Fue un soviético quien derribó el avión U-2
Redacción de El Nuevo Herald
El derribo del avión estadounidense U-2 en Banes, en el oriente de Cuba,
durante la Crisis de los Misiles de 1962 fue realizado por un militar
soviético que operaba una batería coheteril tipo SAM, según revelaciones
aparecidas en la prensa de la isla.
''Sí, pertenecí a la batería que disparó contra aquel avión que
sobrevolaba entonces tierra cubana. Cumplimos simplemente con un deber,
como hubiera hecho cualquier otro militar de nuestras tropas coheteriles
antiaéreas emplazadas en Cuba entonces'', dijo el soldado Iván
Mironovich Guerchenov citado por el diario Juventud Rebelde.
Según el testimonio, la orden fue dada por el General de las Tropas
Coheteriles soviéticas, Georgi Alekseevich Voronkov, y el jefe de la
batería tierra-aire, Valentin Orjoski, ordenó hacerle fuego al avión
espía, abatido el 27 de octubre de 1962. Y para asegurar la efectividad
de la acción, fueron dos los cohetes disparados.
La entrevista con Guerchenov echa por tierra versiones precedentes de
que fue el gobernante Fidel Castro quien personalmente disparó la batería.
La conversación inédita con Guerchenov se reproduce once años después de
ocurrida. Fue a mediados de 1996 cuando el periodista de Juventud
Rebelde lo entrevistó en La Habana a la edad de 58 años.
La publicación del singular testimonio ocurre luego de que Castro
hiciera alusión a esos acontecimientos en el libro Cien horas con Fidel,
publicado por Ignacio Ramonet en el 2006.
''La orden dada por el Comandante en Jefe Fidel Castro era disparar a
todo avión que violara el espacio aéreo cubano y coincidía exactamente
con la disposición de la jefatura de nuestras tropas en Cuba'', agregó
Guerchenov. ''No creemos haber realizado ningún acto heroico. Solamente
formamos parte del grupo de compañeros que disparó el cohete rumbo al
aparato enemigo y estimo que haber dado en el blanco no es ser héroes''.
Guerchenov tenía entonces 24 años.
''Nuestra batería estaba emplazada en un sitio estratégico, en La Anita,
a unos siete kilómetros de la ciudad de Banes'', recordó.
``Recibimos a las 10 de la mañana una llamada urgente, en clave, por
radio, desde la jefatura soviética ubicada en Camagüey. Nos decía que un
U-2 violaba el espacio aéreo oriental y había que derribarlo de inmediato''.
Rememoró además que desde la altura del emplazamiento se observaban
perfectamente la bahía de Banes, el central Nicaragua, antiguo Boston,
el mar y toda la ciudad de Banes.
''Cuando nos cercioramos de que era el instante preciso, el reloj
marcaba las 10:10 minutos de la mañana. Apretamos el botón rojo y
efectuamos el primer disparo. Tenía un alcance de 30 kilómetros. Pero,
por si acaso, apretamos otra vez el botón, es decir, que le lanzamos dos
cohetes, para derribarlo de todas maneras'', continuó el militar.
El primer cohetazo fue el certero. El aparato espía cayó a las 10:17
minutos en medio de un camino, entre unos campos de caña de una zona
llamada Veguitas Tres, según reseñó la prensa de la época.
El U-2 perdió un ala, y envuelto en llamas se abalanzó a gran velocidad
hacia la tierra. El cuerpo del piloto norteamericano, el oficial Rudolph
Anderson, estaba separado unos cientos de metros del aparato, que se
partió en tres partes. Su cadáver, fijado a la silla del avión, se
encontraba exactamente entre un cañaveral y la línea del ferrocarril.
A Anderson, de 35 años, le fue ocupado un plan de aviso donde se
confirmaba que había volado sobre Corea Democrática y sobre Cuba en otra
ocasión. Además, una billetera negra con $20, dos cheques en blanco
números 232 y 233, un anillo y un carné de mayor de la Fuerza Aérea de
los Estados Unidos.
Su cadáver fue devuelto a Estados Unidos, donde fue sepultado el 6 de
noviembre de 1962.
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/story/109443.html
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