penas de más de 20 años de prisión.
La mayoría de ellos ya fueron excarcelados y salieron rumbo a España
junto a sus familiares. Sin embargo, quedan en la cárcel 13 presos que
no están dispuestos a abandonar el país o que quieren salir directamente
a Estados Unidos.
Algunos sectores de la oposición han manejado estas excarcelaciones como
"destierros", pero hasta el momento ninguna fuente disidente confirma
que los presos fuesen amenazados con permanecer en prisión si no
aceptaban irse del país.
De hecho todos los opositores y familiares consultados por BBC Mundo
confían en que estos presos saldrán de prisión en breve. Algo que no
pudo ser confirmado porque las autoridades gubernamentales nunca
respondieron nuestra solicitud de información.
Tensa espera
BBC Mundo entrevistó a la doctora Lidia Lima, esposa del economista
Arnaldo Ramos, detenido en el 2003 y condenado a 18 años. Él es el preso
de más edad -67 años- y uno de los que se niega a viajar al exterior.
La señora Lima nos explica que "nosotros nunca hemos pensado abandonar
el país, en primer lugar porque somos gente mayor y yo estoy enferma. En
esas condiciones es difícil empezar de nuevo en otro lugar".
Lidia asegura que no tienen ninguna información sobre fechas. "Raúl
Castro dijo que serían liberados antes del 7 de noviembre", nos dice y
agrega que "a estas alturas esperaba que mi esposo ya estuviera en casa".
Nadie les dice nada, ni el gobierno, ni la Iglesia Católica ni la
embajada española le dan respuesta sobre el destino de su esposo pero
ella es optimista, "tengo la esperanza de que el gobierno cumpla su
palabra", nos dice.
La reinserción
Óscar Espinosa Chepe es también economista y fue detenido en el 2003,
pero unos años después se le excarceló por razones de salud. Él también
cree que "serán liberados porque fue un compromiso que el gobierno hizo
con la Iglesia".
Espinosa tiene contacto telefónico con los presos y asegura que se
mantienen en la misma postura. "He hablado con varios de ellos. Hace
unos minutos Eduardo Díaz me llamó desde la prisión de Pinar del Río, y
me confirmó que no quiere irse de Cuba".
"Es verdad que hay presión sobre los presos para que se vayan pero al
final los liberarán", nos dice y cuenta que "a nosotros nos citó
Migración y también se nos ofreció salir definitivamente del país,
dijimos que no y seguimos aquí".
Óscar Espinosa recuerda que cuando salió de prisión le tocó vivir
momentos duros. "Hubo vecinos que dejaron de saludarme, perdí viejos
amigos y algunos familiares se alejaron para siempre. Aún hoy me resulta
doloroso", nos dice.
También vivió algunos inconvenientes legales, "la jueza me llamó para
comunicarme que no podía salir de La Habana sin pedirles permiso y me
presionó para que trabajara, algo muy simpático dado que yo tengo ya 70
años".
El Presidente de la opositora Comisión de Derechos Humanos, Elizardo
Sánchez, también espera que en breve se produzcan las excarcelaciones de
los presos que se quedan en Cuba pero no arriesga fechas porque "el
gobierno no es muy dado a atenerse a plazos estrictos".
"El gran ganador en toda esta operación de excarcelaciones es el
gobierno", nos dice Sánchez y explica que de esta forma "liberan el
lastre de tantos presos de conciencia y mejoran su propia imagen ante la
comunidad internacional".
"Es una operación a 3 bandas, la Iglesia Católica, el gobierno cubano y
el de España. Pero es un triangulo asimétrico, en el cual el gobierno de
Cuba lleva la voz cantante y los otros 2 ni siquiera pueden proponer,
son meros tramitadores".
Cree que al final de este proceso podrían ser excarcelados todos los
presos políticos. "Esto nos permitiría trabajar en la promoción y
defensa de los derechos políticos, civiles, económicos y culturales de
la población. Nos estamos preparando para eso"."
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