Al límite y sin credibilidad
Muchos analistas creen que lo peor está por llegar. ¿Teme por ello el
gobierno a un Congreso del PCC?
Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 27/10/2009
La situación la economía cubana continúa deteriorándose. A los 20 años
de Periodo Especial y la devastación causada en 2008 por el azote de
tres huracanes, se agregan los efectos de la crisis global. El
crecimiento anual inicialmente programado del PIB, 6,0%, ha sido
reducido en dos ocasiones: En abril, a 2.5%, mientras a finales de julio
volvió a rebajarse a 1,7%.
No obstante, muchos economistas predicen una regresión superior. Este
criterio se basa en la drástica reducción del consumo de electricidad,
en un 12,0%, decretada a principios de junio; el fuerte decrecimiento en
las importaciones —incluidos insumos esenciales— por falta de capacidad
de pago; así como una significativa reducción en los gastos del
presupuesto, en particular en la esfera social, para situarlos en
consonancia con las limitaciones actuales, según se ha reconocido
oficialmente.
A ello se agrega el crecimiento de los impagos a los suministradores
extranjeros, e incluso la congelación de sus cuentas en los bancos
cubanos dada la insuficiencia de liquidez, lo que ha provocado que
firmas establecidas en el país se hayan marchado. Estos hechos han
deteriorado la credibilidad financiera y, por tanto, aumentado las
dificultades para obtener créditos.
Actividades fuentes de ingresos, como el turismo, sufren los efectos de
la crisis económica internacional. En el primer semestre de 2009 creció
un 2,7% la llegada de visitantes, debido al incremento en un 20,0% del
arribo de miembros de la comunidad cubana en Estados Unidos. Sin
embargo, los ingresos del sector disminuyeron un 12,9%. Ningún país vive
del arribo de turistas, sino de los ingresos que dejan.
Aunque no hay cifras oficiales de las remesas recibidas, es probable que
haya una notable disminución, debido a los problemas económicos en
Estados Unidos y otros países donde residen cubanos.
Los factores expuestos se reflejan en los cortes radicales en los planes
de inversión, reforzándose la descapitalización presente desde hace
años. Asimismo, continúa la disminución acelerada del consumo personal,
visible en 2008, con una minoración del 4,4%. Hasta en las tiendas de
venta en divisas se aprecia la caída de la oferta, que en los meses
venideros podría profundizarse al agotarse las existencias y faltar la
reposición. El comercio de venta en pesos cubanos se ha reducido también
por falta de mercancías.
¿Miedo a un Congreso del PCC?
La población, asfixiada por 20 años de Período Especial, sufre el
empeoramiento adicional de sus condiciones de vida, sin descartar para
los próximos meses coyunturas iguales o peores a las vividas en los años
noventa. Las autoridades parecen estar conscientes del disgusto
generalizado y, como consecuencia, cancelaron indefinidamente el
Congreso del Partido, anunciado en 2008 para fines del presente año.
La decisión, aparentemente, responde al temor de que la cita se
convirtiera en una Caja de Pandora y no se pueda acallar la
insatisfacción existente entre la militancia. El Congreso ha sido
sustituido por una —tal vez más controlable— Conferencia Nacional.
Ante el recrudecimiento de la crisis, el gobierno de Raúl Castro ha
tomado algunas decisiones aisladas, como eliminar discreta y
paulatinamente concepciones y proyectos absurdos. Entre ellos, la
"Batalla de Ideas", el igualitarismo en el trabajo, las falsas
gratuidades y la antieconómica y contraproducente escuela en el campo.
También se han adoptado medidas en la agricultura, como la entrega de
tierras en usufructo, que a pesar de tener significativas limitaciones,
ponen fin a viejos dogmas.
Paralelamente, está en curso la eliminación de comedores en centros de
trabajo, con lo cual se espera poner coto a enormes subvenciones a
lugares sobrecargados de empleados. Esas instalaciones ofrecen servicios
deficientes, y muchos de los recursos que se destinan a ellas terminan
el mercado negro.
El gobierno ha decidido compensar a los trabajadores con 15 pesos por
jornada laboral completa. Sin embargo, la medida choca con la deficiente
red gastronómica que debería suplir la ausencia de comedores. Esto
podría resolverse si se permitiera ampliar la iniciativa privada en la
gastronomía.
Circulan también propuestas que podrían significar pasos de avance. Un
proyecto proveniente de los nuevos dirigentes de la Junta Central de
Planificación —con una mentalidad más realista— sugiere la entrega a
manos privadas o cooperativas de los comercios estatales de venta
minorista, en un esfuerzo por reducir la corrupción, según informaciones
de fuentes nacionales y extranjeras.
Esta idea debería ampliarse a muchos pequeños talleres y unidades de
servicios, imposibles de controlar centralmente, complementándose con el
permiso para crear pequeñas y medianas empresas (PYMES), eficientes y
adaptables a las demandas del mercado, que podrían constituir fuentes de
trabajo y de ingresos para el Estado, mediante el pago de impuestos.
En las últimas semanas han "aparecido" cartas en la prensa oficial con
críticas al irracional sistema de racionamiento imperante desde 1962. La
llamada libreta de abastecimiento subvenciona hoy a personas que no lo
requieren, mientras a los realmente necesitados los ayuda
insuficientemente, además de constituir un burocrático e ineficiente
esquema de distribución. Un colosal dispendio de recursos y fuente de
corrupción.
Sin dejar de reconocer que algunas de las medidas tomadas por el
gobierno de Raúl Castro pudieran tener aspectos positivos, por su
naturaleza parcial e inconexa y la enorme dimensión de la crisis son
insuficientes para enfrentar la crítica situación de un país en sus
límites, que requiere con urgencia cambios estructurales de mayor calado
y extensión.
Al límite y sin credibilidad - Artículos - Cuba - cubaencuentro.com (27
October 2009)
http://www.cubaencuentro.com/es/cuba/articulos/al-limite-y-sin-credibilidad-219244
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