[28-12-2011]
Lucas Garve
Fundación por la Libertad de Expresión
(www.miscelaneasdecuba.net).- A partir de la semana próxima, las
empresas de servicios domésticos y enseres menores prácticamente
desaparecen porque sus empleados pasarán a ser trabajadores por cuenta
propia.
Decididamente son los trabajadores cubanos de estas empresas y talleres
los que están obligados a pagarle la renta al Estado por la
ineficiencia gubernamental generada durante más de cincuenta años.
Así el Estado que les impuso desde el 1968, cuando inició la campaña de
la "Ofensiva Revolucionaria" y acabó con todos los talleres y pequeñas
empresas en manos privadas, ahora les impone reconvertirse en
arrendatarios de locales en mal estado constructivo, con todos los
gastos de agua, electricidad, teléfono si lo hay, limpieza, etc. y
añádale un atraso tecnológico que los deja fuera de competencia en un
mercado de oferta y demanda ocupado mayoritariamente por jóvenes.
En Cuba hay unos 5, 158, 5 miles de trabajadores laboralmente activos y
los pertenecientes a servicios comunales, sociales, personales son unos
2, 195,8 miles de trabajadores según las estadísticas de la oficina
nacional en su edición 2010. De estos, la mayoría cuentan entre 40 y 59
años de edad, y ellos serán los más afectados por el cambio de situación
laboral.
Esto no significa que se liberarán del control del Estado porque los
locales donde trabajen y las herramientas siguen perteneciendo al
Estado. Añada a lo anterior que estos trabajadores entre los que se
encuentran carpinteros, zapateros, fotógrafos, relojeros, reparadores de
equipos eléctricos y electrónicos poseen un conocimiento tecnológico
desfasado en relación con los equipos y aparatos que venden actualmente
en las tiendas cubanas.
Por ejemplo, ellos desconocen la tecnología digital, no saben lo que
muchos jóvenes conocen de teléfonos celulares, de computadoras, de
equipos de DVD, televisores de pantalla de plasma, ni pastillas y chips,
soportes para el transporte de información, etc.
Hace meses recurrí a un vecino técnico en reparación de televisores para
que limpiara el aparato por dentro porque con el tiempo se acumula polvo
sobre las pastillas, transistores, etc. y puede ocurrir algún fallo a
causa de la humedad y el polvo. Cuando vio el equipo de DVD me dijo que
era de una buena marca y me explicó que esa tecnología no la conocía
aún, porque a ellos en el taller no le facilitaban ningún tipo de
información técnica acerca de la última generación de equipos digitales.
Por consiguiente, estos nuevos trabajadores arrendatarios a partir del
Año Nuevo se encontrarán en desventaja con esos que a la puerta de
talleres de reparaciones proponen servicios más eficientes y rápidos que
posiblemente tengan una solución para el desperfecto del equipo defectuoso.
Por parte del Estado cubano, continua siendo el ganador porque se quita
de encima el mantenimiento de locales semi-ruinosos en su mayoría, el
gasto de electricidad, de teléfono si lo hay, de limpieza de los
locales y el pago de salarios por nóminas muchas veces infladas con
trabajadores inexistentes que sólo contribuye a la supervivencia de una
burocracia intermedia y de bajo nivel que roba al mismo Estado que la creó.
De esta forma, la autocracia cubana lanza por la borda todo el lastre
que le permita flotar y ganar tiempo para continuar en medio de la
crisis económica en que está sumida hace tiempo.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=34699
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