2009-05-26.
Elías Amor, Economista
(www.miscelaneasdecuba.net).- Varias señales de alarma se han encendido
en La Habana. Así, las autoridades y los medios oficiales de la isla han
desplegado acciones para reducir el consumo de electricidad, dada la
grave crisis económica y financiera que padece el país.
El responsable de economía, Murillo, señaló que el sector estatal, que
consume más de la mitad de la electricidad de la isla, deberá reducir en
un 12% el consumo, porque el gasto sobre lo planificado ya ha costado
unos $90 millones.
De no lograr ese objetivo, el ministro de Economía anunció que el
Gobierno tendrá que recurrir a los "apagones" porque el país no puede
gastar más combustible en generar electricidad.
Por su parte, el viceministro de Economía y Planificación, Julio
Vázquez, alertó sobre el riesgo de una nueva época de apagones en Cuba
por la crisis económica mundial y una tendencia en la isla al alto
consumo de combustibles.
"Las autoridades reclaman un uso más racional de la energía para evitar
la implantación de medidas más drásticas, como el apagón', que es un
"recurso final, pero que ya tiene un plan de horarios programado',
aseguró la agencia Prensa Latina.
También, Barredo, un representante del oficialismo participante activo
en el programa televisivo Mesa Redonda, alertó en un artículo anterior,
que el fantasma de los apagones está a la vuelta de la esquina si los
cubanos no "aterrizan' ante los graves problemas energéticos que
enfrenta el país.
La obsesión con el consumo de electricidad y las directrices que ya han
recibido numerosas empresas para reducir sus gastos sitúa al ciudadano
cubano en el punto de partida de la grave crisis de comienzos de los 90,
denominada "período especial", y vuelve a plantear nuevamente las
dificultades que tiene el régimen para reducir la dependencia energética
y promover un uso más racional de la energía disponible, prácticamente
procedente del exterior en su totalidad. Lo cierto es que cuando se
compara el consumo de energía en Cuba con el del resto de América
Latina, los datos no dan motivos para tanta alarma.
Vayamos a los datos comparativos. El consumo total de energía, expresado
en barriles de petróleo por habitante y año, con datos del Anuario
Estadístico de CEPAL, permite observar que el consumo medio en la Isla
se situó en 2007 en 7,7 barriles, un dato que es algo superior al del
conjunto de América Latina, situado en 6,8, pero en línea con el
registrado en México, 7,6; Brasil 7,2; y muy por debajo del producido en
Argentina, 9,8. Si se admite que estamos ante un nivel de consumo de
energía similar al de otros países, ¿por qué se preocupan las
autoridades y se lanzan a revisar estimaciones y objetivos planificados?
Posiblemente, porque todavía se acuerden del "período especial". Tal vez
sea recomendable recordar que Cuba antes del derrumbe de la URSS
realizaba un consumo anual medio de 95 millones de barriles de petróleo
destinado a energía. Un notable despilfarro de recursos, si se compara
con las cifras actuales. También, que entonces la población en la Isla
era alrededor de un millón menos que en la actualidad.
El consumo por habitante y año, se situaba en torno a 9,3, claramente
por encima de los 7,7 actuales. En tan solo dos años desde la caída del
muro de Berlín, el consumo medio de barriles de petróleo descendió a
5,4, por la falta de divisas para adquirir petróleo en los mercados
mundiales del régimen y la cancelación de contratos con Rusia.
Durante el largo período que transita entre 1992 y 2005, cuando empieza
a llegar a la isla el petróleo de Venezuela, los consumos se mantuvieron
a niveles muy bajos por la fuerza. A pesar de la búsqueda de
yacimientos, los resultados han dejado mucho que desear.
Se podría entender el menor consumo de petróleo para uso energético en
la Isla como una mejora de eficiencia, pero no es así, ya que el ajuste
producido tras la crisis del socialismo real entre 1992 y 2006, se
corrigió con la llegada del petróleo de Venezuela, provocando un aumento
rápido del consumo en la obsoleta estructura productiva de la Isla,
hasta situarse en los niveles actuales.
Lo que las autoridades temen ahora es un nuevo desplome como el
producido en 1990 ante una eventual necesidad del chavismo de todo su
petróleo para obtener divisas.
Pero es evidente que el petróleo no es el problema. Entonces, ¿qué está
pasando con la economía cubana? ¿Por qué esta sensación de desasosiego y
ambiente de grave crisis? ¿No será una excusa del régimen para no
implementar las reformas paralizadas y que ya algunos consideran que
nunca se deberían haber planteado?
Grandes dudas planean sobre el futuro de la economía cubana en las
actuales condiciones. En tanto que las autoridades siguen sin reconocer
lo que deben hacer: economía de mercado y derechos de propiedad.
EL PETRÓLEO NO ES EL PROBLEMA: EL CONSUMO DE ENERGÍA TAMPOCO -
Misceláneas de Cuba (26 May 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=20884
No comments:
Post a Comment