El pasado como futuro
José Antonio Fornaris, Cuba-Verdad
LA HABANA, Cuba - Agosto (www.cubanet.org) - Una simple mirada a la
historia nos muestra que los presuntos eternos poderes se terminaron.
Entre ellos el imperio romano, a pesar de que todos los caminos conducen
a Roma.
El imperio español, que afirmaba que en sus dominios no se ponía el sol,
también acabó.
El Tercer Reich, que iba a durar un milenio, sucumbió a los doce años a
fuego y metralla. El comunismo, que se presentaba a sí mismo como el
sistema político salvador de la humanidad, no llegó al siglo en la Unión
Soviética. En Europa del Este, su existencia fue más efímera.
No obstante, el régimen cubano asegura que el socialismo en la Isla es
para siempre. Y ofrece como único futuro a los ciudadanos lo mismo que
se ha vivido en los últimos 48 años: un pasado de fracasos donde la
frustración y el miedo van de la mano.
Hay algo que va más allá de la tramoya existente, y es que el grupo que
quiere mantenerse en el poder a toda costa está formado por personas ya
viejas. Uno de los benjamines de ese grupo es el General Raúl Castro, y
ya tiene 76 años. A ese grupo le restan tal vez pocos años de vida. ¿Y
qué va a pasar luego?
Los jóvenes que llegaron al poder en 1959 estaban avalados por la
leyenda, y han podido vivir con esos laureles. Basados en la leyenda
exigieron al pueblo que los siguieran hasta alcanzar la justicia, la
libertad, la prosperidad. Pero ha sido todo lo contrario. Sus imágenes
redentoras, unidas al control de la sociedad que han ejercido, les han
permitido continuar con el experimento comunista.
En Rusia sucedió algo parecido. Los revolucionarios tomaron el poder y
construyeron su leyenda. Durante la Segunda Guerra Mundial surgieron
nuevos héroes con sus propias leyendas que ascendieron al poder. Algo
que en Cuba no ha sucedido.
Entonces, sin mencionar el estado de corrupción generalizada que impera
en el país, ¿cómo el relevo sin leyendas podrá exigirle a la población
que siga teniendo de compañeras a la miseria, la represión y la carencia
de libertades?
¿No pensarían en sus hijos y nietos los individuos que mantienen el
poder en Cuba? ¿Por qué decretar la libertad de los presos políticos
tendría que ser visto como una concesión al imperialismo, si la Asamblea
Nacional del Poder Popular tiene facultades para otorgar una amnistía
general?
¿Por qué para optar por un teléfono hay que demostrar apoyo al gobierno,
si la Constitución asegura en su primer artículo que "Cuba es un estado
organizado con todos y para el bien de todos, para el disfrute de la
libertad política, la justicia social, el bienestar individual y
colectivo, y la solidaridad humana?".
¿Qué sentido tiene hablar de una preparación militar permanente para
prever un posible ataque de los Estados Unidos, si la tierra no produce
alimentos, hay un escape permanente de cubanos hacia cualquier parte del
mundo y la economía está en ruinas?
Los viejos señores del poder, si continúan con la política de siempre,
van a fraccionar dolorosamente lo que aún queda de Cuba.
fornarisjo@yahoo.com
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