Gobierno cubano en cruzada contra el robo y la corrupción
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
El robo de recursos estatales, el desvío de abastecimientos de las
tiendas en divisas y la especulación con los alimentos tras el paso de
los huracanes Gustav e Ike por Cuba tienen en alerta al gobierno de Raúl
Castro.
Junto a la batalla nacional por recuperar la agricultura y aliviar la
crisis de la vivienda, las autoridades gubernamentales están enfrascadas
en ponerles freno urgente a las manifestaciones de privilegio,
sustracción de bienes y corrupción que comienzan a aflorar en medio de
un recrudecido panorama de carencias.
Tras sendas "reflexiones'' publicadas por el ex gobernante Fidel Castro,
el gobierno ha movilizado sus fuerzas para atajar la debacle en todos
los frentes.
El jueves la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) --sindicato único
bajo control del Partido Comunista-- convocó a sus más de 3.4 millones
de afiliados a enfrentar el robo de bienes estatales y las violaciones
de precios en los mercados mediante asambleas laborales, mientras que el
programa televisivo Mesa Redonda se enfocó en el enfrentamiento de las
conductas delictivas que han surgido a raíz de los graves daños dejados
por ambos huracanes.
Las movilizaciones generadas por los ciclones desataron en muchas
poblaciones saqueos de viviendas e instituciones estatales. Fuerzas del
Ministerio del Interior tuvieron que lanzar intensos operativos para
detener la acción de malechores que trataron de saquear desde colchones,
muebles y otras pertenencias privadas hasta los abastecimientos de
mercados estatales.
En Güira de Melena, provincia de La Habana, corre entre la población el
relato de tres hombres que se trasladaron en coches con caballos desde
la vecina población de San Antonio de los Baños para saquear el centro
comercial El Encanto, que perdió el techo tras el paso del huracán Gustav.
Agentes del MININT y trabajadores del comercio en Güira de Melena
frustraron el intento de los asaltantes, que manifestaron una actitud
desafiante, según testimonios de los vecinos.
"Para esas personas que desvían recursos o tratan de especular con los
precios de los productos alimenticios, que sustraen cables eléctricos o
telefónicos, o tratan de apropiarse de recursos de las reservas
estatales, nuestro Código Penal tiene previsto circunstancia de
agravamiento del delito'', afirmó el vicefiscal general Rafael Pino
Bécquer ante la Mesa Redonda del jueves. "Los fiscales solicitarán con
rigor la sanción de los tribunales''.
Pino Bécquer añadió que a las personas que han acumulado bienes a partir
de actividades lucrativas se les aplicará el decomiso.
Una batería de primera línea de la Fiscalía General de la República se
presentó en la Mesa Redonda --bastión del oficialismo-- para advertir
que el país preservará "la legalidad socialista'' y "aplicará
consecuentemente la ley para este escenario''. Entre los asistentes se
encontraba el general Juan Escalona Reguera, fiscal general de la
República y recordado por su agresiva actuación en el juicio del general
Arnaldo Ochoa y otros oficiales en 1989.
Escalona Reguera intervino al final del programa televisivo para
enfatizar que la Fiscalía va a "actuar con mucha fuerza''.
Agregó que hace pocos días fue elaborada una resolución para orientar a
los fiscales la actitud a tomar ante los delitos que se están generando
"con los alimentos, de bolsa negra, y precios que se elevan al cielo
para que los bandidos de siempre tengan hoy más posibilidades de tratar
de asaltar a nuestro pueblo''.
Las instrucciones a los fiscales incluyen el establecimiento de "medidas
sustitutivas de la privación de libertad, trabajo correccional con
internamiento, trabajo correccional sin internamiento y cuando levanta
un poco el riesgo: sanción de privación de libertad''.
''No hay más alternativa y vamos a mantenerlas [las medidas] hasta que
nuestro país viva de nuevo lo que teníamos antes de los ciclones'',
advirtió el fiscal general.
Horas antes, la CTC transmitió un llamamiento anunciando que combatirá
esos hechos negativos en los colectivos laborales, mediante asambleas
que comenzaron el jueves en todo el país.
El comunicado sindical señaló como inaceptable "la apropiación ilícita
de recursos del Estado y, en particular, de los alimentos para especular
con ellos en medio de la situación que vive el país'', y criticó "la
elevación de precios en comercios, el abuso y las violaciones de peso y
calidad en el expendio de productos y el juego desmedido de la libre
oferta-demanda en el mercado agropecuario''.
La respuesta gubernamental se produce al calor de fuertes críticas de la
población por el alza indiscriminada de precios en los mercados
agropecuarios y los desabastecimientos en las tiendas en divisas,
principalmente en la zona oriental de la isla.
"No hay manera de resolver en estos momentos porque se ha sembrado un
desespero que obliga a la gente a acaparar'', relató Mario Ledesma, un
residente de la ciudad de Holguín. "Las colas en las shopping comienzan
desde la madrugada y lo que sacan se acaba en un abrir y cerrar de ojos''.
Ledesma relató que entre las prioridades de la población están el jabón
y el detergente, con ofertas muy escasas en las tiendas holguineras.
"El otro día vi salir a una mujer con 80 rollos de papel sanitario'',
contó. "No creo que vaya a darle mucho uso, más bien es para guardar o
revender''.
Las quejas sobre los mercados agropecuarios son crecientes. En algunos
puestos de ciudades del interior la libra de carne de cerdo se vende a
28 o 38 pesos cubanos (entre $1.20 y $1.50) y la libra de frijol a 15
pesos cubanos.
El Ministerio de Agricultura ha asegurado que no permitirá el descontrol
de los precios de productos agropecuarios que se venden fuera de la
canasta familiar y prometió medidas inmediatas para regularlos.
Pero la atención gubernamental apunta también a los funcionarios que
tienen la responsabilidades empresariales y comerciales.
"Toda manifestación de privilegio, corrupción o robo tiene que ser
combatida y no hay excusa posible en esto para un verdadero comunista.
Cualquier tipo de debilidad en tal sentido es absolutamente
inadmisible'', escribió Fidel Castro en un artículo publicado la pasada
semana bajo el título de "Los vicios y las virtudes''.
Castro insistió en que el robo en fábricas, almacenes, servicios
automotrices, hoteles, restaurantes y otras actividades donde se manejen
recursos o dinero, "tiene que ser combatido sin tregua'' por los
militantes del Partido Comunista.
Un artículo publicado este lunes por el diario Trabajadores retomó las
ideas del ex gobernante y calificó de "aves de carroña'' a quienes "con
su egoísmo desenfrenado se privilengian con los recursos que el Estado
destina a los damnificados, o los roban impunemente''.
"Algunos de esos inescrupulosos individuos (...) encubren su
antipatriótico proceder bajo el plumaje de responsabilidades
empresariales, comerciales, burocráticas o como simples custodios o
administradores de recursos estatales o de uso social'', expresó el
texto firmado por el director de Trabajadores, Jorge Luis Canela.
Pero el gobierno planea ampliar la batalla hasta el nivel de barrio, a
través de la intervención de los llamados Comités de Defensa de la
Revolución (CDR), que agrupan --según estimados oficiales-- ocho
millones de ciudadanos mayores de 14 años.
La dirección de los CDR ha exhortado a los cederistas "a ser combativos
con los oportunistas, extremar la vigilancia y defender el país''.
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