2007-10-07. Centro Para La Apertura Y El Desarrollo De America Latina
Gabriel C. Salvia y Ricardo López Göttig
Entrevista a Christopher Sabatini (CS): E Director Principal de
Políticas Públicas de la Sociedad de las Américas Consejo de las
Américas (AS/COA) y Jefe Editorial de Americas Quarterly , la revista
especializada en políticas públicas del AS/COA. De 1997 a 2005, el
doctor Sabatini fue Director para América Latina y el Caribe del
National Endowment for Democracy.Internacional.
De 1995 a 1997, fue Becario de la Asociación Americana de Ciencias
Avanzadas para trabajar en el Centro de Democracia y Gobernabilidad de
la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo. El doctor Sabatini
también ha sido asesor del Banco Mundial y la Agencia de Estados Unidos
para el Desarrollo Internacional. Ha publicado numerosos artículos sobre
diferentes temas tales como América Latina, democratización, seguridad y
defensa y partidos políticos.
Gabriel C. Salvia y Ricardo López Göttig (GCS y RLG) ¿Cómo se observa
desde el Council of Américas la actual situación de América Latina?
CS: Lo que estamos viviendo por razones como la pobreza y la inequidad,
es una reacción en contra del sistema de mercado y de las instituciones
democráticas en varios países. En la región estamos viendo dos ejes. Un
eje está más orientado al mercado global, sobre todo en incorporar a los
países y las economías en el mercado global moderno. El otro eje está
más orientado a un intento de reinventar las políticas fracasadas de los
años 60-70.
Ya hemos visto esta película y sabemos cómo va a terminar porque tarde o
temprano dichos países tendrán que enfrentar la realidad, están en un
callejón. Por esa razón, el Consejo de las Américas intenta reivindicar
los principios democráticos y también explicar a la gente que lo que
hemos visto en los años del Consenso de Washington, o el neoliberalismo,
no fueron mercados de verdad. Lo que crearon los años 80-90 fueron
mercados caracterizados por la corrupción. La agenda pendiente es una
revolución del mercado de verdad y la única forma de impulsarla es
integrándose en el mercado global.
GCS y RLG: ¿Hasta qué punto el que no haya habido políticas de mercado
reales y que mucha gente crea que las hubo, limita que en el futuro se
implementen?
CS:Lo más lamentable de esto es el caso de Venezuela, que en los años
80-90 fue el país que menos adoptó las políticas de globalización, donde
había más precios regulados, más corrupción, menos acceso al mercado y
ahora están en contra de un neoliberalismo que nunca han vivido. El caso
de México es otro ejemplo, a pesar de ser un país exitoso, en algunos
sectores económicos los monopolios están todavía muy vigentes, lo cual
limita la competencia, la baja de precios para los consumidores y además
limita el crecimiento de los empresarios pequeños. Una de las
revoluciones pendientes son los mercados laborales.
En muchos casos, los derechos de los trabajadores están defendidos por
los sindicatos, pero cada año éstos representan menos gente, por
ejemplo, en el caso de Perú y México cubren tan solo un 5-8 % de la
población trabajadora. Mientras dicen defender los derechos de los
trabajadores, ahogan la capacidad de las economías de crecer y de
generar empleo y por eso lo que vemos es el crecimiento del sector
informal. En la región se encuentra un 53% de los trabajadores urbanos
trabajando en el sector informal porque no encuentran trabajo formal
debido a todos los requisitos y pagos que debe hacer tanto el empleador
como el trabajador.
Ese no es un mercado de verdad, ya que es el control de un sector muy
chico el que está evitando el acceso al trabajo a jóvenes y mujeres que
quieren entrar al mercado laboral.
GCS y RLG: En su momento hubo mucho optimismo internacional por la
Argentina y su supuesta política pro mercado. ¿No se tendría que haber
puesto más énfasis en criticar cuando se veía que lo de Menem era un
populismo de mercado?
CS:Todos tenemos cierta culpabilidad. La gente no reflexionó sobre el
trasfondo de los procesos de reforma y la privatización bajo Menem. Lo
que sucedió fue que se pasó de monopolios estatales a monopolios
privados y eso generó el mismo problema de falta de competencia y una
distorsión muy grande en el mercado que ha bloqueado el ingreso de
muchas empresas emergentes en las economías locales. Tenemos que ser muy
francos y ver cómo se llevaron a cabo las privatizaciones, las leyes
laborales y tratar de reivindicar las políticas de mercado de verdad. La
pobreza y la inequidad nunca se van a poder solucionar si estructuras
monopolísticas públicas o privadas siguen en pie.
