2007-08-13.
Carlos Serpa Maceira, Corresponsal en la isla de Misceláneas de Cuba
La Habana, 13 de agosto.- Los vecinos residentes en Escuela de Cabo,
una comunidad rural ubicada en el municipio especial cubano Isla de la
Juventud (conocida antiguamente por Isla de Pinos), al suroeste de La
Habana, utilizan el agua de lluvia para el consumo y la preparación de
los alimentos.
La Escuela de Cabo, distante a 26 Km. de Nueva Gerona, la capital
municipal de Isla de la Juventud vive días críticos ante la falta de
agua potable. Los aguaceros que caen en las tardes en el lugar, son
aprovechados de manera alternativa.
"La situación que estamos confrontando, se ha denunciado a todos los
niveles del Partido Comunista, Gobierno y el Instituto Nacional de
Recursos Hidráulicos; hemos sido víctimas de maltratos y el peloteo",
aseveró Lucinda Martínez, una vecina del lugar.
El agua de lluvia, la población la envasa en tanques de 55 galones,
cazuelas, pomos y cisternas construidas con ese fin. "Sí no fuera por el
agua de lluvia, estaríamos en una situación difícil. La falta de higiene
nos golpea mucho; hay que bañarse, fregar las cazuelas, limpiar las
viviendas, sin embargo, estamos limitados a realizar dichas actividades,
las llaves de agua están de adornos en nuestras casas", enfatizó la fuente.
Investigaciones realizadas por este periodista confirmaron que la falta
del preciado líquido en esta comunidad, dista desde su fundación hace
una década.
"Cuando recibimos el servicio de agua potable, es a través de una
carreta cisterna tirada por un tractor. Cuando no vienen, justifican que
los neumáticos están ponchados, o que no tiene combustible, además de
cobrarnos un servicio que no recibimos", dijo Doris Rodríguez, otra
residente del lugar.
La situación imperante en Escuela de Cabo, no es un caso aislado,
también en el asentamiento rural Geología, hasta el momento de
redactarse este artículo, la población del lugar utiliza el agua de
lluvia para sus necesidades perentorias. Desde hace más de un mes, la
turbina del lugar esta defectuosa.
Funcionarios responsabilizados con los Programas de la llamada Batalla
de Ideas y de la Revolución Energética ante la demanda popular para
solucionar la rotura de la turbina, alegaron que la solución del
problema no estaba en sus manos.
La falta del preciado líquido en comunidades rurales de Isla de la
Juventud, no es una excepción, en el municipio La Habana Vieja,
considerado Patrimonio de la Humanidad, sus habitantes han padecido la
ausencia de agua forma sistemática. En calle Lamparilla No. 322 entre
Aguacate y Compostela, los residentes no se pueden dar el lujo de
despilfarrar una gota del liquido, para lo cual se han vistos obligados
a autorregulársela. Algunos vecinos del solar, como se le denomina en la
isla a las ciudadelas, han tenido que comprar motores de agua, cuyos
precios oscilan en el rango de los 50 y 75 CUC.
Un análisis, destaca que Cuba se mantiene en una permanente crisis ante
un problema que se torne grave. Las provincias de Camagüey, Las Tunas,
Holguín, Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo han presentado un
panorama incierto con las fuentes de abastos a la población Santi
Spritus, territorio de más capacidad hidráulica de la nación, ha
acumulado muy por debajo de su media.
La ausencia del llamado Oro Azul en las localidades cubanas, ha
originado el descontento popular. La población ha vinculado el hecho a
la ineficiencia estatal que caracteriza al proceso político que rige
hace más de 48 años el destino de los cubanos.
Reportó desde La Habana el periodista Carlos Serpa Maceira, de la
Agencia de Prensa Sindical Press y Corresponsal en la isla de
Misceláneas de Cuba.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11159
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