Thursday, March 03, 2016

La conmovedora fe de Harold Cárdenas

La conmovedora fe de Harold Cárdenas
El joven bloguero cubano parece ser una especie de cuentapropista del
oficialismo, y se considera un revolucionario 'cool'
miércoles, marzo 2, 2016 | Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba.- De todos los blogueros oficialistas –o casi
oficialistas, de tanto que se les parecen- el que más me llama la
atención es Harold Cárdenas, del blog matancero La Joven Cuba. Mi
interés no se debe solo a sus curiosos puntos de vista y a la calidad de
su escritura –que la tiene- sino a la testaruda fe que muestra en la
perfectibilidad del socialismo castrista a pesar de todas las mataduras
y defectos que le encuentra y reconoce.

Su fe en la capacidad de recuperación del sistema es conmovedora, y a
ratos, patética.

Harold Cárdenas, que parece ser una especie de cuentapropista del
oficialismo, y se considera un revolucionario 'cool' –todavía se empeña
en llamar revolución al castrismo- se declara partidario de "cambiar con
urgencia, pero bajo nuestros propios términos" y se queja de los
sectores más dogmáticos que "lo que hacen es aplazar las soluciones".
Pero a la vez, muestra una añoranza incontenible por Fidel Castro y su
carisma.

Rara avis, Harold Cárdenas es de los contados cubanos que todavía echa
de menos aquellos discursos de seis y siete horas del Comandante, donde
lo mismo denunciaba las nuevas maquinaciones del imperialismo yanqui que
explicaba cómo había que utilizar las ollas de presión china y recordaba
que los frijoles había que ponerlos en remojo antes de cocinarlos.

Harold Cárdenas, que precisa que le discurseen continuamente, se queja
de la parquedad de la actual dirigencia, lo angustia que no le digan
cuál es el plan –si es que hay alguno-, que la UJC y el Partido
Comunista no generen más ideología y que se haya creado un vacío
político debido a lo poco comunicativos que son los dirigentes, que
disociados de la vida real de los cubanos, parecen padecer de más
incomunicación que aquellos personajes de las películas de Antonioni.

Con todo el adoctrinamiento que tuvo desde la cuna, ¡majadero que salió
el muchacho!

Harold Cárdenas ha explicado que le es difícil tratar temas dolorosos,
primero para que "el enemigo" no se aproveche y segundo y más
importante, para que los sectores más dogmáticos no malinterpreten el
mensaje. Pero afirma que no puede callarse ante lo mal hecho.

Militante de la Juventud Comunista, dice estar politizado hasta el
tuétano, a diferencia de la mayoría de los jóvenes cubanos. A pesar de
estar bien consciente de los altísimos índices de emigración y del
desinterés de los jóvenes por "las tareas de la revolución", como
supongo le guste llamar a toda esa aburrida matraca, Harold Cárdenas
niega que sus coetáneos sean apolíticos. Lo que pasa, según asegura, es
que "no se les hace creíble lo que encuentran", "no les presentan una
alternativa atractiva", "las alternativas actuales no logran captar su
atención".

Dada la inefectividad manifiesta como cebo de las marchas de las
antorchas, los conciertos con pancartas y banderitas en la Plaza de la
Revolución, el 'protestódromo' o la escalinata de la Universidad, y los
actos con pipas de cerveza a granel y reguetón a todo volumen, Harold
Cárdenas propone que los octogenarios dirigentes estén presentes en las
redes sociales, trinen a través de sus cuentas de Twiter y generen "un
mensaje empático". ¿Se imaginan?

Parte el alma cuando Harold Cárdenas, que dice tener en el extranjero a
todos sus amigos de la infancia, sus compañeros de aula y sus novias, se
niega a ser visto como un perdedor por ser de los que no aspira a irse
de Cuba. "Los olvidados entonces somos los enraizados, los que quedamos
aquí en este país cargado de contradicciones", escribe el autocompasivo
chico, que necesita desesperadamente que lo reconozcan y enaltezcan por
tanto sacrificio.

De haber vivido los años 60 y 70, Harold Cárdenas, que supongo se le
agüen los ojos cuando escucha las canciones de Silvio, hubiera sido de
aquellos que no podían soportar el sentimiento de culpa, ya que no
tuvieron edad para pelear en la Sierra Maestra, por no haber partido
raudos al combate y haber chocado con una bala "en cualquier selva del
mundo".

Pero como hoy, en el nuevo ajedrez político derivado del
restablecimiento de las relaciones con Estados Unidos, los desafíos son
otros, Harold Cárdenas se muestra partidario del debate de ideas, del
intercambio mediático, aun a riesgo de que lo confundan con algún
bloguero disidente, de esos que llama de "la disidencia caricaturesca",
a la que hay disputarle los espacios. Así, garantiza la posibilidad de
algún que otro viajecito al exterior, donde dará "una imagen matizada
sobre Cuba", sin fanatismos, sin dibujarles un país perfecto,
contándoles sobre "el bloqueo y los logros imperfectos pero reales". Y
de paso, audaz como es, tenderá la mano a los fondos extranjeros. "Se
trata de ganar terreno sin venderle el alma al diablo", explica, luego
de dar seguridades a los suspicaces y regañones de que él no es de "la
raza vendible".

¿Será esos viajes y los dólares y euros lo que tiene en mente Harold
Cárdenas cuando habla de "hacer coincidir las aspiraciones personales
con las colectivas"?

luicino2012@gmail.com

Video:
https://www.youtube.com/watch?v=1FjrkuBxrTU

Source: La conmovedora fe de Harold Cárdenas | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/la-conmovedora-fe-de-harold-cardenas/

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