Yamilka González Puente
2 de abril de 2007
Puerto Padre, Las Tunas – bitacoracubana - No se cansa el gobierno
cubano de hacer palmas con su último logro en la educación: la llamada
universalización de la enseñanza, o lo que es lo mismo, el acto de hacer
que los jóvenes, de cualquier municipio del país, no se muevan hacia las
universidades de mayor prestigio.
Estas "casi universidades" están plagadas de aquellos que por años, no
quisieron estudiar y se dieron a una vida silenciosa, llena de quejas
hacia la superación personal.
Pero también están llenas de aquellos que hoy son profesores y no
alcanzaron una buena plaza después de concluidos sus estudios, ni
tuvieron la posibilidad de tener donde vivir en las capitales provinciales.
La universidad municipal en la Cuba de hoy, es una caricatura; una burla
contra la buena enseñanza.
En un sistema que exige adhesión total para estudiantes y profesores,
las leyes que las rigen están dictadas, más desde los comités
municipales del Partido Comunista de Cuba que de los experimentados
profesores.
El fraude académico tan poco discutido en la sociedad cubana actual, a
vuelto a campear en estos modelos universitarios: profesores que no
desean ser menos le aprueban a mansalva a su estudiantado; cuadros del
gobierno ejercen su influencia para imponerse en las aulas. Una
calamidad educacional, que en muy poco tiempo, estará dando el amargor
de su fruto.
La nueva universidad cubana, parece sacada de una tira de muñequitos.
Resulta que ahora sí, los profesores están preparados para impartir dos
y más asignaturas. Ahora sí seremos el país más culto del mundo, según
las palabras proféticas del educador en jefe.
¡Qué bien! Ni que el cineasta Juan Padrón hubiera pensado en Vampiros en
La Habana, para la universidad que se desangra.
En un cambio de fichas inusitado se han movido los ministros de las
tizas y los pizarrones.
Macheteros, recolectores de frutos, recogedores de papas, y otras
viandas y hortalizas, se volcaron a las aulas en busca de un merecido
descanso, mejores salarios, pero nunca con el afán del conocimiento, ya
que en la mayoría de los casos fueron obligados a abandonar sus
tradicionales puestos laborales.
Algo digno de anotar, es que un sistema así, impuesto desde las
refrigeradas oficinas del Comité Central, tiene su base en un defectuoso
manejo de la educación.
Según la hermosa tradición del magisterio, la pedagogía cubana pasó a
probar suerte con los experimentos traídos por los soviéticos. Hace mas
de tres décadas.
Indudablemente es un sistema enfermo. Los nuevos universitarios no
conocen del compromiso. Sienten que están obligados y no los mueve el
más mínimo interés sano.
Cuando las leyes no se discuten entre todos, en Cuba se suele decir,
"son leyes de manigua", de monte; sin respaldo social alguno. Por eso,
la educación cubana tiene como avanzada, una universidad de manigua.
Agencia de prensa Jóvenes sin Censura
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=4429
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