Osmar Laffita Rojas
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubante.org) - En los primeros años de la
década de los sesenta del pasado siglo, los gobernantes cubanos
incitaron a sus seguidores a que la emprendieran contra aquellos que no
compartían su pensamiento. Como resultado de ese vandalismo, fueron
expulsados de las universidades aquellos que no comulgaban con el
criterio oficial.
Se desató una cacería en la que primaron el odio y la intolerancia de
todo tipo. Todo lo que se hablaba, leía y escuchaba estaba marcado por
el miedo a no señalarse. Los policías se ocuparon de sembrar la doble
moral, la simulación, la delación, el oportunismo y los actos más
innobles, propios de individuos enfermos.
Actualmente, miles de hombres y mujeres, egresados de las universidades
y los institutos tecnológicos, no tienen la posibilidad de conectarse a
las redes de comunicación contemporáneas. Sólo el 7 por ciento de la
población tiene acceso a Internet, la cifra más baja del hemisferio
occidental, lo que también es una suerte de terror ejercido contra la
nación.
El mundo avanza y Cuba retrocede, empecinados sus líderes en el
inmovilismo. Para asombro de todos, los ancianos dirigentes enarbolan
otra vez las banderas de la preparación política e ideológica en los
procesos docentes y educativos en las universidades cubanas. Con tan
desfasado método pretenden, según dicen, liquidar las actividades
subversivas del enemigo en las aulas universitarias.
El ministro de Educación Superior, Miguel Díaz, dejó claro otra vez que
las universidades son para los revolucionarios y que los recintos
universitarios deben ser estremecidos con un trabajo político-ideológico
profundo y sistemático.
Tales conceptos forman parte de la tesis de la delegación cubana durante
el examen periódico universal del Consejo de Derechos Humanos, en su
cuarto periodo de sesiones, efectuado en Ginebra del 2 al 13 de febrero
de 2009. Los 104 países presentes en el debate votaron por la
permanencia de Cuba en el citado Consejo. "El ejercicio –dijo Díaz-
permitió exponer nuestras experiencia y buenas práctica en la promoción
y protección de los derechos humanos".
El gobierno cubano muestra otra vez su doble moral en cuanto a los
derechos humanos, cuando negó la visa a 30 estudiantes universitarios,
finalistas entre 750, para visitar en calidad de becarios los Estados
Unidos; becas promovidas por la Oficina de Intereses de USA en La
Habana. Fue consecuente con el actual proceso de purga y controles
ideológicos que se aplica en las universidades, y que recuerda los
peores momentos de etapas que muchos creían superadas.
Fieles a sus métodos de purga, los policías ideológicos desataron su
furia contra estos jóvenes, cuyo único delito fue solicitar una beca. El
castigo: la expulsión de los 30 estudiantes del sistema de enseñanza
universitaria.
Esta es la Cuba que, dice el gobierno, respeta y promueve los derechos
humanos.
Cuba: Purgas al por mayor (1 October 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/octubre09/01_C_4.html
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