Saturday, December 27, 2008

El secretario y el bloqueo

Publicado el sábado 27 de diciembre del 2008

El secretario y el bloqueo
EMILIO ICHIKAWA

El viajero que llega de Cuba preocupado por los trámites migratorios, o
por esos horrendos cubículos que según la propaganda castrista deben
tener la CIA y el FBI en el Aeropuerto Internacional de Miami, se
encuentra con la sorpresa de que los letreros más visibles anuncian una
autoridad imprevista: el Departamento de Agricultura. En Washington DC
no es uno de los ''Palaces of the Power'' que más interesan al
visitante, pero en cada rincón interior, en cada frontera, donde haga
falta, el Departamento de Agricultura tiene una presencia notable.

Nuestro viajero cubano puede traer en su maleta las obras completas de
Fidel Castro o el manual de guerrillas del Che Guevara. Eso no importa.
Puede incluso mostrar una camiseta con la imagen de los cinco espías o
tararear el Himno del 26 de Julio ante la seguridad aeroportuaria, que
no le pasará nada. Pero debe tener cuidado si ingresa semillas de maíz,
una jicotea o un tomeguín del pinar dopado con diazepam, porque puede
pasar un mal rato con los funcionarios del Departamento de Agricultura.

En algunos bares de Washington DC se dice que el secretario de Defensa
puede ser cualquier diligente burócrata que respete y sea respetado por
los altos oficiales al mando de las tropas. Y que la Secretaría de
Estado es apenas un puesto con glamour. Pero que en la designación del
secretario de Agricultura no puede haber ningún tipo de improvisación y
que casi siempre la sombra de un probado político de Iowa, Nebraska o
una de las Dakotas ronda la silla.

Como todo el mundo sabe, el presidente electo Barack Obama ha nombrado a
Tom Vilsack como secretario de Agricultura. Vilsack es ex gobernador de
Iowa, político pujante y persona cercana a la nominada secretaria de
Estado Hillary Clinton. Todo amarrado; como en un buen team.

Aunque algunos ideólogos del exilio cubano se siguen comportando como si
las elecciones no hubieran terminado, ya las fuerzas políticas se están
reajustando a las nuevas condiciones con todo el realismo que exige esa
profesión. Si quieren un indicador voy a citar dos ejemplos. El propio
congresista Lincoln Díaz-Balart, después de ganar las elecciones por el
Distrito 21, ha dicho que aunque es partidario de una política de
sanciones hacia el régimen de la isla, ''eso no significa que no se
pueda conversar acerca de la utilidad de ciertas medidas tomadas por la
administración Bush en el 2004''. Por demás, hace sólo unas semanas
también vimos a la Fundación Nacional Cubano Americana inventarse un
interesante ``centro político''.

El Departamento de Agricultura tendrá mucho que ver con la definición de
las relaciones entre EEUU y Cuba en los próximos cuatro años. Al nombrar
como secretario de Comercio a Bill Richardson (gobernador de Nuevo
México), el presidente electo Barack Obama afirmó entre sus tareas la de
encontrar nuevos mercados para la empresa norteamericana. Cuba,
precisamente por la indigencia productiva y estructural de su economía,
puede aplicar sin muchos problemas como un ''mercado en desarrollo''
para una economía en crisis. Y este es un interés que no sólo pasará por
encima del embargo, sino del mismo Castro si es preciso. Las puertas del
Departamento de Agricultura no dejarán de abrirse ante las visitas de
lobbistas ansiosos por llevar a La Habana los productos del agro y la
ganadería norteamericana. Y este año, según se comenta, las delegaciones
de hombres de negocios a las exposiciones de la isla podrían incluir
personajes muy conocidos por el exilio cubano. Todo sucederá como
nuestra gente ha soñado. Todo, a su debido tiempo. Y ese tiempo ha llegado.

http://www.elnuevoherald.com/opinion/story/346623.html

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