Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, diciembre (www.cubanet.org) - En el verano de 1999
ascendí el Pico Turquino por tercera vez. En esa oportunidad me acompañó
la colega Concepción Otero, doctora en Ciencias del arte.
Una noche acampamos en La Platica, caserío formado por diez o doce
casas. En lugar tan remoto agradecimos la existencia de un teléfono,
pues hablamos con nuestra familia en La Habana. La sorpresa no fue tal
al percatarnos que nuestros pasos por las montañas eran seguidos por
telefonía, a través de los puntos de guardabosques.
Evidentemente, aquel esfuerzo tecnológico tenía más relación con la
seguridad nacional que con la intención de dar servicio a un público
limitado. Sobre todo, por la censura y la limitación de comunicaciones
impuestas por el gobierno.
Muestra de ello es el proverbial y público rechazo de Fidel Castro a la
utilización de las nuevas tecnologías de la comunicación. Recordemos,
por ejemplo, cuando en el último Congreso de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba cuestionó lo ponderable de su aplicación.
Ahora que la Empresa de Telecomunicaciones (Etecsa) hizo una rebaja
sustancial, aunque no suficiente, de los precios de las líneas de
teléfonos móviles, se hace evidente la confrontación dentro del
gobierno, y la pequeña batalla ganada por los reformistas y tecnócratas
interesados en modernizar el país.
El diario Juventud Rebelde informaba en abril que cerca de 300 mil
usuarios usaban la telefonía móvil y esperaban que en los próximos cinco
años la cifra llegara a un millón 600 mil usuarios. Para eso, señalaba,
se hacen grandes inversiones y citaba al vicepresidente de servicios
móviles de la telefónica.
Para el periódico, las autoridades del sector consideran la telefonía
fija alternativa como una de las modalidades más atractivas para
modernizar el sistema de comunicaciones nacional, al permitir,
utilizando un equipo convencional, dar el servicio con las modalidades
de inalámbricos a muchos lugares apartados. Eso explica, según datos de
Etecsa, que 68 por ciento del tráfico de la telefonía móvil lo
representen los usuarios que disponen de hasta 400 minutos mensuales de
comunicación.
Según los directivos de Etecsa, esta es la razón por la cual la
telefonía celular continúa con precios relativamente altos, necesarios
para recaudar los recursos destinados a subvencionar el resto de las
telecomunicaciones, cuyos precios se ofrecen en pesos cubanos.
Los directivos de la empresa, del Ministerio de Informática y
Comunicaciones no explican la trascendencia política que dan a los
móviles, entregados a empresas de primer nivel, ministerios, policías y
represores, sin cargos sustanciales en la caja registradora del tesoro
público.
El impulso a la telefonía móvil con las nuevas tarifas aplicadas a
partir del 11 de diciembre de 2008, tendrá cierto impacto en la
modernización del país y en el aumento de las comunicaciones entre
cubanos y el mundo exterior. En cierta medida complementan la idea de la
bloguera Yoani Sánchez de que "la tecnología erosiona el sistema
totalitario".
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