Wednesday, July 27, 2011 | Por Mario J. Viera
ENGLEWOOD, Florida, julio, www.cubanet.org -Fue un discurso aburrido el
que concluyó los actos por la celebración de la luctuosa fecha del 26 de
julio de 1953, fecha que el régimen denomina "Día de la Rebeldía
Nacional", una algarada aventurera conducida por Fidel Castro y llevada
a cabo solo por un puñado de hombres llevados a la muerte de manera
inescrupulosa, por un líder que supo cubrirse bien las espaldas para no
pagar con su propia sangre la osadía de atacar a un campamento militar.
José Ramón Machado Ventura cerró el acto mientras Raúl Castro asistía
como oyente. Voz monótona, disertando sobre éxitos bien lejos de haberse
alcanzado, y repitiendo el viejo catálogo de consignas. Discurso de un
burócrata, muy diferente a los fogosos discursos que antes pronunciara
Fidel Castro agitando el ánimo de las multitudes.
La idea central de la breve alocución del viejo halcón del comunismo
cubano se refería a los acuerdos del VI Congreso partidista.
Siempre hay que resaltar los "avances", aunque esos no se reflejen en el
bienestar ciudadano; pero es necesario hacerlo porque si no ¿para qué
saludar la fecha cúspide del régimen castrista? Así se expresa que en
"Ciego de Ávila también hay ejemplos de cómo trabajar para vencer los
retos que hoy tiene el país, en particular en el plano económico, en
medio de una adversa coyuntura internacional". Y en tal virtud transmite
a los avileños el saludo de Fidel y de Raúl Castro y ¡hasta del pueblo
de Cuba!, aunque nadie le haya consultado para conocer si ese pueblo
desea felicitar, no a los avileños sino a los jerarcas del Partido
Comunista en esa provincia.
¡Ah, esos éxitos tienen "una significación especial", porque "se han
alcanzado en el año del Sexto Congreso del Partido"! Según Machado
Ventura, ese achacoso burócrata de estado, ya se están viendo los
resultados del congreso partidista, aunque se tengan que ver con lupa y
no se reflejen en un avance económico palpable.
El añoso tronco estalinista asegura que la Comisión Permanente del
Gobierno para la Implementación y el Desarrollo de los Lineamientos (un
título más grande que los reales avances obtenidos) "emprendió su
actividad, dirigida a conducir armónicamente los esfuerzos y acciones de
todos los organismos y demás instituciones involucrados" en la
actualización del sistema. Linda frase esa de conducir armónicamente,
lástima que ya en la retórica oficial esté bastante gastada.
Como si quisiera responderle a aquellos que buscan crear una Comisión
Nacional "integrada por miembros del gobierno y de la oposición" Machado
Ventura asegura que "las acciones previas y posteriores" al Sexto
Congreso "constituyen una contundente demostración de patriotismo,
madurez política, unidad y decisión de preservar el socialismo, por la
inmensa mayoría de los cubanos". No hay espacio para ninguna Comisión
Nacional en la que participe la oposición porque para los gerifaltes del
régimen, lo único patriótico es la "decisión de preservar el socialismo"
que supuestamente tiene el apoyo "unitario" de la mayoría de los
cubanos, aunque para colegir esto no se hayan realizado encuestas
independientes o una consulta al referendo. Es que el "pueblo ha hecho
suyo este proceso" ya que, según el orador, vio en el Congreso del
Partido comunista "la exposición clara y valiente de los principales
problemas del país, y sobre todo una concepción realista de cómo
enfrentarlos".
Esto último muy discutible, pero expresa la voluntad del castrismo de
aferrarse al poder sin dar cuota de participación a los que se oponen al
sistema socio-económico del socialismo castrista.
Una breve ojeada a algunas de las deficiencias, como lo relacionado con
la entrega de tierras ociosas en usufructo, la "morosidad" de algunos,
quizá en realidad de muchos de sus usufructuarios en ponerlas en
producción y le reclama al "pueblo culto, educado y organizado (…), que
se enfrenta desde hace más de cincuenta años al bloqueo más prolongado
de la historia, (…) sacar el máximo a los recursos con que cuenta".
No puede faltar una referencia al ALBA, esa "maravilla" integracionista
surgida del cerebro achacoso de Fidel Castro y del cesarismo de Hugo
Chávez. Saluda el avance de las fuerzas regresivas (él las denomina
"progresistas") en el hemisferio y como ejemplo de ello cita "la próxima
toma de posesión, el 28 de julio, de Ollanta Humala como Presidente de
Perú, quien enarbola un programa nacionalista y de mayor equidad en la
distribución de la riqueza" (Tome nota Mario Vargas Llosa).
Demagógicamente afirma: "Los dirigentes políticos o administrativos
debemos estar conscientes de que antes de hablar, se debe escuchar con
atención y sobre todo tener en cuenta lo que dicen los demás, no solo en
las reuniones sino conversando individualmente con los compañeros, sin
que nadie se crea dueño de la verdad absoluta". Algo que ni él mismo se
lo cree. Como marxistas que dicen ser, los castristas se consideran
dueños de la verdad absoluta que surge de las tesis del llamado
socialismo científico y solo prestan atención a los que otros digan
siempre que coincidan con los puntos de vista oficiales.
Fue un discurso sin garra, un discurso al que nadie le concedió
importancia. Los cubanos están más preocupados por resolver el día a día
que por prestarle atención a los gastados discursos oficialistas.
Siento lástima por los militantes de los núcleos del partido que tendrán
que "debatir" sobre este discurso burocrático y monótono en sus círculos
de estudio; pero en fin, allá ellos que siguen militando en un partido
que ya no representa ninguna esperanza para los cubanos.
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