Saturday, December 27, 2014

El ron y la coca cola se extrañaban

El ron y la coca cola se extrañaban
[26-12-2014 17:08:09]
Martín Guevara Duarte
Escritor

(www.miscelaneasdecuba.net).- Durante mucho tiempo se habían llevado
excepcionalmente bien. Se profesaban cariño pero sobre todo se
necesitaban. Tras un percance tormentoso estuvieron un largo período de
tiempo separados.
Por un lado iba la Coca Cola presumiendo de ser más saludable y seria
que el ron.

Por el otro iba el ron encargándose de la fiesta, vanagloriándose de su
creatividad y su libertad.
Alejados uno del otro tejieron sus historias, hubo pequeñas y grandes
traiciones, sucedáneos de amoríos, escándalos, rupturas y más
traiciones. Nunca fueron del todo felices en aquél distanciamiento.

Ayer, 17 de diciembre, día de la deidad Babalú Ayé del panteón
afrocubano o de su equivalente cristiano San Lázaro, a expensas y
gracias en gran parte al aporte del hielo, que ofició como concienzudo
mediador, decidieron escenificar un aparcamiento de las diferencias, y
se acercaron para sumergirse juntos en el trasluz de un vaso por primera
vez en muchos años.

La importancia del deseado anuncio del acercamiento, entre la mayor
potencia mundial y la isla rebelde que ya duraba 54 años, y que habían
representado roles de variada índole para el consumo del hemisferio
entero, habían dramatizado sobre distintos antagonismos, ora el de dos
sistemas sociales irreconciliables, ora el de David frente a Goliat, o
el de la recreación del sitio y la resistencia de la antigua Numantia,
excede los limites de sus ámbitos, es acaso el mayor hito universal en
lo que llevamos de siglo para las sociedades civilizadas, para los
seres humanos que creen en el diálogo, en la política y la razón sobre
la violencia y la represión.

La lección de audacia que han brindado los actores en liza, es
comparable a su templanza durante un año y medio, para con la mediación
del irrepetible actual Papa Francisco, Bergoglio, como prefiero
llamarle, llegar a este punto histórico de entendimiento.

No hay que lanzar las campanas al vuelo aún, ni en el caso del festejo
del gobierno y pueblo cubano por el posible fin del Bloqueo económico a
la isla, ni en el del gobierno norteamericano y el pueblo cubano por el
fin del sistema de partido único y de ausencia de una amplia gama de
libertades y derechos humanos y cívicos.

Aún está todo por hacerse. Obama debe dar dura batalla aún en su
territorio para lograr convencer al ya más cercano arco político del
partido adversario a que levanten el Embargo, y Raúl, aunque haya
abierto una hendija que sitúa el cambio tras los otrora rígidos portones
a sólo un fuerte empujón de distancia, deberá enfrentarse a no pocas
dificultades dentro de la isla, frente a los sectores mas inamovibles.
Serán de difícil aplicación las excusas oficiales a los sectores
disidentes que a partir de ahora en más, en todo su derecho y deber
exijan inmediatas muestras de buena voluntad, en la disposición de
agilizar los cambios democráticos necesarios para ubicar a Cuba en el
concierto de las naciones modernas y prosperas.

Desde el acceso de Raúl Castro al poder, o como él le llama, desde su
"elección por unanimidad" , ha hecho hincapié en la necesidad de
optimizar los recursos, la productividad de los trabajadores, en la
eliminación de la parte ociosa y onerosa del Estado, erradicando un buen
número de puestos de trabajo inútiles y burocráticos, reduciendo el
acceso al derecho a los productos dispensados a través de la libreta de
abastecimientos a lo estrictamente necesario, intentando aplicar en
cierto modo las políticas de autogestión y autonomía económica que
intentó desarrollar con diferentes baremos de éxito en las Fuerzas Armadas.

Raúl demostró que no sólo no era tan mediocre como muchos lo veíamos
siempre a la sombra de su hermano mayor, sino que al ser mucho más
pragmático, menos temperamental, menos empecinado en el error
permanente, terminó siendo más capaz, más audaz y con diferencia más
práctico y eficaz que el autoritario hermano.

