07/18/2008
JORGE EBRO
El Nuevo Herald
Uno de los días más tristes en la vida de Yan Barthelemy fue aquel
cuando tuvo que vender su medalla olímpica por $5,000 en las calles de
La Habana para poder comprar comida con que alimentar a su familia.
De ahí que la última reflexión de Fidel Castro llamando a la población a
rechazar a los deportistas que han desertado y a impedirles un posible
regreso a Cuba "para exhibir los lujos obtenidos con la infamia'', le
parezca un ridículo.
"Nadie es dueño de la vida de nadie y nadie debe decidir por uno'',
expresó Barthelemy, quien a fines del 2006 abandonó una escuadra que
entrenaba en Caracas junto a Odlanier Solís y Yuriorkis Gamboa. "Si
hubiera dicho en Cuba, 'miren ya soy campeón olímpico y mundial, ahora
quiero probarme en el profesionalismo', como mínimo se hubieran reído en
mi cara''.
Estos tres boxeadores --a quienes se les unió recientemente el también
campeón mundial Erislandy Lara-- son, junto a peloteros como Alexei
Ramírez y Dayan Viciedo, los últimos exponentes de un goteo constante de
talento que ha drenado la calidad del deporte cubano.
No por gusto Castro la emprendió contra los desertores en una reflexión
que tomó como punta de lanza la derrota de la escuadra nacional de
béisbol --la disciplina insignia del deporte cubano-- ante una selección
de Doble A de Estados Unidos en el torneo de Haarlem, Holanda.
"Deslumbramos a nuestro pueblo con los éxitos y las promesas deportivas,
pero después no nos atrevemos ni siquiera a publicar los nombres de los
que traicionan a su patria vendiéndose al enemigo'', subrayó Castro en
su reflexión.
El hecho de que bajo el régimen de los Castro se le impida regresar a
Cuba no le quita el sueño a Orlando "El Duque'' Hernández, pero le
molesta que el más anciano de los hermanos use el tema como punta de
lanza de su política.
"Cada vez que Cuba pierde en el béisbol, es como si un terremoto
estremeciera la isla'', afirmó el lanzador de los Mets de Nueva York. "Y
Castro aprovechó el tema para hablar de los 'traidores'. Ya lo he dicho
mil veces: no soy traidor a nada, pero sí más cubano que muchos. El
puede decir lo que quiera. El pueblo sabe quien es quien''.
De hecho, varios reportes de prensa indicaron desde La Habana que la
mayoría de la población no compartía los mismos puntos del ex mandatario
a la hora de rechazar a los compatriotes que eligieron otros horizontes
para continuar sus carreras.
Un cubano recién llegado hace un par de días que no quiso revelar su
identidad indicó que contrario a décadas pásadas, el deporte y los
Juegos Olímpicos ocupaban un lugar muy alejado en las prioridades de la
gente común.
"Después del discurso de Raúl [Castro, en la Asamblea del Poder
Popular], la gente está aterrada por lo que pueda venir'', expresó la
fuente. "A los pocos que les quedaban ilusiones de cambio, ese discurso,
con sus pedidos de más trabajo y esfuerzo, los desanimó por completo. Y
el deporte, bien gracias''.
La falta de oportunidades de progreso es una de las variantes que
explica la fuga de talentos que en los últimos años han marcado una espiral.
"En Cuba tienes un techo, o mejor dicho, una muralla que te impide
llegar más lejos'', comentó Gamboa. "He visto a campeones olímpicos de
antaño pasando muchas necesidades. Me miraba en ese espejo y me decía
'no quiero que eso me suceda a mí' ''.
En marzo siete integrantes del equipo nacional de fútbol abandonaron el
torneo preolímpico en Tampa y pidieron asilo en Estados Unidos, con el
propósito de convertirse en jugadores profesionales.
El pasado mayo, la campeona mundial de judo Yurisel Laborde se desmarcó
de la delegación cubana que participaba en el Campeonato Panamericano de
Judo y anunció su decisón de permanecer en territorio estadounidense.
Laborde era favorita para ganar una medalla olímpica en Pekín este verano.
Pero ningún otro deporte ha sufrido tanto como el voleibol, donde la
sangría ha puesto por el suelo a un combinado que solía codearse entre
los mejores del mundo a fines de los 80 y principios de los 90.
Varios de los mejores voleibolistas cubanos dieron la primera clarinada
en el 2001 cuando Leonel Marshall, Ihosvany Hernández, Ramón Gato, Angel
Dennis, Jorge Luis Hernández y Yasser Romero se quedaron en un torneo
amistoso en Bélgica. Hoy se desempeñan en las ligas profesionales
europeas, especialmente la italiana, junto a otros jugadores que
llegaron después como Alexis Battle y Osvaldo Hernández.
El éxodo continuó y en el 2004 Yosleider Cala, Javier Brito y Maikel
Salas escaparon del equipo nacional y un año después lo hizo Javier
González. A mediados del 2007, Yasser Portuondo y Raidel Poey
abandonaron las filas de la selección en una gira por Bulgaria.
"Para mí que esta reflexión de Fidel, si es cierto que la escribió él,
está dirigida más a las nuevas generaciones de deportistas que para
nosotros'', afirmó el ex pitcher de Grandes Ligas Ariel Prieto. "Ya lo
nuestro es pasado. El teme por los nuevos, por los que irán a Pekín. El
mensaje es para ellos''.
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