GCS y RLG: Muchas veces desde Europa y Estados Unidos se percibe que los
latinoamericanos no son muy serios, por lo que se perdonan estos casos
de corrupción y en América Latina se aprovecha este argumento. ¿Le
parece, entonces, que de los dos lados hay un poco de complicidad en esto?
CS: Lamentablemente creo que tiene razón. Estamos dispuestos a aguantar
en América Latina lo que nunca estaríamos dispuestos a tolerar en
nuestro país. Se dice: "Bueno, esto es capitalismo criollo". Pero no hay
reglas subjetivas. Por eso en países como Chile, México y Brasil, que
están intentando integrarse al mercado global, van a tener que atenerse
a las reglas. No habrá espacio para las excusas ni tampoco para la
imposición de otros estándares a otros países.
GCS y RLG: En relación al Área del Libre Comercio de las Américas: ¿No
hubiera sido más efectivo impulsarlo gradualmente mediante los Tratados
de Libre Comercio entre Estados Unidos y cada país?
CS: En los años de Bill Clinton había en las Cumbres de las Américas un
optimismo no basado en la realidad, en el que había un consenso enorme
en la región hacia el libre comercio y con ese optimismo no realista se
crearon expectativas que al final no tuvieron lugar. Con la llegada de
George W. Bush, en vez de negociar en bloque, la administración
americana comenzó por los
países chicos y fáciles y, a partir de ahí, negociar con los países más
grandes en los términos establecidos por otras tratados.
A mi juicio, había un cierto intento de lograr un tratado más favorable
a los Estados Unidos. La idea fue plantearles a Brasil y Argentina un
tratado ya vigente donde si querían integrarse tendrían que ajustarse a
esos términos. Pero esto fracasó,
porque el contexto político cambió con los nuevos gobiernos que llegaron
a Brasil, Venezuela, Bolivia y porque es difícil empujar tratados de
libre comercio país por país ahora.
Lo que hay que hacer es que Estados Unidos junto con los países latinos
tengan una visión compartida, orientada al libre comercio, que pueda
traer más beneficios que solamente el libre comercio. Es decir, crear
una alianza política donde Estados Unidos está dispuesto a tolerar las
diferencias políticas entre los países, siempre que estén interesados de
verdad en involucrarse en esa visión moderna de mercado global.
Adicionalmente, tenemos que fortalecer no solo los bloques comerciales
existentes, sino también aquellos países que a pesar de estar aislados
comparten el compromiso con el libre comercio.
GCS y RLG:¿Cuál es la principal preocupación empresarial en Estados
Unidos sobre la situación de América Latina?
CS: Hay un cierto optimismo, como en el caso de Brasil, donde a pesar de
las dificultades políticas domésticas se ve una cierta
institucionalización de los partidos políticos. La preocupación no es
política solamente, es la voluntad por atacar la próxima generación de
reformas sobre el estado de derecho (rule of law en inglés). Las
empresas están entendiendo cada vez más que el estado de derecho que
sirve para ellos debe servir para todos los ciudadanos y entienden que
la reacción en contra del mercado tiene su origen en las frustraciones y
la angustia por las fallas sistemáticas como la falta de respeto a la
propiedad privada, las amenazas a la seguridad personal y la falta de
acceso a la justicia.
Para muchos inversionistas y miembros del Consejo de las Américas, la
necesidad de una próxima generación de reformas es fundamental. Porque
si los países no pueden tomar estas iniciativas habrá una reacción, que
cada vez más estamos viendo. Por esta razón, nos preocupa la falta de
voluntad política. Un tema prioritario es la reforma laboral, por
ejemplo en los países andinos, donde más del 60% de la población tiene
menos de 35 años y por las deficiencias de las leyes laborales de sus
países no pueden acceder a los beneficios de la economía formal. Un país
no puede crecer y no puede estar democráticamente representado si la
mayoría de su población laboral está en el sector informal. Pero a su
vez, el sector político no está a favor de reformas laborales no sólo
por razones económicas, sino también políticas. Esto a muchas empresas
les preocupa.
GCS y RLG: ¿Pueden aprender algo los países de la región de los
inmigrantes latinos que encuentran mayores oportunidades laborales en
Estados Unidos?
CS: El único problema es que los inmigrantes que llegan a Estados Unidos
están generando recursos que envían a sus países, pero los flujos de
valores y aprendizajes no vuelven a sus países de origen. Es una ventaja
que muchos no han podido aprovechar y creo que tiene que ver con la idea
de reiniciar la vida cuando llegan a Estados Unidos, por lo que se han
olvidado en muchos casos de su país. En relación a esto, un dato muy
importante es que en los Estados Unidos el 15% de los votantes van a ser
hispanos en la próxima elección y muchos de ellos no votan sobre temas
de América Latina.
