José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - Haciendo valedero el
refrán de "Al que no quiere caldo le dan tres tazas", en Cuba se han
organizado micro empresas que son la materialización del sueño de
cualquier capitalista: la ganancia es total.
Por ejemplo, se desborda la fosa de la casa y se acude a la empresa
estatal que existe para atender esos casos. En 48 horas recibe la visita
de una persona que inspecciona la situación y le informa que ese tipo de
trabajo tiene un atraso de varios meses porque no existen los equipos
necesarios ni la cantidad de empleados suficientes para emprenderlo.
Y en eso no hay engaño, porque no es nada raro ver en las zonas urbanas
aguas albañales corriendo por calles y aceras. Pero no hay por qué temer
al peligro que entraña una fosa desbordada en el patio o en otra área de
la casa. Así que por mil pesos en breve se realiza el trabajo.
Si se llega al acuerdo, a la mañana siguiente llega un camión cisterna
para echar agua en la fosa y diluir lo que puede estar compactado dentro
del hueco. Dos horas después se presenta el camión extractor y la fosa
queda limpia.
Necesita una puerta, una ventana o un escaparate, y tiene el dinero para
comprarlos, pues va a una carpintería que también es propiedad del
Estado, plantea su necesidad a uno de los carpinteros, se ajusta el
precio, y es muy difícil que el pedido no esté en la fecha acordada.
En algunos casos hay entrega a domicilio, y en otros el cliente debe
buscar el transporte y llevarse el pedido.
A las cuatro o cinco de la tarde los ómnibus están abarrotados. Los
"boteros" –con licencia y sin ella- no dan abasto. Aparecen, aunque no
en cantidades industriales, autos, furgonetas o algún que otra Van con
chapa azul que indica que prestan servicio en alguna entidad estatal. Y
comienzan a realizar su función de taxis a una tarifa de diez pesos por
persona.
Es razonable pensar que en éstos y otros casos parecidos los
involucrados directamente en el servicio prestado tengan que darle algún
por ciento de la ganancia a los jefes inmediatos, pero eso es lógico,
porque de hecho esos jefes también forman parte de la micro empresa.
Ese tipo de negocio tiene rentabilidad absoluta. No hubo inversión en
equipos, materiales o local. Tampoco se paga combustible, electricidad o
impuestos.
La ganancia es completa, no hay ninguna sociedad, grande o pequeña, de
corte capitalista que pueda exhibir este tipo de ventajas. La iniciativa
privada dentro del comunismo es la única capaz de un logro semejante.
fornarisjo@yahoo.com
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