Friday, March 28, 2008

Emigración? ¿O destierro y exclusión?

25 de marzo de 2008
¿Emigración? ¿O destierro y exclusión?
OSWALDO J. PAYA SARDIÑAS

La Habana -- El periódico cubano Juventud Rebelde publicó el 20 de marzo
el siguiente texto: ``Con la firme aseveración de que no existen
problemas de fondo entre la nación cubana y la inmensa mayoría de sus
emigrados el ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez
Roque, dejó inaugurada este miércoles en La Habana la reunión Cubanos
Residentes en el Exterior contra el Bloqueo y el Terrorismo''.

Esa aseveración demuestra que sí hay un problema de fondo y es el fondo
del problema. En primer lugar porque reafirman la doctrina, la política
y la práctica excluyente contra los cubanos emigrados al tratarlos como
si la nación cubana fuera una realidad y esos emigrados otra. En eso son
coherentes, pues durante años y hasta ahora este gobierno no respeta ni
establece como derecho legal que los cubanos puedan salir de su país y
entrar libremente a este y además impone la categoría de ''salida
definitiva'', es decir, destierro, a los cubanos que deciden buscar la
libertad o mejor suerte en otro país.

Aquí llegamos al fondo del problema, que es la falta de libertad que
genera este éxodo continuado e interminable y la ausencia del
reconocimiento de los derechos fundamentales de los cubanos, vivan
dentro o fuera de Cuba.

Los ciudadanos en Cuba son privados de la libertad y de sus derechos
civiles y políticos, por eso muchos se van. A los cubanos emigrados,
aunque formalmente siguen siendo ciudadanos cubanos, el gobierno no les
reconoce sus derechos ciudadanos, entre estos el más elemental, que es
el de entrar y permanecer libremente en su país.

La diáspora es parte inseparable de nuestra nación. Todos los cubanos
hemos sufrido durante décadas la cruel aplicación de la inhumana
doctrina de exclusión y de odio contra los que se van o los que se
quieren ir. No alcanzaría el espacio de muchos libros para describir el
sufrimiento impuesto por este gobierno de Cuba a los cubanos, primero
por quererse ir y después por haberse ido. Algunos rasgos descriptivos
son necesarios.

Recuerden que el cubano que quiere salir debe pedir un permiso mediante
un complicado trámite que implica interrogatorio, investigación y ningún
derecho. Algo característico de la indefensión del ciudadano es la
expresión que he escuchado de funcionarios de este departamento del
Ministerio del Interior dirigiéndose a personas que solicitan permiso
para salir del país: ``Nosotros podemos darle el permiso o no dárselo y
podemos no decirle nada y no darle ninguna explicación''.

Los cubanos deben pagar los trámites en divisas y el permiso de salida
también por un equivalente en su conjunto que equivaldría al salario de
un año de un trabajador. Los cubanos deben pagar una mensualidad al
Estado cubano para poder permanecer en el extranjero si salieron con
permiso temporal de visita familiar. Los cientos de miles de cubanos
castigados con la categoría de ''salida definitiva'' deben pagar por el
permiso para venir a su propio país, pero además este permiso sólo lo
concede el gobierno cubano arbitrariamente y no como derecho, pues lo
niega a quien quiere discriminar sin que tenga posibilidad de apelación.

Los cubanos que pueden entrar saben que pasar por la aduana es como
pasar por un atraco, pues los funcionarios confiscan bienes
arbitrariamente y cobran impuestos formales, pero en muchos casos exigen
''regalos''. Finalmente el visitante cubano sólo puede estar unos pocos
días en su propio país, con permiso del gobierno cubano.

Los cubanos que viven fuera de Cuba tienen que pagar de manera
amplificada todo intento de relación con sus familiares. Las remesas son
gravadas artificialmente con impuestos altísimos, los paquetes de
alimentos y ropas con precios de flete desproporcionados, al igual que
los pasajes.

A los cubanos que se les concede el permiso de emigrar y el castigo del
destierro, que es lo mismo, se les confiscan todos sus bienes, incluida
la casa. Desde que la persona inicia el trámite de salida un inspector
hace un inventario de sus propiedades, incluso los tomacorrientes, las
lámparas, los vasos y los cubiertos. Y estos bienes deben ser entregados
antes de que se permita salir a la persona.

Durante años se castigó y se sigue castigando a los que deciden salir o
pedir permiso de salida. En otros tiempos se les enviaba varios años a
campos de trabajo forzado. Ahora a los médicos y enfermeras que tramitan
salida se les castiga laboralmente y todo profesional debe tener una
llamada carta del ministro, o ''carta de liberación'', pues en realidad
tratan como esclavos a los profesionales al prohibírseles decidir sobre
sus propias vidas.

El 18 de diciembre de 2007 presentamos a título ciudadano, una propuesta
de ley en las oficinas de la Asamblea Nacional del Poder Popular. El
proyecto se titula Ley de Reencuentro Nacional y puede encontrarla en la
página www.oswaldopaya.org (que opera parte de mi familia exiliada).

En esta ley se define claramente que todos los cubanos que viven fuera
de Cuba y sus hijos tienen todos los derechos como ciudadanos cubanos,
también el de entrar a su país y vivir aquí si lo desean. Esta propuesta
de ley establece el derecho de todos los cubanos a salir de Cuba y
entrar cuando quieran legalmente, sin necesidad de pedir permiso y
condena todas las discriminaciones que sufren los cubanos en nuestro
propio país sólo por ser cubanos. Cuba necesita del diálogo sin
fronteras, no que se impongan condiciones para reconocer los derechos
como cubanos a los exiliados.

Si esas condiciones consisten en que sean incondicionales al gobierno,
es pedirles que pierdan su libertad. Es como olvidar la razón por la que
se fue la inmensa mayoría de los cubanos que emigraron, que es la
búsqueda de la libertad. Llegamos a la raíz del problema, la que motiva
la emigración y la que hace que muchos quieran irse y la misma que les
impide regresar. Aunque aclaro que muchos quedamos aquí buscando la
libertad para todos los cubanos y que así continuaremos hasta lograrla.

La ausencia de derechos legales para los cubanos que impide la reunión
familiar, entrar a nuestro país y salir libremente, es responsabilidad
del gobierno cubano. Si se aprueba La Ley de Reencuentro Nacional, habrá
justicia para todos los cubanos, vivan dentro o fuera de Cuba.

Ya mucho hemos sufrido todos por el desgarramiento y la separación.
Convencidos estamos de que tanto aman la patria lo que viven fuera como
los que vivimos dentro de Cuba y que la patria somos todos los cubanos.

Los exiliados son parte inseparable de la nación cubana.

http://www.cubanet.org/CNews/y08/mar08/25nter6.html

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