La problemática a la que los cientos de miles de cubanos que viven en
Estados Unidos se enfrentan de ahora en más con las perspectivas de
apertura en Cuba, dadas las ventajas migratorias de que disfrutan, las
cuales los sitúan como los inmigrantes más ilustres y privilegiados del
país más codiciado del mundo para emigrar, hace comprensible su reacción
negativa a las negociaciones entre ambos gobiernos. Pero con una
política previsora, las ventajas históricas, algunas podrían mantenerse
y otras ir disminuyendo paulatinamente sin suponer un trauma social. Y
además muchos sienten y con razón, que los mismos que los vilipendiaron
y estigmatizaron como residuos humanos, por emigrar, son quienes ahora
abrazan al Imperio.

Lo único cierto es que más de cincuenta años de persistencia en el
sitio económico no sólo no produjo los resultados esperados, sino que
fortalecía y daba argumentos de peso al discurso victimista de la
Nomenclatura ante la permanente amenaza del enemigo externo. Desarmada
esa excusa será mucho más difícil explicar las carencias domésticas
culpando al Imperialismo norteamericano, incluso será interesante
observar que ocurre con el uso de este manido recurso, cada vez que se
busca culpable de la ineficacia de las políticas en los sub continentes
Sud y Centro Americano.

Los vaticinios en el terreno de la política son tanto o más arriesgados
casi en el de la economía, pero lo que sí se puede aventurar es que una
situación de normalización del comercio, de las relaciones de mercado
exteriores, cabría esperar que agilice también la normalización interna,
de las libertades sociales, políticas y económicas a la que todos los
ciudadanos deben tener derecho y acceso.

Por primera vez en su ya dilatada historia, Cuba tuvo un lapso en que no
fue la novia del país más poderoso. Desde su descubrimiento, hasta la
independencia fue la colonia más mimada de España, la Perla del Caribe,
donde recalaban aristócratas que preferían los aires y la rica
arquitectura de La Habana, a sus ciudades de procedencia ibérica, pasó
de manos de España directamente bajo la Enmienda Platt a ser la niña de
los ojos de los Estados Unidos de Norteamérica, el imperio de entonces,
teniendo unos estándares de calidad de vida altísimos, una renta per
cápita inusual en el área, hasta que luego de la Revolución, pasó a ser
la novia preferida de la URSS, uno de los dos imperios de entonces, el
satélite soviético más privilegiado de todos, Moscú no escatimó recursos
energéticos y militares para apoyar a Cuba, un poco por la aplicación
exótica del leninismo entre palmas reales, cocoteros y siestas, y mucho
por la situación geo estratégica de la isla.

Caída la URSS por vez primera Cuba tuvo que verse en la tesitura de una
verdadera independencia, y entonces se dio cuenta de que ese no era su
sino, no era su estilo, no sabía ni por donde comenzar a ser adulta,
autosuficiente, entró en un violento período de escasez de hasta lo más
elemental producido en la isla, y entonces debió aceptar que su destino
está indisolublemente atado al de algún interesado, aunque generoso
mecenas que sepa apreciar sus encantos. Y por primera vez debió entregar
su belleza a proveedores menores, como los menos ricos de Oriente o
Venezuela.

Cuando estaba nuevamente por acceder a la órbita de un grande del
momento con las promesas chinas y rusas, apareció la posibilidad de
regresar a Palacio de mano del príncipe. Cuba está a sólo noventa millas
del mejor socio comercial al que aún hoy se puede aspirar. El gran paso
de evitar el derramamiento de sangre ya está dado. Esto no es un regalo
de nadie, le costó sangre sudor y lágrimas a la gente irredenta, a los
que dijeron "no" cuando les pidieron que delatasen a un vecino, a un
amigo. a un hermano, a los que se quedaron en el mar, en el delirium
tremens, en el arte abstracto, los que se perdieron en la inconformidad,
en la rebeldía, en la sombra de la razón y a los que dejaron la vida.

Ahora es tiempo de optimismo aderezado con mucho trabajo, buena voluntad
y concordia por parte de los demócratas del mundo, para lograr que esa
unión trascendental del ron y la Coca Cola, en el vaso pálidamente
iluminado por el reflejo de un rayo esperanzador, llegue a fraguar en
esa Cuba Libre tantas veces prometida, tantas veces olvidada.

Source: El ron y la coca cola se extrañaban - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/549d87e93a682e1b48d04720#.VJ6A8l4Ak

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