Son distintos a los inmigrantes polacos o italianos que en su momento
estaban muy involucrados con las políticas de su propio país. Pero la
mayoría de los latinos que ahora viven en Estados Unidos sus prioridades
están enfocados en las políticas domésticas de salud, educación, etc.
Este fenómeno le genera una gran debilidad al movimiento hispano en los
Estados Unidos y limita la posibilidad de transferir beneficios de
aprendizaje y apoyo político a sus países de origen.
GCS y RLG: ¿Cómo se percibe el gobierno de Kirchner y qué expectativas
despiertan las próximas elecciones en la Argentina?
CS: El gobierno de Kirchner ha sorprendido al gobierno de Estados
Unidos, a pesar de la retórica que dominó en el momento que llegó al
poder. Excepto en algunos casos, como el viaje de Bush a América del
Sur, la mayoría del tiempo (y en general en los asuntos mas importantes)
la administración estadounidense encontró al gobierno de Kirchner como
un aliado en los momentos difíciles, lo cual es muy importante.
GCS y RLG: ¿Por qué el ejemplo de Chile no cunde más en América Latina?
CS: En cierta forma es algo cultural. Para muchos latinos Chile no es de
América Latina, son casi alemanes. Pero cada vez más los países están
mirando hacia Chile porque se dan cuenta que las otras alternativas no
ofrecen mucho. Si hablas con políticos de la región, incluso de la
oposición en Venezuela, ven la necesidad de alcanzar consensos básicos,
atacar los problemas fundamentales del país juntos en vez de
involucrarse en luchas internas. Chile está cerca de
una gran modernización, más aún con el tratado de libre comercio firmado
con los países asiáticos y creo que va a seguir como un modelo muy
fuerte en la región a pesar de las supuestas diferencias culturales.
GCS y RLG: Cuando se trata el caso de Venezuela y los discursos
antiamericanos de Chávez, aquí es habitual que se marque algo muy
paradójico, como la importante relación comercial que tiene con Estados
Unidos. ¿Qué se dice de esto en Estados Unidos?
CS: Hay poco reconocimiento de que los Estados Unidos y los consumidores
norteamericanos están financiando la revolución bolivariana. Cuando
paran en una gasolinera están financiando al mismo tipo que llegó al
seno de las Naciones Unidas para llamar a nuestro presidente un diablo.
Los norteamericanos no se dan cuenta de eso. En muchos casos esto es
resultado de la ignorancia. Los venezolanos, si se ven las encuestas en
su país, lo que menos les gusta de Chávez es la retórica en contra de
Estados Unidos. Después de tantos años de acercamiento con la economía
de Estados Unidos, muchos venezolanos son muy pragmáticos y se dan
cuenta de que hay que mantener buenas relaciones. La mayor preocupación
es su relación con Estados Unidos.
No es solamente por el caso de Chávez, sino también por Irán y otros
países donde vemos los nexos entre los que controlan el petróleo y la
falta respeto por los derechos humanos. Por esa razón, estamos viendo un
debate cada vez más intenso sobre energías alternativas en los Estados
Unidos.
GCS y RLG: ¿Qué interés político y económico despierta en el Council of
Americas la posibilidad de una apertura democrática en Cuba?
CS: Estamos cada vez más estudiando el tema. Hay dos caminos en Cuba:
uno es el interés económico. Es un país de once millones de consumidores
al que las empresas norteamericanas no tienen acceso. Pero al mismo
tiempo, muchos se dan cuenta que las condiciones para la inversión no
son muy beneficiosas y si uno escucha a los actuales inversionistas de
Europa, Canadá y América Latina, cuentan historias de la pesadilla que
significa tener que negociar con los ministerios cubanos.
Por esa razón, lo que hay que hacer es examinar los cambios políticos y
las condiciones que tiene que existir en el país para atraer la
inversión sostenible. Muchos se dan cuenta que las libertades políticas
están muy ligadas a los beneficios económicos. Por eso estamos hablando
cada vez más de trabajar y reconocer a los disidentes que están con
mucho coraje luchando por un espacio político y tenemos que reconocer en
ellos gente que profesa los mismos temas y valores que nosotros compartimos.
Por eso en el Consejo hay interés por las perspectivas de la inversión
pero al mismo tiempo sabemos que no es un paraíso para la inversión, ya
que hace falta un cambio político para que ésta exista.
Fuente: Centro Para La Apertura Y El Desarrollo De America Latina
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=12003
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