Líderes de religiones afrocubanas recuerdan que Juan Pablo II no quiso
recibirlos
"El Papa Juan Pablo II no quiso en ningún momento dirigirse a nosotros"
durante su visita a la Isla en 1998, dijo el babalawo Lázaro Cuesta
Agencias, La Habana | 02/03/2012 8:37 pm
Representantes de religiones afrocubanas, cuyos practicantes constituyen
abrumadora mayoría religiosa en Cuba, pues superan ocho a uno a los
católicos, muestran poco entusiasmo con la próxima visita a la Isla del
papa Benedicto XVI, reportó la AP.
"Si el Papa este que viene a visitar nuestro país tiene a bien, en su
agenda de trabajo, dedicar un espacio para que los yorubas cubanos
asistamos a un encuentro con él, creo que no hay inconformidad", dijo
sin mucho entusiasmo Lázaro Cuesta, uno de los más prestigiosos
babalawos de la Comisión de la Letra del Año.
"Esta Comisión ya pasó por una visita del Papa Juan Pablo II y… no quiso
en ningún momento dirigirse a nosotros", agregó Cuesta.
Los líderes de las religiones afrocubanas recuerdan como un desaire la
visita de Juan Pablo II, en enero de 1998, cuando el Pontífice dialogó
con evangélicos, ortodoxos y hasta miembros de la comunidad judía, pero
ni siquiera respondió al pedido de los babalawos de ser recibidos.
Unos días antes del arribo del Papa, los santeros organizaron un "toque
de tambor" para que el viaje del Pontífice fuera favorecido por los orishas.
Según expertos, en la actualidad entre un 70 y 80% de la población en la
Isla realiza algún tipo de práctica religiosa afrocubana, sea la
santería propiamente dicha (Regla de Ocha-Ifá) o alguna de sus hermanas
menos conocidas como la Regla de Palo Monte, la de Arará o los abakuas.
"A ese Papa (Juan Pablo II) no le interesaba reunirse con los dirigentes
negros de religiones autóctonas que la iglesia Católica desprecia y
siempre combatió desde hace cuatro siglos", dijo el etnólogo y
politólogo cubano residente en Brasil, Carlos Moore.
"¿Racismo? Claro que sí", agregó.
Hasta ahora la agenda del papa Benedicto XVI, de 84 años, no incluye
citas con santeros o líderes de otras religiones.
Un portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, dijo que el calendario del
Papa podría ser ajustado, pero descartó absolutamente una reunión con
los representantes de religiones afrocubanas.
Lombardi explicó que la santería no tiene un "liderazgo institucional" y
"no se trata de una iglesia" en el sentido tradicional.
"La santería es con todas las de la ley una religión", opina experta
Los académicos explican que la santería, una de cuyas raíces llegó a
Cuba por los esclavos en su mayoría pertenecientes a la cultura yoruba,
aún permanece afuera de la institucionalidad en buena medida por su
naturaleza antijerárquica y dispersa, por siglos de tabú y por el
racismo que impide a las tradiciones afrocubanas ser acogidas por las
otras comunidades religiosas.
"La santería es con todas las de la ley una religión. Una de las varias
que existen aquí, pero con una particularidad distintiva, es la única
cubana", dijo la etnóloga María Ileana Faguaga Iglesias, profesora de la
Universidad de La Habana.
"Su estructura no es vertical, no tiene un jefe máximo, no tiene
edificaciones y nunca ha formado parte de ningún poder político", agregó
Faguaga Iglesias.
Según la etnóloga, "por historia, en algún momento todos los santeros
tenían alguna práctica católica; la católica era el poder y era oficial,
las otras perseguidas".
Para Faguaga Iglesias el bautismo llegó a ser incluso una suerte de
carta de identidad, toda vez que las parroquias llevaban el registro
civil de las personas.
La santería está muy expandida en el pueblo, "más que cuando yo era
joven. No sólo en las personas de origen africano, sino también en
personas de origen europeo, blancos, que son también hoy día santeros",
dijo Carlos Manuel de Céspedes, vicario general de La Habana.
"La línea oficial del Cardenal (Jaime Ortega) y creo que de la Iglesia
en general, fue que las personas que practican la santería son
católicos, solo otra forma quizá desviada, pero no absolutamente
herética o cismática", comentó Tom Quigley, un antiguo asesor de la
Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
Según cifras oficiales, en una población de 11,2 millones de habitantes
de la Isla, el 65% se identificó como blanco, 10% como negros y 25 como
mestizos o mulatos.
Mucho menos conocidas que las hostilidades recibidas por los católicos
fueron las sufridas por los afrorreligiosos en la década de los años
sesenta y setenta en Cuba.
Los santeros, la mayoría negros y mulatos, podían ser encarcelados si se
los detectaba realizando sus ritos y no podían hasta la reforma de los
reglamentos en los noventa ser miembros del gobernante Partido Comunista
de Cuba, único legal.
"Las religiones europeas (catolicismo, protestantismo y las otras)
tienen una relación tensa con las religiones autóctonas de matriz
africana porque las primeras son corporaciones de la elite; ellas
siempre sirvieron los intereses de clase y de raza de esas elites",
explicó el etnólogo y científico político Moore.
Una buena síntesis del ambiente de falta de comprensión que a veces
sienten los líderes de las religiones afrocubanas la dio el babalawo
Lázaro Cuesta.
"En Cuba… mientras se niegue la existencia de la (afro)religión se está
negando nuestro patrimonio nacional, porque a esta religión la trajeron
aquellos hombres que vinieron amarrados con cadenas como esclavos a este
país y fueron de manera indiscutible los que después formaron la
nacionalidad", señaló.
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