José Manuel Caraballo Bravo, APLA
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Por estos días se ha
formado un huracán de intolerancia y represión en la Isla. La lucha por
la supervivencia del cubano será multada y sancionada. Al mercado negro
le apunta con artillería pesada. Es cierto que no se deben permitir
saqueos, robos y maltratos a la población, pero lenguaje que utilizan
algunos militantes del Partido Comunista es aterrador.
Mano dura es la consigna contra quienes divulgan chistes sobre la actual
situación, y los que envíen mensajes y fotografías al exterior. A los
que desvían recursos del Estado se les someterá a juicio sumarísimo,
como el que esperan los avileños a raíz de lo sucedido en la
Corporación CUBALSE S.A., y principalmente en el supermercado La cruz
verde, donde una verificación fiscal sorpresiva encontró 726 paquetes de
detergente marca Hogar, 223 jabones y 58 pesos convertibles ocultos en
una nevera fuera del área del almacenaje. El señor Eduardo Donet,
gerente de la entidad, y varios subordinados se encuentran bajo
instrucción policial, y pudieran ser sancionados severamente.
También se esperan los juicios "ejemplarizantes" en lugares públicos, y
uno de ellos pudiera ser contra un ciudadano al que le confiscaron
varias docenas de huevos. Por otra parte, los revendedores de productos
robados de los hoteles de los cayos Coco y Guillermo, han desaparecido
de las calles. Los madrugadores extrañan el pan con jamón y queso con el
que desayunaban por el precio de cinco pesos moneda nacional. En el
centro de la cuidad existe un solo lugar de la empresa gastronómica que
comenzó recientemente a brindar servicio de desayuno desde las 5 de la
mañana.
La población -se percibe en el ambiente- está molesta. El gobierno nunca
garantizó una alimentación adecuada y se hacía de la vista gorda ante
las conocidas ventas ilícitas.
Los avileños parecen hormigas cargando todo lo que se encuentren para
prepararse para la llamada "opción cero", una crisis económica más
severa que el período especialde la década de los noventa, según las
propias autoridades. Sin embargo, muchos dudan que el incremento de la
intolerancia y la represión se logren imponer por demasiado tiempo.
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