Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, mayo (www.cubanet.org) - El cartero trajo el sobre la
mañana del 20 de mayo. Algo extraño, porque apenas se envían cartas
escritas en papel. El remitente, Aduana Postal y Envíos. Al ver la
cubierta me dio mala espina.
Hace unos días fui testigo del mismo trámite. La carta estaba dirigida
al colega Juan González. Se informaba que habían decomisado varios
diarios: El País y Primavera de Cuba, llegados a la isla en procedentes
de República Dominicana. Estos decomisos no tienen que ver con los
hechos de corrupción en la Aduana General de la República y la Empresa
de Correos, que nos relata casi a diario el simpático colega Pepe
Alejandro Rodríguez, en la página 2 del diario Juventud Rebelde.
Según Pepe, es normal que en la isla se desaparezcan paquetes que van de
Guantánamo a Guanabacoa o de Miramar a Cruces. Los que envían los
médicos cubanos desde Venezuela, Bolivia o Timor Leste también son
abiertos por cacos de la aduana y los correos. El mal parece no tener
cura, por mucho que la empresa y la aduana, den satisfacciones a las
víctimas o apliquen medidas disciplinarias.
En el caso de la comunicación del 20 de mayo, según la Aduana, lo
decomisado eran algunas medicinas, debido a que "al realizar la
inspección física al envío, se detectaron artículos que van contra los
intereses generales de la nación, por lo que se procedió a su decomiso,
según lo establecido en la legislación vigente".
Alain Jorge Ramírez, inspector de Control de Aduana firma el papel,
mientras Juana Pérez, con numero de identidad 400824234721, que aparece
como testigo, indica: "37 blíster de 10 tabletas de Aguatab (un
potabilizador de agua), un sobre de toallitas antisépticas contra
picadas, protector solar Sun X, dos sobres de crema para el dolor Burn
Free", y una lista 46 productos fundamentales para un pequeño botiquín
de emergencia, imprescindible en una casa donde existen niños y ancianos.
El Estado totalitario me expulsó del trabajo, como profesor en la
Universidad de La Habana, en el año 2005; de la Asociación de
Comunicadores Sociales en 2006; cerró mis cuentas bancarias ese año,
aduciendo que soy terrorista. Ahora, embarga medicinas para mi familia,
aduciendo que atentan contra los intereses generales de la Nación.
¿Estará enfermo el Estado? ¿O está sujeto a la acción de simples ladrones?
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