Jueves 21 de Febrero, 2008 8:16 GMT
LA HABANA (Reuters) - Una década después de la visita a Cuba del Papa
Juan Pablo II, su sucesor, Benedicto XVI, pidió el jueves a los
católicos que no desfallezcan y sigan regando la "viña del Señor" en la
isla de gobierno comunista.
El Pontífice envió un mensaje a los obispos cubanos con motivo del
décimo aniversario de la visita de su predecesor, que, cuentan, marcó un
antes y un después en las relaciones entre la Iglesia Católica y el
Gobierno de Fidel Castro.
"En ocasiones, algunas comunidades cristianas se ven abrumadas por las
dificultades, por la escasez de recursos, la indiferencia o incluso el
recelo, que pueden inducir al desánimo", dijo el Papa.
Las relaciones entre la Iglesia Católica y las autoridades comunistas de
Cuba han atravesado momentos de tensión desde el triunfo de la
revolución que llevó a Castro al poder en 1959.
La visita de Juan Pablo II en enero de 1998 abrió nuevos espacios para
los católicos cubanos, que perdieron el temor a expresar su fe y
conviven hoy en un clima de tolerancia, según han expresado.
"Queridos Hermanos, tenéis en vuestras manos el cuidado de la viña del
Señor en Cuba", dijo el Papa.
Benedicto XVI envió el miércoles a Cuba a su secretario de Estado, el
cardenal Tarcisio Bertone, para una visita de siete días.
El cardenal aterrizó en La Habana en la noche del miércoles, menos de 48
horas después de la renuncia del líder Fidel Castro tras medio siglo en
el poder.
Su objetivo es claro.
"Albergo la esperanza de que la celebración de este aniversario (...)
contribuya a dar un nuevo impulso a las relaciones entre el Estado y la
Iglesia Católica", dijo el jueves durante una reunión con los obispos
cubanos.
Bertone agregó que la Iglesia espera poder desarrollar "plenamente su
misión" pastoral "con la debida libertad".
Según los obispos cubanos, hoy las relaciones con el Estado avanzan
lenta pero sostenidamente, pero las iglesias están vacías. Aunque un 60
por ciento de los 11 millones de cubanos fue bautizado, un 90 por ciento
de ellos no pisa los templos.
Para ganar feligreses, la jerarquía católica cubana aspira a un mayor
acceso a los medios de comunicación controlados por el Estado y que se
les permita ofrecer educación religiosa en las escuelas.
El cardenal Bertone celebrará el jueves una misa frente a la Catedral de
La Habana, en el centro histórico de la ciudad.
En los próximos días recorrerá varias ciudades del país y es posible que
antes de regresar el martes al Vaticano se reúna con el sucesor de
Castro, probablemente su hermano Raúl, que sería designado el domingo
por el Parlamento.*.
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