Lunes, Diciembre 26, 2011 | Por Carlos Ríos Otero
LA HABANA, Cuba, diciembre, www.cubanet.org -No hace mucho, el periódico
Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba –el mismo que por
estos días lamenta amargamente la muerte del tirano genocida Kim Jong-Il
y casi ni menciona la de Vaclav Havel-, mostró su angustia y pesar por
la muerte en combate del jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC) Guillermo León Sáens, alias Alfonso Cano.
Sin duda fue una mala noticia para los "dirigentes históricos" de la
revolución cubana, esa banda de viejitos cada vez más ridículos,
incapaces de aceptar que su mundo se desmorona, desfasados, cargados de
fracasos, sumidos en un proceso de abatimiento y congoja.
Dijo Granma que la desaparición del "líder social" podría estancar el
proceso hacia la paz en Colombia.
¿De qué proceso de paz habla Granma?. Además, ¿Era Cano un "líder social"?
Innumerables veces los colombianos han transitado hacia la
reconciliación, pero a los capos guerrilleros, autores de asesinatos y
secuestros, comercializadores de coca, realmente no les interesa la paz.
Sólo fingen interesarse para ganar tiempo y coger oxígeno, cuando se
sienten perseguidos y acorralados. Entonces buscan ingenuos para que
medien. O se apoyan en cómplices con fachada imparcial, como la ex
senadora Piedad Córdoba.
Alfonso Cano fue el sustituto del más agresivo líder de las FARC, el
Mono Jojoy, Raúl Reyes, el financista de los narcoguerrilleros, que a su
vez había sustituido a Manuel Marulanda, alias Tirofijo, fundador y jefe
de la guerrilla.
Reyes, tal vez por enano, se creía Napoleón, y gustaba que lo llamaran
así. Me lo contó un colombiano que estudiaba Economía en La Habana y
pernoctaba en mi casa, a inicios de la década de 1990. Estaba becado en
Cuba, porque su padre era un jefe guerrillero: Oximel X. El propio Sr. X
decía que todos las guerrillas, las FARC, el ELN y el M-19, eran una
gavilla de malhechores. Y él sabía lo que decía.
Ahora el nuevo "líder social", según el Granma, es el Sr. Rodrigo
Londoño Echerry, apodado Timoleón Jiménez. Dicen que una vez, allá por
1993, lo vieron en la Casa del Tango de La Habana. Le gustaban tanto
los rusos que se puso por nombre Timoshenko, igual que el mariscal
soviético que Ampliardurante la II Guerra Mundial estuvo al mando del
frente sur-occidental, y después, en 1947, fue enviado a China para la
reorganización del ejército de Mao Zedong.
Las FARC cuidan los campos de coca y las pistas de aviones de los
carteles, donde embarcan la droga, a cambio de armas para su guerra. Se
agencian fondos también robando y pidiendo rescates por las personas que
secuestran. Colombia debe a los comandantes de las FARC ser uno de los
países de más alto índice de secuestros en el mundo. El senador Pablo
Victoria, en 1996, denunció que la guerrilla y los carteles de la droga
han corrompido el proceso político colombiano.
Si se hiciese un film objetivo sobre la historia de la narcoguerrilla en
Colombia, los mafiosos de El Padrino, parecerían infelices niños de teta
comparados con los comandantes asesinos que Granma llama "líderes sociales."
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