Posted on Fri, Oct. 28, 2005
Cuba acepta la ayuda de Estados Unidos
PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
En un inesperado y radical cambio de actitud que podría abrir nuevos canales de comunicación entre ambos países, Cuba aceptó ayer la ayuda que Estados Unidos le había ofrecido el lunes para asistir a los damnificados del huracán Wilma, que provocó severos daños en las provincias occidentales de la isla.
''Al sondear a la gente en este edificio, creo que es la primera vez que [los cubanos] han aceptado una oferta de asistencia, al menos en la memoria colectiva del Departamento de Estado'', afirmó Sean McCormack, portavoz de ese organismo, durante una rueda de prensa.
Aunque McCormack no precisó el monto ni tipo de ayuda humanitaria que dará EEUU a la isla, un funcionario del Departamento de Estado había declarado el miércoles a El Nuevo Herald que el ofrecimiento inicial incluye suministros médicos y otros artículos necesarios en casos de emergencia, así como un grupo de evaluación y administración de desastres.
McCormack aseguró que cualquier ayuda adicional dependerá de la evaluación que hagan los expertos de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) sobre el terreno.
Un equipo de tres expertos estadounidenses de una oficina de la USAID está listo para viajar a la isla --una vez que se realicen los arreglos logísticos--, para evaluar los daños causados por el ciclón y ''recomendar más asistencia de ser necesario'', señaló McCormack.
En el caso de Cuba, la asistencia estadounidense estaría canalizada a través de organizaciones no gubernamentales ''independientes'', precisó el portavoz.
En una presentación ante el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana, el gobernante Fidel Castro leyó anoche reportes de prensa sobre las notas diplomáticas entre ambos países y restó importancia a la ayuda ofrecida por EEUU.
''Sí, podemos conversar con ellos [los expertos de la USAID], porque hay muchos temas sobre los que podemos conversar para ayudarnos mutuamente'', dijo Castro, que estuvo acompañado en el estudio por el astro futbolístico argentino Diego Armando Maradona.
Castro ironizó incluso sobre la situación que atraviesa el sur de la Florida tras el paso de Wilma y calificó la visita del presidente George W. Bush a las zonas afectadas como propia de un candidato electoral.
''Podemos mandarles expertos que vayan a Miami a ver si aparecen los alimentos o, si quieren, les mandamos un avión con los productos que le estamos ofreciendo a nuestra gente'', comentó.
La noticia de la aceptación de la ayuda provocó diversas reacciones en Miami, donde el tema de las relaciones entre Cuba y EEUU ha sido siempre fuente de interpretaciones contrapuestas.
''Es una respuesta sorprendente. No sé cuál es la razón por la que el régimen de Castro ha cambiado su actitud, pero seguro no será en beneficio del pueblo cubano'', afirmó Ninoska Pérez Castellón, vocera del Consejo por la Libertad de Cuba. ``Sencillamente cualquier ayuda que se le envíe a ese gobierno no va a llegar a la población''.
Por su parte, el director ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana, Alfredo Mesa, recordó que esa organización nunca se ha opuesto al envío de ayuda humanitaria a Cuba, siempre y cuando sea canalizada a través de organizaciones independientes en la isla.
''La Fundación apoya toda ayuda humanitaria que llegue al pueblo de Cuba'', precisó. ``El gobierno de Cuba tendrá sus razones cínicas por las cuales acepta ahora esa ayuda, pero el gobierno norteamericano tiene la buena fe de ayudar al pueblo cubano''.
McCormack declinó comentar las razones por las que el gobierno de Cuba habría cambiado su tradicional política de rechazar cualquier ayuda humanitaria estadounidense.
''Tendrán que preguntarle al gobierno cubano sus motivaciones'', dijo McCormack.
La organización Cambio Cubano, que dirige el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, celebró la actitud de ambos gobiernos en beneficio de los damnificados.
''La solidaridad es un puntal fundamental del pensamiento socialdemócrata de Cambio Cubano'', afirmó Eddy Güallar, secretario de la organización. ``Aplaudimos una medida que tienda a disminuir tensiones y conseguir reciprocidad''.
