Publicado el viernes, 11.02.12
Inmigración está tras la pista de ex represor cubano en Miami
Alfonso Chardy
achardy@elnuevoherald.com
Las autoridades de inmigración están tras la pista del ex coronel cubano
Crescencio Marino Rivero, acusado de cometer abusos y maltratos en las
prisiones en Cuba y quien luego obtuvo residencia en Estados Unidos sin
revelar que había sido un alto militar al servicio del régimen en la isla.
Aunque por ahora no hay una investigación formal contra Rivero, que vive
en Miami, un funcionario federal que tiene familiaridad con el asunto
dijo a El Nuevo Herald que en el gobierno federal hay interés en el
caso, que ha causado revuelo dentro de la comunidad de exiliados cubanos.
"Las autoridades de inmigración tienen jurisdicción para echarle un
vistazo a este asunto", dijo el funcionario que pidió no revelar su
nombre o puesto dentro del gobierno porque no tiene autoridad para
discutir el caso con los medios de prensa.
Según la fuente, las autoridades migratorias están particularmente
interesadas en verificar porqué Rivero no dio a conocer inicialmente,
cuando solicitó una visa y posteriormente su residencia, que había sido
un militar de alto rango del Ministerio del Interior y que fungió como
jefe del Departamento de Prisiones en la provincia de Villa Clara en Cuba.
En una entrevista el jueves con América Tevé (Canal 41), Rivero admitió
que no había revelado a las autoridades estadounidenses su condición de
ex alto militar cubano.
Una de las secciones de la forma migratoria para solicitar residencia
específicamente pide que el peticionario revele si alguna vez realizó
"servicio militar" en Estados Unidos o cualquier otra parte.
En la entrevista con la televisión, Rivero dijo que cuando presentó la
petición de residencia ya habían pasado 14 años de que había salido del
Ministerio del Interior.
"Aquí tampoco me lo preguntaron", agregó. "Los documentos para presentar
la residencia los hizo una agencia que se dedica a eso".
Rivero también negó las acusaciones de que es responsable por cometer
abusos en las prisiones y calificó como "mentirosos" a tres ex presos
políticos y disidentes que lo denunciaron.
El caso salió a la luz cuando dos abogados de inmigración, Santiago
Alpízar y Wilfredo Allen, contactaron a fiscales federales para
preguntar cómo es que se le pudo permitir la entrada a Estados Unidos a
Rivero y a su esposa, Juana Ferrer, una ex funcionaria de migración de Cuba.
La revelación sobre la presencia en Miami de Rivero recuerda el sonado
caso de Eriberto Mederos, un exiliado cubano que en el 2002 fue llevado
a juicio por las autoridades de inmigración a raíz de acusaciones de que
había torturado a opositores al régimen en un hospital psiquiátrico de
La Habana. El 1ro de agosto del 2002, un jurado federal encontró
culpable a Mederos de no haber revelado detalles sobre su pasado en su
petición de ciudadanía. Semanas después del veredicto, Mederos murió de
cáncer de próstata.
http://www.elnuevoherald.com/2012/11/02/1335675/inmigracion-tras-la-pista-de-ex.html
No comments:
Post a Comment