Clinton niega negociación con Cuba
Juan Carlos Chavez
jcchavez@elnuevoherald.com
Dos semanas después de que circularon versiones sobre posibles ofertas
de Washington a La Habana para obtener la excarcelación del
subcontratista Alan P. Gross, la secretaria de Estado, Hillary Clinton,
negó que exista una negociación en curso.
"En ningún momento el gobierno estadounidense ha expresado su deseo de
dar concesiones unilaterales al régimen de los Castro o suavizar
sanciones para obtener la liberación de Gross", dijo Clinton.
Clinton se presentó el jueves por la mañana en una audiencia especial
ante el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes.
El Comité está presidido por la representante republicana del sur de la
Florida, Ileana Ros-Lehtinen, férrea opositora a cualquier
flexibilización con Cuba.
En la audiencia Ros-Lehtinen le recordó a Clinton que la subsecretaria
del Departamento de Estado, Wendy Sherman, les confirmó hace dos semanas
que se habían reunido con las autoridades cubanas para discutir la
situación de Gross, de 62 años, y su futuro inmediato. Ros-Lehtinen
preguntó entonces si el manejo de la política exterior con Cuba
respondía a un doble parámetro.
"Estados Unidos no debe negociar con un estado patrocinador del
terrorismo", dijo Ros-Lehtinen.
Clinton respondió que era sabido que la posición estadounidense ha sido
la misma durante más de 50 años.
"Creemos que Fidel Castro debería abandonar el poder", dijo Clinton.
"Desafortunadamente no parece que se vaya a ir a ningún lado".
En los últimos meses, analistas y observadores han argumentado que una
decisión favorable a Gross, que implica su libertad y regreso a Estados
Unidos, podría dar espacio para que el presidente Barack Obama tomara
medidas de acercamiento a la isla.
Gross fue arrestado en La Habana el 3 de diciembre del 2009. Trabajaba
para Development Associates International, con base en el área suburbana
de Washington D.C. El grupo fue contratado por la Agencia para el
Desarrollo Internacional (USAID) para gestionar algunos de los programas
que promueven la democracia y la sociedad civil en Cuba.
Las autoridades cubanas acusan a Gross de distribuir teléfonos
satelitales y otros equipos sofisticados de comunicaciones a grupos de
judíos en Cuba y organismos no gubernamentales. Según Cuba, los
proyectos de ayuda a la sociedad civil de USAID son una pantalla para
financiar a la oposición interna en la isla y lograr cambios democráticos.
La polémica sobre el caso Gross se intensificó hace dos semanas cuando
una información de Associated Press señaló que la administración del
presidente Obama había ofrecido a La Habana discutir una serie de
concesiones si liberaba a Gross. Los acuerdos incluirían la posibilidad
de que el espía cubano René González, excarcelado el 7 de octubre,
cumpliera su libertad condicional en la isla.
González cumplió una sentencia de 13 años de prisión acusado de integrar
la llamada Red Avispa, desmantelada por el Buró Federal de
Investigaciones (FBI) en 1999. Varios de sus miembros colaboraron con
las autoridades estadounidenses o lograron escapar a Cuba.
Cinco agentes cubanos fueron convictos en Estados Unidos, entre ellos
González, quien debe cumplir tres años de libertad supervisada en
territorio estadounidense.
Otra información parecida fue publicada en The New York Times el 15 de
septiembre. Pero sólo la AP informó que la administración de Obama
ofreció conversar sobre recortes a programas de Estados Unidos que
apoyan la democracia en Cuba y dejar abierta la posibilidad de permitir
a compañías estadounidenses ayudar en caso de un derrame de petróleo en
aguas cubanas.
También se deslizó que Washington podría poner fin a un programa que
emite visas estadounidenses rápidas al personal médico cubano que
deserta en terceros países. Otra concesión sería otorgar licencia a las
ventas del ron Havana Club en Estados Unidos.
El caso Gross acabó con un tímido acercamiento que se inició con la
nueva presidencia de Obama. La administración levantó prácticamente
todas las restricciones sobre las visitas de cubanoamericanos a la isla,
así como el envío de remesas de dinero a sus parientes.
Washington sostiene que mientras Gross esté en prisión no habrá avances
en la relación con Cuba. En agosto la Sala de Delitos contra la
Seguridad del Estado del Tribunal Supremo Popular ratificó la condena de
15 años de cárcel contra Gross, vecino de Potomac, Maryland. Había sido
condenado en un juicio de primera instancia el 4 de marzo.
Posteriormente se le concedió una fallida audiencia de apelación el 22
de julio.
Jaime Suchlicki, director del Instituto de Estudios Cubanos y
Cubanoamericanos (ICCAS) de la Universidad de Miami, sostuvo que las
evidencias hablan por sí solas en un caso donde Estados Unidos no debe
apostar por una política blanda.
"Creo que la evidencia es clara", dijo Suchlicki. "El gobierno
norteamericano quiere negociar con Cuba sobre la salida de Gross. El
problema es lo que quiere Cuba y las concesiones que está dispuesta a
dar Estados Unidos".
Desde Santa Clara, el disidente Guillermo Fariñas, Premio Sajarov del
2010 de la Unión Europea, consideró que la negociación es "evidente" a
pesar de las declaraciones de Clinton en la audiencia del jueves.
Mencionó las recientes visitas a Cuba del ex gobernador de Nuevo México,
Bill Richardson, el 7 de septiembre, y del ex presidente Jimmy Carter, a
principios de este año, para encontrar una solución humanitaria al caso
Gross.
"El gran problema está en que Cuba quiere negociar a Gross por los cinco
espías, y Estados Unidos no está dispuesto a conceder ese tipo de
acuerdo porque Gross hizo una actividad cívica y pacífica que no tiene
consecuencias con hechos de sangre", sostuvo Fariñas. "En el caso de los
espías hay una implicación con la muerte directa de ciudadanos y
residentes de Estados Unidos. Las partes a negociar son incomparables".
http://www.elnuevoherald.com/2011/10/28/v-fullstory/1054255/clinton-niega-negociacion-con.html
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