En general, el anuncio fue acogido con satisfacción por la mayoría de grupos e instituciones calificadas de ''moderadas'' en el exilio y que abogan por normalizar las relaciones de Cuba y EEUU.
''No hay duda de que detrás de este cambio de actitud hay un mensaje político'', afirmó Carlos Saladrigas, director del Grupo de Estudios Cubanos. ''Por nuestra parte apoyamos cualquier cosa que pueda ayudar a disminuir el sufrimiento del pueblo cubano'', subrayó.
Mientras tanto, informes difundidos ayer desde La Habana indicaban que tres días después del paso de Wilma, el Malecón habanero ofrece un aspecto desolador.
El mar se ensañó con los ocho kilómetros de muro del Malecón, derribó 300 metros de pared, arrastró bloques de cemento de hasta 10 toneladas y dañó un área de 1.8 kilómetros, según estimaciones oficiales preliminares.
La fuerza de las olas abrió inmensos socavones en el pavimento y cavernas de hasta cuatro metros.
El diario Granma informó que unidades de las Fuerzas Armadas, empresas de la Construcción y de Recursos Hidráulicos trabajan juntos en la operación ''Aurora'' para recuperar las zonas afectadas.
Grúas y motobombas industriales trabajan día y noche para extraer decenas de miles de metros cúbicos de agua almacenados en los túneles de Línea y Quinta Avenida.
En los barrios afectados, entretanto, los vecinos continúan limpiando sus casas, o lo que quedó de ellas, de los restos de lodo y escombros.
La situación es más difícil en sótanos y garajes, todavía inundados, donde los habaneros recurren a motores artesanales, mangueras y cubos para sacar el agua.
El suministro de luz se ha restablecido en buena parte de la ciudad, aunque con cortes intermitentes.
El reportero Wilfredo Cancio Isla contribuyó a esta información.
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/cuba/13016283.htm
Cuba acepta la ayuda de Estados Unidos
PABLO ALFONSO
El Nuevo Herald
En un inesperado y radical cambio de actitud que podría abrir nuevos canales de comunicación entre ambos países, Cuba aceptó ayer la ayuda que Estados Unidos le había ofrecido el lunes para asistir a los damnificados del huracán Wilma, que provocó severos daños en las provincias occidentales de la isla.
''Al sondear a la gente en este edificio, creo que es la primera vez que [los cubanos] han aceptado una oferta de asistencia, al menos en la memoria colectiva del Departamento de Estado'', afirmó Sean McCormack, portavoz de ese organismo, durante una rueda de prensa.
Aunque McCormack no precisó el monto ni tipo de ayuda humanitaria que dará EEUU a la isla, un funcionario del Departamento de Estado había declarado el miércoles a El Nuevo Herald que el ofrecimiento inicial incluye suministros médicos y otros artículos necesarios en casos de emergencia, así como un grupo de evaluación y administración de desastres.
McCormack aseguró que cualquier ayuda adicional dependerá de la evaluación que hagan los expertos de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) sobre el terreno.
Un equipo de tres expertos estadounidenses de una oficina de la USAID está listo para viajar a la isla --una vez que se realicen los arreglos logísticos--, para evaluar los daños causados por el ciclón y ''recomendar más asistencia de ser necesario'', señaló McCormack.
En el caso de Cuba, la asistencia estadounidense estaría canalizada a través de organizaciones no gubernamentales ''independientes'', precisó el portavoz.
En una presentación ante el programa Mesa Redonda de la Televisión Cubana, el gobernante Fidel Castro leyó anoche reportes de prensa sobre las notas diplomáticas entre ambos países y restó importancia a la ayuda ofrecida por EEUU.
''Sí, podemos conversar con ellos [los expertos de la USAID], porque hay muchos temas sobre los que podemos conversar para ayudarnos mutuamente'', dijo Castro, que estuvo acompañado en el estudio por el astro futbolístico argentino Diego Armando Maradona.
