Osmar Laffita
Capdevila, La Habana (PD) La Asamblea Nacional del Poder Popular que
inició su octavo periodo de sesiones el 23 de diciembre, es un órgano
unicameral, que al no existir Mesa de la Asamblea, es el Presidente,
auxiliado por el vicepresidente y el Secretario quien ejerce esta
función. Es él quien rige y ordena el trabajo de la asamblea. Sobre él,
recae la potestad del gobierno interno.
El parlamento cubano nunca ha ejercido su función como reza en la
Constitución de control estatal y gubernamental. En la práctica su
función es burocrática. Los diputados asisten a las sesiones sólo a
escuchar sin independencia para discrepar o argumentar, algo que es
propio de regímenes totalitarios.
Los diputados se agrupan en 12 comisiones permanentes,(no existe la no
permanente) en las reuniones se examina el cumplimiento del Plan de la
Economía Nacional y el Presupuesto para el 2012. Se agrupan de acuerdo a
la esfera que se le ha asignado y se reúnen en sesiones ordinarias cada
seis meses en el año, sólo por uno o dos días.
En la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, no existen grupos
parlamentarios, debido a que todos los diputados están unidos por su
afinidad ideológica y la disciplina de la organización política en que
se agrupan. En su gran mayoría son miembros del Partido Comunista.
La Asamblea Nacional desde su constitución en 1976, no ha ejercido su
potestad de control de las acciones del Estado y el gobierno. Los
diputados no ejercen su derecho plasmado en la Constitución, de
interpelar y formular preguntas al presidente, vicepresidentes y ministros
El artículo 68, inciso (c) señala que los miembros del gobierno tienen
el deber de rendir cuenta de su actuación y pueden ser revocados de su
cargo en cualquier momento. Esto nunca se ha cumplido, los primeros que
lo han violado han sido el anterior y actual Presidente de la República,
también los vicepresidentes y ministros. El caso más significativo es el
de los Ministros de las Fuerzas Armadas y del Interior que nunca han
rendido cuentas.
Desde hace algunos años que el gobierno asumió la función legislativa,
pero particularmente este año que termina, dictó infinidad de decretos y
decretos Leyes, que ignoraron que es a la Asamblea Nacional a quien
corresponden de acuerdo a la Constitución, estas funciones.
Desde la constitución de la Asamblea Nacional, tanto el presidente
saliente de la república, como el actual, junto al Consejo de Estado,
nunca cumplieron con el artículo 74 de la Carta Magna que señala que
tienen que rendir cuentas de sus actividades.
Los diputados han violado el artículo 75 de la Constitución que les
faculta a determinar la constitucionalidad o no de los decretos Leyes y
otras disposiciones legales dictadas por el Consejo de Estado y de
Ministros. Tampoco han honrado el inciso (ch) del citado artículo que
les faculta a revocar todo o parte de dichas disposiciones legales.
En lo referido al sistema monetario y crediticio, tanto el anterior
presidente de la República como el actual, han tomado medidas
relacionadas con el uso de los fondos públicos, como la creación de la
Comisión de Divisas y la Cuenta Única, ambas disueltas por el actual
gobierno. Nunca tan importante asunto fue objeto de debate en el seno de
la Asamblea Nacional.
Una muestra de las formalidades burocráticas del parlamento cubano, está
en que los diputados nunca han cumplido su obligación de ejercer la
fiscalización sobre el estado y el gobierno. El actual presidente en el
año que termina, salió al extranjero en varias ocasiones, así como
vicepresidentes y ministros y nunca pidieron permiso para hacerlo y
mucho menos han rendido cuentas de los resultados de su gestión o de los
gastos de la misma.
La facultad de interpelar al presidente, los vicepresidentes y
ministros, nunca ha sido ejercida por los diputados y como reza el
artículo 86 de la Constitución, estos están en esa obligación.
Una muestra que la Asamblea Nacional es pura formalidad en sus
funciones, es que los gobernantes cubanos siempre han desconocido el
articulo 69 de la Constitución que entre otras cosas señala: "que ella
es el órgano supremo del poder del estado", algo que el Partido
Comunista ha desconocido siempre.
Desde la constitución de la Asamblea Nacional hace ya 35 años, nunca el
gobierno ha sido sometido a una moción de censura que de haberse
aplicado con el voto de las dos terceras partes de los diputados
presentes, hubiese procedido a su disolución automática a la
convocatoria en el tiempo que fija la ley para la conformación de un
nuevo gobierno.
Nunca el gobierno ha sometido a un debate en la Asamblea Nacional del
"Estado de la Nación", lo cual en estos momentos, dados los daños
estructurales en que está atrapada la sociedad, urge hacer. Esto
posibilitaría que el pueblo conozca cuales son los problemas que más
afectan a la economía y a la sociedad, así como las propuestas para
salir del atolladero en que esta atrapada la nación cubana.
No comments:
Post a Comment