Berta Antúnez pide a la ONU indagar por el incumplimiento de los pactos
signados por La Habana
'Pedimos a los países democráticos su apoyo y solidaridad porque la
causa de la libertad de Cuba y sus presos políticos es humanitaria',
dijo la opositora.
Agencias | 25/07/2008
Berta Antúnez Pernet, hermana del opositor Jorge Luis García Pérez
(Antúnez), exhortó este viernes a la ONU a preguntar a La Habana por el
incumplimiento de los tratados internacionales sobre derechos humanos de
los que es signatario, informó EFE.
Junto a un grupo de familiares y ex prisioneros de conciencia de todo el
mundo, Antúnez Pernet pidió el apoyo de la ONU en un acto realizado por
Estados Unidos en la sede de la organización.
"Pedimos a los países democráticos del mundo su apoyo y solidaridad
porque la causa de la libertad de Cuba y sus presos políticos es una
causa humanitaria", expresó la opositora.
Durante su intervención, Antúnez relató varios episodios de torturas
físicas y sicológicas que sufrió su hermano, líder del Presidio Político
Pedro Luis Boitel, durante los 17 años que estuvo en prisión condenado
por delitos políticos.
La opositora hizo referencia a una paliza que propinaron a Antúnez y a
algunos de sus familiares durante una visita a la cárcel, al reclamar a
los guardias la entrega de correspondencia personal.
Antúnez Pernet señaló que su hermano sufrió maltratos por ser un
opositor y por ser de la raza negra. "Si eres negro, tienes que ser
comunista o te reprimen el doble", añadió.
Otros participantes en el acto contaron sus experiencias como víctimas y
testigos de los sufrimientos de los presos políticos en Siria, Birmania,
Uzbekistán, Eritrea y Bielorrusia.
El ex preso de conciencia birmano Aung Din relató cómo fue torturado
tras su arresto en 1988 por participar en la organización de las
protestas que el régimen militar reprimió por la fuerza.
"Yo estoy libre, pero hay muchos que siguen en esas celdas y otros han
muerto, algunos por no haber recibido cuidados médicos. No son
criminales, sino el futuro del país", dijo.
La eritrea Senait Yohannes pidió a la ONU que utilice todos sus recursos
para ayudar a los "presos sin voz", como su hermana y cuñado, de los
dijo no saber nada desde 2003.
Por su parte, el ex preso político sirio Ausama Monajed advirtió que los
contactos de gobiernos extranjeros con el régimen de Siria no se deben
realizar "a expensas de los presos políticos".
Monajed relató que las fuerzas de seguridad sirias lo arrestaron en 2004
por el delito de realizar entrevistas y tomar fotos en zonas pobres del
país para un medio de comunicación internacional.
"Lo que vi dentro de la prisión es un régimen sádico que humilla y
tortura a sus ciudadanos", agregó.
También ofrecieron sus testimonios Gulambek Umarov, hijo de un preso
político uzbeco, y la documentalista bielorrusa Raisa Mikhailovskaya.
Vance McMahon, representante de EE UU ante el Consejo Económico y Social
de la ONU, concluyó que el propósito del acto fue dar voz a "testimonios
estremecedores".
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