Castro ironizó incluso sobre la situación que atraviesa el sur de la Florida tras el paso de Wilma y calificó la visita del presidente George W. Bush a las zonas afectadas como propia de un candidato electoral.
''Podemos mandarles expertos que vayan a Miami a ver si aparecen los alimentos o, si quieren, les mandamos un avión con los productos que le estamos ofreciendo a nuestra gente'', comentó.
La noticia de la aceptación de la ayuda provocó diversas reacciones en Miami, donde el tema de las relaciones entre Cuba y EEUU ha sido siempre fuente de interpretaciones contrapuestas.
''Es una respuesta sorprendente. No sé cuál es la razón por la que el régimen de Castro ha cambiado su actitud, pero seguro no será en beneficio del pueblo cubano'', afirmó Ninoska Pérez Castellón, vocera del Consejo por la Libertad de Cuba. ``Sencillamente cualquier ayuda que se le envíe a ese gobierno no va a llegar a la población''.
Por su parte, el director ejecutivo de la Fundación Nacional Cubano Americana, Alfredo Mesa, recordó que esa organización nunca se ha opuesto al envío de ayuda humanitaria a Cuba, siempre y cuando sea canalizada a través de organizaciones independientes en la isla.
''La Fundación apoya toda ayuda humanitaria que llegue al pueblo de Cuba'', precisó. ``El gobierno de Cuba tendrá sus razones cínicas por las cuales acepta ahora esa ayuda, pero el gobierno norteamericano tiene la buena fe de ayudar al pueblo cubano''.
McCormack declinó comentar las razones por las que el gobierno de Cuba habría cambiado su tradicional política de rechazar cualquier ayuda humanitaria estadounidense.
''Tendrán que preguntarle al gobierno cubano sus motivaciones'', dijo McCormack.
La organización Cambio Cubano, que dirige el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, celebró la actitud de ambos gobiernos en beneficio de los damnificados.
''La solidaridad es un puntal fundamental del pensamiento socialdemócrata de Cambio Cubano'', afirmó Eddy Güallar, secretario de la organización. ``Aplaudimos una medida que tienda a disminuir tensiones y conseguir reciprocidad''.
En general, el anuncio fue acogido con satisfacción por la mayoría de grupos e instituciones calificadas de ''moderadas'' en el exilio y que abogan por normalizar las relaciones de Cuba y EEUU.
''No hay duda de que detrás de este cambio de actitud hay un mensaje político'', afirmó Carlos Saladrigas, director del Grupo de Estudios Cubanos. ''Por nuestra parte apoyamos cualquier cosa que pueda ayudar a disminuir el sufrimiento del pueblo cubano'', subrayó.
Mientras tanto, informes difundidos ayer desde La Habana indicaban que tres días después del paso de Wilma, el Malecón habanero ofrece un aspecto desolador.
El mar se ensañó con los ocho kilómetros de muro del Malecón, derribó 300 metros de pared, arrastró bloques de cemento de hasta 10 toneladas y dañó un área de 1.8 kilómetros, según estimaciones oficiales preliminares.
La fuerza de las olas abrió inmensos socavones en el pavimento y cavernas de hasta cuatro metros.
El diario Granma informó que unidades de las Fuerzas Armadas, empresas de la Construcción y de Recursos Hidráulicos trabajan juntos en la operación ''Aurora'' para recuperar las zonas afectadas.
Grúas y motobombas industriales trabajan día y noche para extraer decenas de miles de metros cúbicos de agua almacenados en los túneles de Línea y Quinta Avenida.
En los barrios afectados, entretanto, los vecinos continúan limpiando sus casas, o lo que quedó de ellas, de los restos de lodo y escombros.
La situación es más difícil en sótanos y garajes, todavía inundados, donde los habaneros recurren a motores artesanales, mangueras y cubos para sacar el agua.
El suministro de luz se ha restablecido en buena parte de la ciudad, aunque con cortes intermitentes.
El reportero Wilfredo Cancio Isla contribuyó a esta información.
http://www.miami.com/mld/elnuevo/news/world/cuba/13016283.htm
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