Agencias
lunes 28 de enero de 2008 10:29:00
La producción insuficiente y los altos precios de los productos
agrícolas obligan a los cubanos a realizar "maromas" para alimentarse,
reconoció este domingo el diario oficialista Juventud Rebelde.
"Es reclamo popular la implantación de una verdadera diversidad de
precios, imprescindible para satisfacer las diferencias económicas de la
población, y revitalizar los salarios, sin tener que aumentarlos", dijo
un reportaje de la publicación, el tercero de una serie que ha examinado
los problemas alimentarios.
Raúl Castro ha admitido la necesidad de hacer "reformas estructurales"
en la economía y ha reclamado soluciones para los problemas del sector
agropecuario en varias ocasiones desde que su hermano Fidel Castro se
enfermó hace 18 meses y él asumió sus funciones.
Según Juventud Rebelde, consumidores encuestados manifestaron
"descontento" por los "precios caricaturescos" de los alimentos
ofrecidos "en los mercados agropecuarios regidos por la ley de la oferta
y la demanda".
"La filosofía de 'este es mi precio, si te gusta lo compras; si no, te
vas', sustentada en fórmulas aplicadas para beneficiar más al
comerciante que a los propios productores, se repite de región en
región, como una pandemia", afirmó el diario.
La comercialización es sólo "la cresta del iceberg" de "un modelo
agrícola flagelado por muchas causas que impiden elevar los niveles
productivos", indicó.
"Es imposible comercializar lo que no se produce —agregó la
publicación—. Esta verdad de perogrullo es repetida por campesinos,
tarimeros (vendedores) y académicos, de modo que parece ser el quid de
que hoy los cubanos estemos pagando por los productos del campo cifras
incompatibles con nuestros salarios".
Armando Nova, investigador del Centro de Estudios de la Economía Cubana,
anotó que hay "dificultades en la circulación, entiéndase
comercialización", pero esos "no son los problemas fundamentales", sino
que Cuba no produce "lo suficiente, ni en cantidades, ni en tiempo, ni
espacio".
Añadió que uno de los "tabúes" de esta problemática es "no reconocer la
existencia del mercado".
Para Nova, el gobierno cubano tiene que crear reservas para incidir en
el mercado. "Hay también un problema de propiedad, que no pone para nada
en peligro el sistema socialista", opinó, y recomendó darle espacio a
otras formas de propiedad de tierras.
Por su parte, el productor habanero Rafael Bonilla consideró que "hay
que estimular, no obligar ni mucho menos, a que todas las formas
productivas participen en el mercado, para desatar la competencia y que
las tarifas desciendan".
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