Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - ¿Alguien se ha preguntado
cuál sería el precio a pagar si a un periodista, alineado o no con el
régimen se le ocurriera lanzar sus zapatos contra el presidente Raúl
Castro? O peor aún, si fuera contra el proveedor número uno del Estado
cubano, el mandatario venezolano Hugo Chávez, de visita en Cuba.
Estaríamos ante un delito de atentado político, sin dudas, y eso se paga
con una "sentencia a criterio" dictada al más alto nivel.
¿Cuál sería el veredicto de la fiscalía si algún periodista
independiente lanzara improperios en lugar de zapatos contra algún
funcionario del régimen? La sanción es conocida de antemano, al menos
por quienes promueven la democracia y los derechos civiles en Cuba.
El pasado 15 de septiembre el periodista iraquí Muntadhar al-Zeidi, que
lanzó sus zapatos al ex presidente norteamericano George W. Bush en
diciembre de 2008, salió en libertad tras cumplir nueve meses de
prisión. Tres años de privación de libertad fue la sentencia inicial
impuesta al comunicador.
Muntadhar se convirtió en paradigma del antiimperialismo para los
gobernantes cubanos. Este "ídolo" del mundo árabe es destacado por la
prensa oficial en Cuba como fiel exponente de las tradiciones iraquíes.
Sobre él, la periodista Juana Carrasco, en su comentario Comedia y
tragedia de lanzadores de zapatos, publicado el martes 22 del presente
en el periódico Juventud Rebelde (1), dice: "Esa fue la parte de la
comedia. Pero Al-Zeidi, quien protestó de esa manera tan original
–aunque apegada a las tradiciones de su país de mostrar los zapatos en
señal de total desprecio –contra el baño de sangre en que el mandatario
yanqui había sumergido a su país, pasó nueve meses en prisión, y allí
fue torturado".
Si de torturas o condenas arbitrarias se trata, ¿qué tenemos sobre
nuestros 17 periodistas independientes que sufren prisión desde la ola
represiva desatada por Fidel Castro en marzo de 2003?
¿Por qué no dicen los medios oficiales que el periodista Normando
Hernández, arrestado y procesado en los juicios sumarios de 2003, aún
permanece tras los barrotes de Kilo 7, en Camagüey? Normando no puede
experimentar peor tortura que la de vivir cautivo, alejado de su familia
y aquejado de problemas gastrointestinales e hipertensión.
Qué decir del periodista independiente Omar Rodríguez Saludes, condenado
a 27 años porque es la tradición castrista, que desprecia a los que
disienten de su ideología.
Ricardo González, elegido periodista del año 2008 por Reporteros sin
Fronteras, también fue enjuiciado en 2003 y cumple una sentencia de 20
años.
El Comité para la Protección de Periodistas concedió el Premio
Internacional a la Libertad de Prensa, al comunicador Héctor Maseda,
condenado a 20 años en el mismo proceso de 2003.
Fidel Castro es el único responsable del encarcelamiento de los 17
periodistas que permanecen en prisión. Su hermano Raúl, el encargado de
subsanar tamaño error. Ellos sólo lanzaron la verdad (y no sus zapatos)
al rostro del régimen.
Cuba: Los zapatos no, la verdad (1 October 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/octubre09/01_C_3.html
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